Todas las candidaturas que optan a liderar Esquerra Republicana ya han reunido y presentado sus avales, que han sido contabilizados y corroborados por el partido. Esta primera pugna de la batalla interna la ha ganado el hasta junio presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, que ha reunido 2.565 avales. La candidatura Nova Esquerra Nacional que encabeza el sociólogo y exalcalde de Vilassar de Dalt Xavier Godàs, bautizada desde fuera como 'rovirista' y a la que da apoyo buena parte del aparato del partido, ha reunido 1.510. La tercera candidatura que ha pasado este primer corte ha sido Foc Nou, encabezada por Helena Solà y Alfred Bosch y proclive a volver a "poner el independentismo en el centro" y ser menos pactistas con los socialistas, que ha obtenido 468 avales.

La cuarta candidatura presentada era Recuperem Esquerra, impulsada por el Col·lectiu Primer d’Octubre y encabezada por Xavier Martínez. Esta candidatura crítica con la última deriva de la dirección del partido se ha caído de la carrera para liderar la formación republicana, ya que no ha superado el mínimo de avales del 5% del censo de la militancia —412 avales, dado que ERC tiene unos 8.500 afiliados—, al haber obtenido solo 157. Al constatarse los avales insuficientes, desde Recuperem Esquerra han hecho un llamamiento a la militancia a abstenerse en la votación telemática para dirimir el nuevo liderazgo del partido y así "no apoyar a ninguna de las tres candidaturas oficialistas, que solo persiguen repartirse cargos y perpetuarse en el poder".

Finalmente, pues, la pugna por liderar Esquerra Republicana quedará entre 'Militància Decidim', con Oriol Junqueras como candidato a presidente y la líder de ERC en Barcelona, Elisenda Alamany, para secretaria general; Nova Esquerra Nacional, con Xavier Godàs para presidir y la diputada Alba Camps para secretaria general; y Foc Nou, con la exlíder de ERC en Cerdanyola del Vallès Helena Solà como candidata a presidenta y el exconseller de Acció Exterior Alfred Bosch para ser secretario general. Excepto sorpresa —hasta el 20 de noviembre se abre periodo de alegaciones— las tres candidaturas lucharán en el 30.º Congreso Nacional de ERC, que se celebrará el próximo sábado 30 de noviembre.

Ahora las candidaturas afrontarán una campaña de 15 días. En este periodo se llevarán a cabo dos debates: uno entre candidatos a la secretaría general, el domingo 24, y otro entre presidenciables, el martes 26. En caso de que el 30 de noviembre ninguna de las candidaturas supere el 50% de los votos, tendrá lugar una segunda vuelta, el día 14 de diciembre. En caso de segunda vuelta, Foc Nou podría ser determinante: Godàs ha abierto la puerta a integrarlos, como corriente "de cambio" con la que podrían sumar para tratar de rivalizar en números con Junqueras, si bien los de Solà y Bosch lo han descartado por el momento.

Un congreso convulso: post-Govern, batacazo electoral, escándalos y encarnizada división interna

Este 30.º congreso de partido se da en un contexto internamiento convulso. Después del primer Govern en solitario de Esquerra Republicana surgido de las urnas desde la Segunda República, encabezado por el president Pere Aragonès —con 33 escaños en el Parlament, primera fuerza en escaños empatados con el PSC— , y de haber tenido sus líderes en la prisión o en el exilio por su implicación en los hechos del 1-O, los republicanos han encadenado varias bajadas electorales —en las municipales y estatales— que el pasado 12 de mayo culminaron con un gran batcazo en los comicios catalanes, cuando pasaron de 33 a 20 diputados y perdieron toda posibilidad de reeditar Ejecutivo en el Palau de la Generalitat. Junqueras dimitió y se borró temporalmente con la intención de volver, mientras que Rovira pivotó el pacto con el PSC para investir a Salvador Illa y evitar nuevas elecciones; un acuerdo que ha sido muy criticado por algunas corrientes del partido, como las que se han presentado bajo las siglas de Foc Nou y Recuperem ERC, que lamentan los acercamientos con los socialistas durante los últimos años y abogan para volver a un independentismo más combativo y que el debate soberanista esté en el centro.

Y cuando las cosas van mal, todos los trapos sucios salen: más allá de las disputas políticas y reproches cruzados entre candidatos a presidir el partido, hace poco estalló el escándalo de los carteles de los Maragall y el alzhéimer, surgido de las filas republicanas como acción de falsa bandera. Trascendió que había una estructura B organizada para hacer estas prácticas. Nadie sabía nada y todo el mundo se ha expulsado responsabilidades, aunque dimitió Sergi Sabrià, próximo a Rovira y Aragonès, y hasta entonces responsable de Comunicación y Estrategia del partido. También se ha descubierto que el muñeco colgado en un puente de Sant Vicenç dels Horts —pueblo de Junqueras— salió de ERC. Estos episodios, además, ha derivado en una guerra sucia de ataques personales.