Minutos antes de reunirse con Salvador Illa en el Palau de la Generalitat, Oriol Junqueras ha augurado desde la sede de ERC en el Consell Nacional extraordinario de este sábado, "horas y días decisivos", en la defensa del catalán y por el nuevo modelo de financiación de Catalunya que pactó su partido con el PSC para investir al candidato socialista presidente en agosto. "Horas" por este encuentro que tendrá lugar al mediodía en la plaza Sant Jaume (el Govern la ha anunciado poco después de las diez de la mañana, mientras Junqueras hablaba) y "días" por los numerosos encuentros entre el estado y la Generalitat, además del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que tendrán lugar esta última semana de febrero: después de la comisión de Infraestructuras del lunes pasado, este 24 de febrero se reunirá la Comisión Bilateral Generalitat-Estat y también la Comisión de Transferencias, mientras que el viernes tendrá lugar la mixta de Asuntos Económicos.
En un discurso bastante más largo del que pronunció en el primer Consell Nacional del año, en qué dejó bien claro que no habría presupuestos en Catalunya sin avances en los acuerdos (este escenario ya está superado y Catalunya encadena su segundo año con prórroga presupuestaria) Junqueras ha sacado pecho que el acuerdo entre partidos por el traspaso de Rodalies haya pasado a ser, desde esta semana, un acuerdo entre el Gobierno de Catalunya y el del Estado. Para el presidente de ERC, este pacto es significativo, ya que permite que lo que se tenía que hacer durante toda la legislatura al Estado se haga en un plazo de diez meses, en referencia a la creación de la empresa mixta. Cuándo este plazo se acabe, si los gobiernos no han cumplido, ERC volverá a tener una "posición de fuerza" decisiva, en palabras de Junqueras, ya que se tendrán que negociar los presupuestos del 2026 y el PSC ya se ha quedado sin los de este año por la negativa de ERC a negociarlos.
Alamany, reproches a Junts
Antes de Junqueras, quien ha hablado al Consejo Nacional ha sido la suya número 2, la secretaria general y portavoz del partido, Elisenda Alamany. Si, por un lado, ha subrayado la importancia de estos encuentros entre los dos gobiernos, por el otro ha remarcado que a quien habrá sentado a ambos lados de la mesa será el mismo partido por primera vez desde el 2010. Y por eso mismo Alamany considera que quien tiene que defender los intereses de Catalunya en estos encuentros es ERC, "que tiene que poner la máxima ambición nacional y que tiene que marcar el paso para que Catalunya se haga respetar".
Por otra parte, sin embargo, la secretaria general republicana ha vuelto a ser muy crítica con Junts per Catalunya por su decisión de no sumarse a la moción de censura contra Sílvia Orriols en Ripoll. Fue ella quien salió a lamentar la decisión de que había tomado el partido de Carles Puigdemont poco después del anuncio y hoy ha retirado que ante el malestar de que está el país, "tenemos la obligación de dar respuesta", para evitar que sea la extrema derecha quien lo haga. Y que si esta te desafía, como ha sido el caso, lo que tienen que hacer los partidos democráticos, según su opinión, es "coger el guante y ganarla".