"Una inhabilitación no impedirá que haya urnas". Con estas palabras, el vicepresident de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha querido quitar importancia a una posible suspensión del cargo de los miembros del Govern. En una entrevista a El Matí de Catalunya Ràdio, el también conseller de Economía y Hacienda ha expuesto que no tiene ningún pesar a dejar su cargo. "Nadie me echaría de menos. Nadie es imprescindible", ha expuesto.
Ante la posibilidad de que la justicia española persiga e inhabilite del cargo alguno de los miembros del Govern —president, vicepresident y consellers—, Junqueras no prevé que se llegue a este extremo y cree que "triunfará el principio democrático". En todo caso, el conseller de Economia y Hisenda no ha querido explicar si el Govern actual tiene pensado un ejecutivo alternativo en caso de una suspensión.
Sin detalles
El vicepresident se ha mostrado convencido de que el 1 de octubre habrá un referéndum, a pesar de las trabas que pueda poner el Gobierno y el poder judicial. "No hay ningún tribunal estatal que pueda anular el Derecho internacional", ha asegurado el conseller de Economia y Hisenda.
Ahora bien, Junqueras no ha querido dar más detalles sobre la logística del referéndum por lo que hace, por ejemplo, al momento en que llegarán las tarjetas censales en las casas de los votantes. La mano derecha de Puigdemont sí que ha negado que el semanario El Vallenc e Indugraf sean proveedores del Govern.
No hay presiones
Junqueras ha insistido en que no hay presiones a los alcaldes, tal como ayer sugirieron las alcaldesas de Barcelona y l'Hospitalet del Llobregat, Ada Colau y Núria Marín, entre otros perfiles locales. "Dudo mucho de que alguien diga que lo presiono", ha explicado el conseller.
Por el contrario, el vicepresident sí que ve una persecución del Estado en el Gobierno. "Preferiríamos que el Estado persiguiera antes a los terroristas y los narcotraficantes", ha asegurado el vicepresident en una afirmación especialmente dura.
La ausencia de los comunes
El vicepresident ha lamentado que los comunes y podemitas no asistieran a la manifestación de la Diada del Sí. El año pasado, la alcaldesa Colau se movilizó, mientras que ayer su ausencia se hizo patente. "No sé qué hemos hecho mal", ha dicho Junqueras, que ha llamado a la movilización de aquellas personas no necesariamente independentistas pero "demócratas".