A poco más de 20 días para una nueva convocatoria electoral si no se inviste antes un president de la Generalitat, el vicepresident, Oriol Junqueras, ha insistido desde Estremera en la formación de un Govern para "no "malbaratar" los resultados de las elecciones del 21-D. Así lo ha pedido en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Junqueras, que ha subrayado que "no ganamos nada sin hacer gobierno y, en cambio, arriesgamos mucho para volver a la misma situación en el mejor de los casos", ha querido poner de relieve que "no entiendo qué sentido tiene que malbaratemos el resultado del 21-D, que no empezamos a sacar provecho", al mismo tiempo que ha asegurado que "con todos los encarcelados que he podido hablar, coincidimos en que hay que hacer gobierno. Confío, en todo caso, en que será así".
Precisamente en este sentido, el vicepresident ha enviado un mensaje claro a la CUP y a los comunes emplazándolos a "sumarse desacomplejadamente a la defensa de los derechos y las libertades ante el autoritarismo y la regresión democrática", pero también a decidir si "quieren ser parte de la solución. Si quieren sumar y ayudar. Si quieren hacer una apuesta estratégica que nos lleve a sumar complicidades y ser más fuertes o no".
Enquistamiento del 155
Ir hacia nuevas elecciones, pues, no es una buena opción para Junqueras. Según su opinión, "si en lugar de aprovechar el resultado lo que haces es jugártelo, lo mejor que te puede ocurrir es que te vuelvas a quedar donde estabas, en el mejor de los casos". Y no solo eso. También ha apuntado que "no ganamos nada perpetuando el 155" y, justamente por eso, ha insistido en la idea de que "recuperar las instituciones ya es un paso en sí mismo aunque es obvio que solo es un primer paso y que hace falta más".
Una vez introducidos en la nueva legislatura, Junqueras cree que, aparte de "seguir haciendo un buen trabajo, hace falta hace falta emprender una defensa de los derechos civiles y políticos del conjunto de los ciudadanos, con la creación de una oficina, y parar la involución democrática que estamos sufriendo" porque, ha recordado, "nos estamos jugando los derechos y las libertades de todos".
Ahora bien, el vicepresident ha señalado que esta "no puede ser una legislatura ordinaria porque las circunstancias no lo son" y ha añadido que "también nos toca rehacer el destrozo que" están "provocando" porque, por ejemplo, "solo hay que ver cómo están desmantelando la Conselleria de Exteriores, las decisiones que se están tomando en Interior, los despidos, la amenaza contra los medios públicos o la escuela".
Escéptica esperanza
Sobre su futuro, Junqueras se ha mostrado escéptico porque, ha puesto encima de la mesa, "todo aquello que no depende de nosotros o de mí pide cautela cuando no un cierto escepticismo". Según su punto de vista, "sería lógico" que, como mínimo, lo trasladaran a una prisión catalana, pero, aun así, no se ha mostrado muy confiado.
Eso sí, el vicepresident ha querido enviar un mensaje de esperanza a la ciudadanía subrayando que "hace falta persistir siempre y ofrecer al mismo tiempo un proyecto inclusivo", así como que se tiene que hacer siempre "respetando la voluntad popular y escuchar siempre la ciudadanía, que es quien tiene que poder decidir democráticamente el futuro del país".
Y es que, además, si se tiene en cuenta la situación de los exiliados queda claro que "no hay rebelión" porque "siempre hemos sido un movimiento cívico, pacífico y democrático que detesta la violencia". Sin embargo, Junqueras también se ha mostrado prudente sosteniendo que "no me quiero avanzar a nada" porque "quizás algunos poderes del Estado quieren insistir en ir en contra del resto de democracias occidentales".
Fuerte y sereno
Aunque se ha lamentado de que "no tiene ni pies ni cabeza, pero lo cierto es que estamos en la cárcel sin juicio y a 600 kilómetros de nuestras familias", Junqueras ha asegurado que "me siento fuerte y sereno" y ha destacado que "la prisión no podrá cambiar mis convicciones, que son las de un demócrata que se inspira en valores universales"-
El vicepresident ha explicado que "en la prisión intento analizar con frialdad los acontecimientos y procuro trasladar reflexiones que nos permitan trabajar a medio y largo plazo y no cautivos del cortoplacismo" como, por ejemplo, que "en Europa todo el mundo está afirmando que no ha existido [el delito]" y ha vuelto a poner de manifiesto que "ninguna democracia occidental lo comparte, cosa que, a su entender, "tendría que obligar a reflexionar a los demócratas españoles": "Solo hay que ver la situación de los procesados. En España, encarcelados. En Europa, en libertad. Son datos objetivos y no hay que añadir nada más".
Por todo ello, Junqueras ha insistido en la idea de que "juzgan ideas, juzgan la voluntad popular", motivo por el cual se ha vuelto a lamentar que "resolver las discrepancias políticas a golpe de Código Penal no ayuda a resolver nada, no facilita nada y se lo enquista todo". En definitiva, para el vicepresident los encarcelamientos representan "un retorno a la autarquía judicial" porque "cuando toda Europa contradice tus decisiones es que vas en dirección contraria. Y cuando vas en dirección contraria te tienes que preguntar si no eres tú el que no va bien y no todos los demás", ha sentenciado.