La economía catalana va bien, a pesar de las enormes dificultades. Este es el primer mensaje que el vicepresident i conseller d'Economia, Oriol Junqueras (Barcelona, 1969), quiere dejar claro. Pero el Estado es quien administra el esfuerzo fiscal de los catalanes. Y aquí empiezan los problemas que van surgiendo en cascada: la compensación por los anticipos calculados a la baja que llegan demasiado tarde, los vencimientos de la deuda, los intereses del FLA... Unos problemas que, además, se ven atizados por el desafío político que Catalunya plantea al Estado español y ante el cual, el vicepresident asegura que el Estado no podrá dar una respuesta unilateral. Tendrá que escuchar a la UE y a los mercados financieros.
La marcha del proceso soberanista a menudo preocupa en sectores económicos y empresariales. ¿Qué clima ha encontrado en los contactos que ha mantenido como vicepresidente y conseller de Economia?
Los primeros contactos son muy positivos. Los sectores económicos son conscientes de que la economía catalana, a pesar de las enormes dificultades, funciona muy bien. En el 2015 crecimos a un ritmo del 3,4%, el crecimiento más alto de la última década. El último trimestre, el 4,1%, muy por encima del crecimiento medio de la UE.
¿Cómo se ha encontrado las finanzas de la Generalitat y qué perspectivas hay?
Intentando resumirlo mucho, la situación es la siguiente: tenemos una economía que crece, y mucho; tenemos un esfuerzo fiscal de la sociedad catalana también creciente; hay una recaudación fiscal elevada. ¿Sería suficiente, para hacer frente a los retos que tenemos? Claramente, sí. A pesar de eso, la salud de las finanzas públicas es muy mala.
¿A qué lo atribuye?
Quien recauda los impuestos y los pone a disposición de la sociedad no son las instituciones públicas catalanas sino el Estado español. Eso hace que no haya una correspondencia directa entre el tejido productivo, el esfuerzo fiscal y la disponibilidad de este esfuerzo. Los ingresos de las instituciones públicas catalanas vienen determinados por algunas decisiones del ministerio de Hacienda, que es quien recauda el 95% de los impuestos que paga la sociedad catalana.
Aquí surge el debate de los anticipos que realiza cada año el ministerio...
De forma sistemática calcula los ingresos de las instituciones subestatales a la baja y hace una previsión del dinero que corresponde. Como la liquidación se produce dos años después, en el mejor de los casos, siempre tardamos dos años en notar los efectos benéficos de la recuperación económica.
Se ha quejado de que además tampoco son dos años, sino más...
Es el tema que este días hemos planteado. El ministerio decide liquidarlo no al cabo de dos años, como está previsto, sino al cabo de dos años y siete meses, por ejemplo. Eso, junto con el hecho de que los adelantos del 2016 vuelven a estar calculados a la baja, hace que nos encontramos delante de una pelota financiera que dota de más recursos al ministerio y de menos recursos a todas las administraciones subestatales. Con una paradoja –o no–, que son las administraciones subestatales las que asumen todo el gasto social. Salud enseñanza, universidades, ley de dependencia, jardines de infancia...
Esta semana ha hablado con Cristóbal Montoro y se ha reunido con Luis De Guindos. Se les critica que ustedes hagan reclamaciones a los ministros cuando desde el Govern se pide la independencia...
Tenemos obligación de hablar con todo el mundo. Y hay un acuerdo absoluto, con el ministro Montoro en el sentido que él tiene la obligación de liquidar la parte positiva de los anticipos mal calculados y la obligación de liquidarlos, según él mismo reconoce, en el plazo de dos años. Nosotros, lo único que le recordamos es que hay este acuerdo. Nada más. Él dice: eso es razonable. Él decidirá.
El resto de autonomías deben encontrarse en una situación similar. ¿Ha hablado con algún responsable económico?
Hemos hablado y todas comparten nuestra opinión. De hecho es una opinión que es tan generalizada que la comparten todas las comunidades del PP.
Todas las comunidades del PP comparten nuestra opinión sobre los retrasos del Estado con la liquidación de la financiación
Eso quiere decir que...
Eso quiere decir que la comparten. Ya está. Y al ministro le recordamos exactamente lo mismo. Nada que no le recuerden desde su propio partido.
¿Lo ha hablado con otras comunidades?
Hablamos con todo el mundo que corresponde hablar.
¿Y qué responde Montoro?
Lo veremos a lo largo de las próximas semanas.
¿Qué le avanza?
Que lo valoraría porque le parece razonable.
