El sector de Oriol Junqueras quiere avanzar la fecha del Congreso de Esquerra Republicana en septiembre. Fuentes del expresidente de los republicanos insisten en esta apuesta y argumentan que los estatutos del partido fijan un máximo de tres meses desde la dimisión del presidente. Una fecha que expiraría el 10 de septiembre porque Junqueras la hizo efectiva el 10 de junio. A estas alturas el Congreso está fijado el 30 de noviembre y el único candidato que hay sobre la mesa es el mismo expresidente del partido Oriol Junqueras.
En este sentido, desde el junquerisme se remarca que lo están "recordando" a la dirección y que no se da ninguno de los supuestos recogidos a los estatutos -como un escenario electoral- que justifiquen que se hagan más adelante. Las mismas fuentes apuntan que Junqueras continúa los encuentros con militantes y secciones locales buscando apoyos y que la sintonía es buena. De hecho, tienen un acto abierto previsto con jóvenes el próximo 30 de agosto en Sant Vicenç dels Horts. Con relación a la lista alternativa, insisten en que están abiertos a hablar "con todo el mundo" pero apuntan que esta predisposición no sería recíproca.
Desde el junquerisme siempre se ha considerado que la fecha escogida por la actual dirección encabezada por Marta Rovira fue una maniobra para ganar tiempo para buscar candidatos y preparar una candidatura alternativa a Junqueras, aunque el rovirisme lo haya negado. Y es que el expresidente de los republicanos ha estado trabajando los últimos meses para conseguir apoyos por todo el país, a través de encuentros en secciones locales y reuniones casi diarias.
¿Qué dicen los estatutos?
El artículo 72 de los estatutos, que regula la figura de la presidencia, expone que en "caso de dimisión, incapacidad o defunción" de la persona que ocupa este cargo, la secretaría general "se tiene que encargar de impulsar la celebración de un congreso nacional extraordinario para escoger a una nueva ejecutiva nacional en el plazo de tres meses desde el momento en que se haya producido la vacante". Junqueras formalizó su dimisión el 10 de junio, justo el día siguiente de las elecciones europeas. Por lo tanto, se tendría que fijar una fecha del congreso antes del 10 de septiembre.
Sin embargo, hay otro artículo de los mismos estatutos (art. 54) que establece que "se puede aplazar por acuerdo de la ejecutiva nacional, hasta un plazo máximo de seis meses cuando tenga que coincidir con un proceso electoral". La idea de convocar el Congreso el 30 de noviembre radica en el hecho de una posible repetición electoral. Ahora, ya investido Salvador Illa president de la Generalitat, este artículo sería inaplicable. Sin embargo, uno de los elementos clave que interpreta el rovirisme es que la fecha del congreso se fijó el 15 de mayo, casi un mes antes de la dimisión de Oriol Junqueras. Por lo tanto, la situación radica en la interpretación de los estatutos y si la dimisión de un presidente del partido puede hacer cambiar una decisión tomada con anterioridad.
El apoyo a Junqueras
A estas alturas, el junquerisme está formado por dirigentes del partido forjados en su entorno, como el del exconseller de Interior, Joan Ignasi Elena, que podría aspirar a la secretaría general del partido. También forman parte el exconseller Raül Romeva o el histórico diputado Joan Tardà, junto con el exconseller, exalcalde de Sabadell y actual diputado Juli Fernàndez; el diputado en el Congreso Gabriel Rufián; el exconseller Bernat Solé -también condenado por el Primero de Octubre; Lluís Salvadó, exdiputado y presidente del Port; Laura Palay, exsecretaria general UGT en Catalunya, y Cesc Poch, también dirigente de UGT.
Además, también tiene el apoyo de miembros de la dirección del partido, como el secretario de Organización e influyente dentro de las juventudes de ERC, Pau Morales, o el responsable de coordinación, Oriol López. Junqueras también cuenta con la exdiputada en Madrid Marta Rosique; la secretaria de entes supramunicipales, Norma Pujol; la responsable de afiliación, Kènia Domènech; o el secretario responsable de movilización y coordinación municipal, Santi Valls.
El expresidente de ERC también recibe el apoyo de varios cargos territoriales, como el presidente de los republicanos en la federación del Baix Llobregat, Eduard Suárez; la de Barcelona, Eva Baró; Albert Salvadó, de Terres de l'Ebre; Oriol Ramon, de, Vallès Oriental; Marian Lamolla, del Pirineo; Carles Comas, de Lleida, y la federación del Bajo Besòs, con Dani Villalaín. Al mismo tiempo, recibe el apoyo del exalcalde de Roda de Ter, Jordi Serra o Isaac Albert.
Otros nombres son Adam Tomàs, alcalde de Amposta; Marc Puigtió, alcalde de Sant Julià de Ramis; Joan Borràs, actual delegado del Govern de la Generalitat en Barcelona; Jordi Estiarte, alcalde de Bellpuig; Roser Bombardó, de la Cerdanya y Margarida Feliu, de Viladrau. También el exalcalde de Solsona, David Rodríguez; Laia Capdevila, presidenta de la sección local de Sant Joan de les Abadesses; Estefania Rufach, alcaldesa de Os de Balaguer y diputada provincial; Montse Soler, concejala de Rubí y secretaria general de la federación del Vallès Occidental; Pepi Sans, de la Selva del Camp e Irina Moreno, concejala en Cervelló y secretaria general en el Baix Llobregat.
También cuenta con el apoyo de otros miembros, como el presidente de ERC en el Berguedà, Isaac Lozano; el alcalde eterno de Sant Pere de Torelló, Jordi Fàbrega; Mireia Ingla, exalcaldesa de Sant Cugat del Vallès; Maite Aymerich, exalcaldesa de Sant Vicenç dels Horts; Marc Giribet, alcalde de Sant Andreu de la Barca; Lluïsa Llop, exalcaldesa de Gelida y exdiputada; el alcalde de Sallent, Oriol Ribalta; el exdiputado José Rodríguez; la exalcaldesa de Ponts y actual delegada del Govern en Lleida, Solés Carabasa; David Alquézar, alcalde de Sant Martí de Tous y delegado del Govern en la veguería del Penedès; Adrià Guevara, exconcejal de Vilanova i la Geltrú; Toni Massana, alcalde de Vacarisses y Joan Plana, exalcalde de Roses.