El abogado del vicepresident Oriol Junqueras y del conseller Raül Romeva, Andreu van den Eynde, ha dicho que las acusaciones contra ambos "se basan en una evidencia tan escasa que parece que hayan sido diseñadas para hacer que la gente considere que "la acusación 'menor' de sedición "parezca justa", dice el abogado.

"No hubo violencia. Esto va de derechos civiles, del derecho de voto, a pesar de que la fiscalía quiera reducir el alcance del caso. Nosotros, en cambio, tenemos que procurar ampliarlo", añade en declaraciones en el diario progresista británico The Guardian, que también ha entrevistado a Jordi Sànchez en la prisión de Soto del Real.

La acusación de rebelión o de sedición exige que se pruebe violencia, explica Van den Eynde, pero "el movimiento independentista catalán se enorgullece de su comportamiento no violento", añade.

Dureza del castigo

Junqueras "se adapta [a la prisión] y está fuerte, pero sufre. Tiene dos hijos: de cinco y siete años". Romeva "tiene dos hijos de 9 y 11 años, ya lleva en prisión dos meses, aunque ha obedecido todas las órdenes policiales en relación a su libertad provisional. Es muy difícil ir a la prisión, ver a tu padre y después decirle adiós", dice Van den Eynde sobre los hijos de los dos presos políticos.

The Guardian no escatima los detalles del caso. "No se espera que el juicio empiece antes de otoño, momento en que Junqueras habrá pasado en prisión 10 meses," dice. "Se enfrentan a cargos de rebelión, punibles con 30 años de prisión, o de sedición, punibles con 15 años de prisión".

El diario explica que "los consellers depuestos están en una prisión de Madrid bajo estrictas medidas, que exigen a sus familias un viaje de más de 400 millas [650 km] para verlos una vez por semana. Aparte de una visita familiar de dos horas cada tres meses, el único contacto [entre ellos] es por teléfono y con un vidrio por enmedio".