¿Le dejan dormir las tensiones de tesorería?
Habrá tensiones de tesorería siempre que no haya una correspondencia entre los ingresos fiscales y el gasto fiscal. Es inevitable. Me parece muy fácil de entender.
Lo entendemos perfectamente. La cuestión es: ¿qué piensan hacer?
Lo que es evidente es que si los recursos que están previstos no llegan, eso genera obviamente algunas dificultades en la gestión de la previsión que se ha hecho. De hecho nos encontramos ante una situación que no calificaré. Sólo la describiré. Si los recursos que el propio ministerio reconoce que nos corresponden no llegan, y la alternativa que nos plantea es pedirlos a crédito, y además el crédito sólo nos lo concede él mismo, acabamos pagando intereses por un crédito que él nos da precisamente porque no nos da aquello que nos corresponde. De manera tal que acabamos pagando intereses al Estado por el dinero que hemos pagado con nuestros impuestos. ¡Eso no pasa en ningún sitio más!
Acabamos pagando intereses al Estado por el dinero que hemos pagado con nuestros impuestos. ¡Eso no pasa en ningún sitio más!
El presidente Puigdemont anunció a El Nacional que en 16 meses llegará un momento en que Catalunya actuará como Estado independiente. ¿Cómo cree que reaccionará el Gobierno español?
.... el Gobierno español, mientras sea el responsable de la recaudación fiscal, es también el responsable final de los gastos sociales. Tiene que responder ante las instituciones europeas que le conceden un dinero sustentado por el BCE a un tipo interés oficial del 0,05%, sin el cual el Estado español tampoco puede hacer frente a sus obligaciones. No es una responsabilidad que puede asumir o desasumir de forma arbitraria y en función de su decisión unilateral, sino que tiene unas obligaciones también ante los mercados financieros, ante las instituciones financieras internacionales, empezando por el BCE...
Parece difícil pensar que no pasará nada a partir del momento que Catalunya actúe como Estado independiente...
Es importante la respuesta que le acabo de dar. El Estado español tiene unas responsabilidades asumidas ante la sociedad. Estas responsabilidades se sustentan en decisiones que no toma él unilateralmente, sino en función de decisiones que también toman los mercados financieros y las autoridades financieras internacionales, empezando por el BCE. El Gobierno español no puede actuar de forma unilateral, porque las consecuencias de actuar de forma unilateral sobre esta cuestión tienen unas repercusiones inasumibles para el Estado español.
El Gobierno español no puede actuar de forma unilateral si Catalunya actúa como Estado independiente porque no podría asumir las repercusiones de hacerlo
¿Y Catalunya puede hacerlo?
La independencia de Catalunya, como cualquier proceso político relevante dentro del mundo occidental, y por lo tanto en el ámbito de las democracias occidentales y en el de unas economías claramente vinculadas entre ellas y fuertemente globalizadas, no será un proceso estrictamente unilateral. No hay ningún proceso político relevante en el mundo occidental que sea estrictamente unilateral. Como tampoco lo es la posible salida del Reino Unido de la UE. Tampoco es una decisión estrictamente unilateral. La decisión tampoco será, cuando se produzca, exclusivamente bilateral, entre la sociedad catalana, las instituciones catalanas y las españolas.
La independencia de Catalunya, en el ámbito de unas economías fuertemente globalizadas, tampoco será una decisión estrictamente unilateral
¿Por qué?
Porque los vínculos y las dependencias mutuas, especialmente en un contexto de un altísimo endeudamiento público del Estado español, equivalente al 100% su PIB, han estado siempre condicionadas a las percepciones y actitudes que tengan aquellos que le dan crédito. El Estado español no sólo tiene una deuda muy elevada, sino un déficit muy importante, y los financiadores de este déficit son los mercados financieros que son los tenedores de esta deuda. Por lo tanto, no hay ninguna decisión que el Gobierno español pueda tomar si no tiene de alguna manera el aval de aquellos que siguen adquiriendo títulos de deuda del Estado español. Por lo tanto, la independencia de Catalunya, como cualquier proceso político relevante en el mundo occidental, será un proceso multilateral, público, con instituciones de la UE, el BCE, el Tribunal de Justicia, quien sea. Multilateral público, pero también multilateral privado, porque la dependencia, el vínculo entre las instituciones públicas del Estado español y los mercados financieros, es tan grande que siempre habrá una multilateralidad también privada.
¿Y mientras tanto, qué harán?
