Una semana después de la excarcelación de los presos independentistas, se ha resuelto la incógnita sobre el reencuentro esperado entre los dos principales líderes del 1-O, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Tal como ha adelantado ElNacional.cat esta tarde, el presidente de ERC ha solicitado verse con el president exiliado en Waterloo, después de que el intento de verlo aprovechando el pleno del martes en el Parlamento Europeo de Estrasburgo no haya sido posible, porque Puigdemont no tenía planeado asistir. El contacto, lo ha confirmado esta noche en una entrevista al FAQS el propio Junqueras, será el miércoles en Bruselas.
Durante la entrevista en TV3, el vicepresident del Govern durante octubre de 2017 ha reconocido que visto con perspectiva, haría las cosas diferente. "Volvería a hacer el 1 de octubre, mejor, siendo más y más fuertes, extendiendo la mano a más gente", ha apuntado. En la línea de lo que ya había expresado días antes del indulto, ha puesto en cuestión la viabilidad de la unilateralidad. "Esta vía nos ha demostrado que no abre la puerta del reconocimiento internacional", ha dicho. Y para contar con este aval imprescindible del resto de estados del mundo, Junqueras defiende que es indispensable demostrar la predisposición al diálogo.
El presidente de ERC ha reflexionado que las declaraciones de Pedro Sánchez negando el referéndum no le han sorprendido, le ha parecido "normalísimo", porque responde al guion previsto. Eso sí, ha insistido que "ni que sea una pizca mejor", su actitud es mejor que el del PP.
La relación con Puigdemont
Fidel a su estilo habitual, Junqueras ha pasado de puntillas de los temas más espinosos. Ha evitado polemizar con Puigdmeont y ha negado haber leído el libro donde lo acusa de deslealtad. El dirigente republicano ha definido la relación entre ambos de "muy buena".
Lo cierto, sin embargo, es que si bien han tenido algún contacto por personas interpuestas y se han escrito y llamado en alguna ocasión puntual, la interlocución no ha sido nada fluida, todo lo contrario, como consecuencia de las condiciones de represión a la cual se han visto abocados. Desde la distancia se han intercambiado reproches públicos en varias ocasiones. Puigdemont acusa a quien fue el vicepresident de su gobierno de deslealtad en el libro donde relata la experiencia vivida durante el otoño caliente de 2017. De su lado, Junqueras ha afirmado públicamente que su decisión de quedarse en Catalunya fue para mantenerse al lado de la ciudadanía.
El encuentro entre Puigdmeont y Junqueras, donde estarán también el resto de indultados, se producirá en pleno debate abierto sobre la viabilidad de la mesa de diálogo con el Estado, que se reactivará en septiembre. Al día siguiente de su cita con Pere Aragonès, Pedro Sánchez declaró al Congreso que nunca habrá un referéndum sobre la independencia de Catalunya. En las semanas previas al indulto, el artículo de Oriol Junqueras recelando de la unilateralidad incomodó Junts per Catalunya. Es evidente que la estrategia entre republicanos y junteros no se ha sintonizado aunque vuelvan a gobernar juntos. Y Puigdemont y Junqueras son la viva imagen.