Un retorno por la puerta grande y al ataque. Si las únicas declaraciones en público que había hecho Oriol Junqueras con respecto a la estructura B de Esquerra  fueron para negar que él hubiera tenido nunca conocimiento que los carteles contra los hermanos Maragall habían salido de dentro de Esquerra, la presentación de su candidatura, Militància Decidim, para volver a ser presidente ha roto todo el silencio y se ha referido directamente al escándalo. Lo ha hecho asegurando que al principio del 2018 se formó un grupo para tomar las "decisiones al margen de la presidencia que estaba a la prisión y al margen de la Ejecutiva y del Consell Nacional" y que fue esta la que decidió montar una estructura B.

Oriol Junqueras durant el seu discurs a Olesa / Foto: Montse Giralt

"Toda esta gente ha traicionado a nuestros principios cuando reivindican con orgullo que contactaban mariachis, nos hacen pasar vergüenza", ha remachado con mucha rabia acumulada, más de dos meses después de que Sergi Sabrià dimitiera en la sede de ERC reivindicado esta acción y disparando contra el mismo Junqueras. En el grupo en cuestión también había la secretaria general del partido, Marta Rovira, a la que no ha hecho referencia directamente y con quien había hecho tándem durante 13 años. El acto de hoy ha servido para presentar a quien quiere que sea la sustituta: la escogida es Elisenda Alamany, número 1 del partido en Barcelona y la número 2 en la candidatura de Ernest Maragall en las elecciones del 2023.

Oriol Junqueras i Elisenda Alamany / Foto: Montse Giralt

La indignación como chispa

Junqueras ha pedido que esta rabia y vergüenza que la militancia pueda sentir contra su partido por el asunto de los carteles Maragall y los otros que se han conocido, como el muñeco en Sant Vicenç dels Horts, no se convierta en resignación, sino en el motor de cambio para recuperar la presidencia del partido. Sé que la inmensa mayoría de vosotros estáis indignados, esta indignación es un sentimiento legítimo y tenéis toda la razón. Es legítima e imprescindible, lo tenéis que convertir en motor de cambio y de renovación, de un fuego que lo renueve todo", ha reclamado Junqueras ante un público que lo ha recibido a grito de president.

El acto en Olesa, donde la candidatura ha reunido a más de 1.300 personas segun la organización (de un total de 1.500 localidades) ha sido toda una demostración de fuerza de Militància Decidim y Junqueras ha anunciado que seu proyecto cuenta, por ejemplo, con el 60% de los alcaldes que tiene el partido por toda Catalunya. 

"No logré reivindicar el 1-O"

El expresident ha querido sacar pecho del trabajo realizado por su partido en la organización del referéndum del 1-O con un dardo inicial contra Carles Puigdemont (recordando que la Guàrdia Civil entró en su departamento para intentar detener la consulta y no dentro de Presidència o el Palau de la Generalitat) que se ha acabado convirtiendo en un ataque contra Rovira y Sabrià a través de unas disculpas envenenadas: "Quisiera pedirles perdón, no pude conseguir que su tarea fuera reivindicada como se merecía y cómo el país necesitaba", ha comenzado un Junqueras "convencido de que en aquella campaña del 21 de septiembre no se supo valorar el 1-O, el 3-O y todo lo que habíamos hecho. Quien en ese momento tenía la oportunidad, quien tenía el deber prefirió dedicarse a otras cosas", ha aseverado, en referencia a Sabrià que en ese momento era portavoz y jefe de campaña y Rovira, su número 2 en las listas y candidata efectiva. Al contrario de lo que auguraban las encuestas, ERC quedó por detrás de Junts en esas elecciones.

No ha sido, ni mucho menos, el único dardo que ha dirigido a la actual dirección saliente. Tras decir que la representación política "debe ser muy digna", ha añadido que "cobrar una nómina, pagar módulos de autónomos también es muy digno. Seguro que muchos nos agradecerán que les damos la posibilidad de aprender", ha ironizado .

Limpiar con lejía antes de recoser costuras


La batalla interna del partido ha protagonizado buena parte del discurso de Junqueras, que se ha propuesto recosir el partido si llega a la presidencia, un trabajo que en estos momentos, con los reproches públicos y que cada vez suben más de tono, parece complicado. Antes de poner en marcha las máquinas de coser para rehacer costuras, cree que debe hacerse limpio para evitar que situaciones como las actuales no se puedan volver a repetir. "No coseremos ninguna herida que antes no hayamos limpiado. No coseremos ninguna pieza de tela que previamente no hayamos limpiado. Nadie tiene derecho a pedirnos que hagamos ver que todo lo que nos ha avergonzado no ha pasado".

No ha sido, ni mucho menos, el único dardo que ha dirigido a la actual dirección saliente. Tras decir que la representación política "debe ser muy digna", ha añadido que "cobrar una nómina, pagar módulos de autónomos también es muy digno. Seguro que muchos nos agradecerán que les damos la posibilidad de aprender", ha ironizado .

"A los compañeros de lucha no se les da la espalda"

Si bien el de Junqueras, y después el del Alamany, ha sido el gran discurso de la noche, uno de los otros parlamentos que ha sido especialmente aplaudido ha sido el de Raül Romeva, compañero del candidato a la presidencia en el Govern del 1-O. Si Carme Forcadell le pidió un paso al lado (que ella también se aplicará), Romeva aseguró que si Junqueras quiere ser candidato a la presidencia de ERC o de la Generalitat, "tiene todo el derecho a serlo". "Solo no lo será si la gente así lo decide", ha reivindicado, tras rememorar los tiempos que pasaron juntos en prisión: "Oriol es un compañero con quien he reído y con quien he llorado, de él he aprendido muchas cosas, y me gusta pensar que alguna también he podido enseñarle. Hemos sembrado esperanzas, hemos construido sueños y hemos aprendido de los errores. Somos compañeros de lucha y a los compañeros de lucha no se les da la espalda, se les apoya", ha exclamado emocionado.

Raül Romeva durant la seva intervenció / Foto: Montse Giralt 

Aparte de las personas que han subido al escenario para intervenir durante la presentación, entre los asistentes había apoyos muy importantes para Junqueras como son el conseller Joan Ignasi Elena, el todavía presidente del Puerto de Barcelona, ​​Lluís Salvadó -con un peso muy importante dentro de Militància Decidim, o el portavoz del Congreso, Gabriel Rufián, el más solicitado entre los militantes que han ido a la Passió para hacerse fotos. También había entre el público diputados y exdiputados de Esquerra en el Parlament, como Adrià Guevara o Lluïsa Llop, o Pau Morales, que ahora es secretario de Organización del partido. Elisenda Alemany también estaba sentada entre los asistentes, pero ha terminado subiéndose al escenario como candidata a secretaria general.