Prepararnos todo lo que sea posible. Eso incluye unas estructuras de Estado sin las cuales es imposible sustentar las decisiones políticas que queremos tomar. Y estas estructuras de Estado necesitan un mandato democrático político por parte de la ciudadanía. Entre estas estructuras hay una de la que se ha hablado mucho que es la Hacienda. Si no tienes las estructuras que sustentan las decisiones políticas que tomas, estas decisiones no serán sostenibles. Y desgraciadamente, la situación actual de la Hacienda catalana está lejos no sólo de una estructura de Estado, sino del recorrido autonómico posible. La Rioja, Murcia, Canarias, Cantabria... son comunidades de régimen común con una Hacienda mucho más desarrollada que la catalana.
La Rioja, Murcia, Canarias, Cantabria... son comunidades de régimen común con una Hacienda mucho más desarrollada que la catalana
¿En qué momento espera que se concrete esta multilateralidad, cuando ni siquiera se ha conseguido la bilateralidad?
La bilateralidad siempre será una consecuencia de la multilateralidad y no al revés. El proceso va de las decisiones de la sociedad catalana a través de sus instituciones a la multilateralidad, a la globalidad de las instituciones internacionales y de los mercados financieros, y de aquí al Estado español. La prueba es la reforma del artículo 135 de la Constitución pactada por PP y PSOE. Se hizo porque la multilateralidad, nos guste más o menos, les obligó. Por lo tanto, es evidente que hay decisiones muy importantes sobre la Constitución que los partidos políticos españoles las toman, no en función de lo que los ciudadanos les digan, sino en función de esta multilateralidad. Y eso también tendrá relevancia en el proceso de independencia de Catalunya. Seguro que sí.
¿El ministro Guindos le expresó una actitud tan cerrada como la del conjunto del Gobierno del PP?
No, al contrario. La conversación fue sobre una cuestión muy concreta, sobre la conveniencia de que determinados créditos con determinadas entidades financieras españolas pasen a largo plazo. Todos estamos convencidos de que es bueno. Lo cree el ministro, el Gobierno de Catalunya, las entidades financieras. Todo el mundo. La renovación del crédito no quiere decir la liquidación. Es un trámite burocrático. Esperamos que, si todo el mundo cree que es bueno, se haga. El ministerio ha dicho que antes de hacerla esperemos a que lo autorice.
Guindos y todo el mundo cree que determinados créditos que tenemos con determinadas entidades financieras españolas tienen que pasar al largo plazo
Y, ¿se hará?
Yo entendí que el ministerio consideraba que era una reflexión razonable. Espero que ocurra.
También han pedido que se anulen los intereses que paga Catalunya por financiarse a través del FLA, el Fondo de Liquidez Autonómico.
Es una cuestión que hemos planteado en varias ocasiones, pero no en la conversación telefónica de esta semana con Montoro.
¿Hay alguna perspectiva de que se haga?
Es difícil justificar que quien obtiene unos recursos del BCE a un tipo oficial del 0,05, los recoloque a las administraciones subestatales a las cuales impide el acceso directo al BCE, a un tipo del 0,835. Multiplica el precio del dinero por 16. Y dado que no es habitual que en una sola transacción el precio de ningún producto se multiplique por 16, nosotros constatamos que es difícil de explicar. En eso creo que estamos todos de acuerdo.
¿El ministerio les ha dicho que podría ser que aceptaran?
Entiendo que el ministerio cree que planteado de esta manera, y en estos términos, es razonable.
¿Lo ha hablado con otras comunidades?
Hablamos con todo el mundo pero no nos corresponde dar detalles sobre con quién hablamos. Hay alguna administración pública del Estado español que ha elaborado sus presupuestos a partir de la consignación que se derivaría de la reformulación del acuerdo fiscal.
No es realista que un pleno del Parlament tenga unas consecuencias presupuestarias de 12.000 millones de euros, cuando el presupuesto de la Generalitat es de 23.000 millones
¿Los presupuestos catalanes se harán con este planteamiento?
Se harán de la manera más realista posible. Tiene que ser realista la elaboración y la aprobación y la ejecución. A veces se producen circunstancias que no lo acaban de ser del todo, como por ejemplo que un pleno del Parlament tenga unas consecuencias presupuestarias de 12.000 millones de euros, cuando el presupuesto de la Generalitat es de 23.000 millones de euros. Es evidente que no es realista. Sería bueno que esta autoexigencia de rigor la aplicáramos cuanto más mejor.
Hay oposición y oposición...
Estamos convencidos de que todos los grupos parlamentarios en el libre ejercicio de sus funciones intentarán ser lo más realistas posibles.
