Después de unos meses de alto voltaje, la campaña de las primarias internas de ERC han bajado de tono. Así ha quedado demostrado en el acto que Oriol Junqueras ha protagonizado este sábado en Mataró, una semana antes que los militantes escojan entre él, Xavier Godàs y Helena Solà para presidir a Esquerra. El expresidente partía con ventaja y siempre ha sido el gran favorito en esta carrera, una idea que se reforzó después de conseguir recoger más de 2.500 avales, un millar más respecto de sus competidores más directos, Nova Esquerra Nacional. Por eso, dos meses después del acto de Olesa de Montserrat, donde cargó de lo lindo contra la dirección saliente con Marta Rovira al frente, a la capital del Maresme ha vuelto el Junqueras más conciliador y que ya se ve presidente.
Abrazo de Junqueras en Rovira: "Un partido grande que no excluya a nadie"
En su discurso, mucho más breve que el de la candidata a la secretaría general, Elisenda Alamany, se ha centrado más en hablar del día siguiente del congreso, que se celebra el sábado 30, y ha asegurado que aquella misma noche convocará a los miembros del resto de candidaturas para "hablar y construir un proyecto compartido". Antes ha enviado un "abrazo fraternal" a Josep Maria Jové, Natàlia Garriga, Natàlia Mas, Pere Aragonès y también a Marta Rovira, mucho de los cuales se ha manifestado abiertamente en contra que Junqueras ocupe de nuevo la presidencia del partido. Jové, de hecho, forma parte de la candidatura de Nova Esquerra Nacional y Rovira, con quien Junqueras ha hecho tándem durante 13 años, participa de su campaña interna.
"Estamos aquí porque queremos que este sea un partido grande y fuerte. Para hacerlo útil, para volver a ganar, para poner la fuerza de todo el mundo al servicio de las necesidades de cada uno. Un partido grande que no excluya a nadie y que abrace a todo el mundo", ha asegurado al expresidente del parido, ofreciendo su mano tendida al resto de candidaturas: "La libertad solo la podemos conquistar desde una fraternidad sincera", ha asegurado el candidato de Militància Decidim entre aplausos. Hay que recordar que si ninguna de las candidaturas supera el 50% de los votos el próximo sábado, habrá una segunda vuelta el 14 de diciembre entre las dos más votadas y Xavier Godàs ha planteado un frente común contra Junqueras con Foc Nou de Helena Solà y Alfred Bosch.
El riesgo de ser "cosa de friquis"
Alamany, por su parte, ha asegurado que el partido no se puede ni "se merece" esperar más, con situación de interinita desde que Junqueras dimitió el 10 de junio: "Lo que está en juego es a quien encargamos la misión de hacer más grande a ERC. Nos jugamos eso, ser un partido grande o pequeño. Un discurso que conecte con la mayoría del país o solo con los pocos y convencidos. Nos jugamos ser una cosa residual, de friquis," ha apuntado. Alamany, número 1 del partido en Barcelona y posible teniente de alcalde de Jaume Collboni si la militancia avala la entrada de ERC en el gobierno municipal, ha lamentado que durante los últimos años, aunque ERC ha gobernado Catalunya con el president Aragonès al frente, no ha conseguido dominar las conversaciones de la gente.
Elena, Capella y Rufián, los soportes de Junqueras
Este acto en Mataró ha contado también con la intervención de tres soportes clave para Junqueras y que hasta ahora no habían participado activamente en ningún evento. Son los exconsellrtd Joan Ignasi Elena y Ester Capella y el portavoz del partido en Madrid, Gabriel Rufián. Elena y Rufián estuvieron en el acto de Olesa pero Capella ha sido la última en manifestar abiertamente su apoyo a Junqueras, y lo ha hecho con mucha claridad: "Necesitamos un proyecto que no expulsa a nadie y menos a todas las personas que han estado claves en las victorias de ERC y que quieren estar", ha reivindicado.
Elena, por su parte reclama una "inmensa victoria" el día 30 para "recocer a la organización, hacer una gran red de la que nadie caiga nunca más". Capella y Elena son los únicos consejeros del Govern Aragonés que se han significado públicamente por el expresidente y podrían tener un papel clave en el Parlament si finalmente se impone el de Sant Vicenç dels Horts. Rufián, como ya hizo en un acto en Santa Coloma de Gramenet durante la campaña del 12-M, con Pere Aragonès al frente, confesó que su sueño es que Junqueras presida primero el partido y después su país, al frente de la Generalitat. En la misma línea, reprochó que en los últimos años la formación se ha olvidado de la diversidad de las personas que lo conforman: "Nos tenemos que parecer más al pueblo que a Versalles".