¿La CUP es el primer socio con quien cuenta el Govern?
Es evidente que tenemos un acuerdo con la CUP y que es nuestro socio prioritario, obviamente, y eso no excluye nuestra voluntad de ampliar los acuerdos siempre que sea posible y el máximo que sea posible.
Ellos entienden que este acuerdo no los obliga a aprobar los presupuestos...
Nosotros respetamos la opinión de todo el mundo. Tenemos una sana costumbre que es la de la prudencia.
¿Sus relaciones con el president Puigdemont son diferentes a las que tenía con el president Mas?
Eran y son muy buenas. En todo caso hay una diferencia evidente y es que ahora formamos parte de un mismo gobierno y que es una relación que ha empezado más recientemente. En los dos casos ha sido una relación buena, de respeto. Con la confianza en que sean no sólo buenas sino que cada vez sean mejores. Es bueno que sea así y la confianza mutua desde un punto de vista institucional y personal seguro que ayuda.
Confío que las relaciones con Puigdemont no sólo sean buenas, sino cada vez mejores
¿Pero es más fácil con Puigdemont o con Mas?
Todas [las relaciones] son fáciles y encantadoras con todos los responsables políticos e, insisto, en lo que sí que hay una diferencia respecto del presidente Mas y cualquier otro es que compartimos gobierno. Esta es una relación que hasta ahora yo no había tenido con ningún otro dirigente político de ningún otro partido, lo que nos invita siempre a tener una relación muy próxima. Me parece que la tengo, que es positiva y buena y la valoramos positivamente. El contacto es diario y tenemos un vínculo muy cotidiano.
Visto desde fuera, da la sensación que hay cierta desconfianza. Hay temas estratégicos que no quedan en manos de un u otro partido sino doblados, como la comunicación, la gestión de autogobierno...
No, al contrario. Precisamente de la confianza mutua que la comunicación es muy importante, intentamos comunicar lo mejor posible.
¿Si se repiten las elecciones generales, habría que replantear que ERC y DiL volvieran a ir por separado? Puigdemont, Munté y diferentes voces dentro de CDC apuntan que sería conveniente lo contrario...
...nosotros somos respetuosos con la opinión todo el mundo. Lo que es evidente es que quien tiene responsabilidad de hacer un gobierno son los partidos. Es bueno que los focos estén encima de los que tienen la responsabilidad de tomar decisiones y hacer gobierno, no sobre aquellos que de momento tenemos la obligación de hacer la independencia de Catalunya. No tenemos ningún interés de desviar este noble interés de la prensa.
¿Es decir, que ahora no es el momento de plantearlo?
En estos momentos quien tiene la responsabilidad y lo ha asumido ante la ciudadanía de formar gobierno [en el Estado] son el PP, el PSOE, Podemos, Ciudadanos... Y todos estamos muy atentos a cómo lo hacen de bien.
El 20D fueron por separado. El resultado fue que En Comú Podem, que defiende un referéndum, quedó como primera fuerza...
Los resultados fueron muy buenos, en el sentido que todos aquellas formaciones comprometidas con el derecho a decidir tuvimos el mejor resultado de toda la historia. Las fuerzas netamente independentistas tuvimos el mejor resultado de la historia. Anteriormente, como independentistas sólo nos presentábamos nosotros. La última vez obtuvimos 3 diputados, esta vez 9. El sumatorio independentista es el más alto de la historia, 17, el anterior como máximo 8, en las elecciones del 2004. Los resultados fueron muy positivos, en todo caso, los mejores de la historia.
Todos estamos muy contentos con que la primera fuerza a las elecciones españolas en Catalunya [En Comú Podem] defienda el referéndum
La primera fuerza defiende el referéndum pero no la independencia...
Que es mucho más que lo que había defendido nunca ninguna primera fuerza en Catalunya en unas elecciones generales españolas. Muy bien. Todos estamos muy contentos.
La crisis vivida en el ayuntamiento de Girona ha provocado tensión en la relación entre CDC y ERC.
No lo he notado nada. A mí no me ha llegado.
Siendo el presidente Puigdemont al anterior alcalde...
No me consta.
Esta semana ha aparecido la primera crisis en JxSí...
No me consta, tenemos una relación hipercordial.
¿Funciona bien el grupo parlamentario?
Que yo sepa, va perfecto.
Que haya libertad de voto...
Está previsto en el programa. Es el estricto cumplimiento del programa. El programa contempla que, en todo aquello que no está previsto, cada uno de nosotros tiene posibilidades de votar lo que crea más oportuno.