Ante la negativa del president Quim Torra a retirar los lazos amarillos de los edificios públicos de la Generalitat, la Junta Electoral tendrá que adoptar una decisión de respuesta. Es por eso que se reunirá este jueves a las cinco de la tarde en el Congreso de los Diputados, donde está ubicada su sede. La JEC tiene el visto bueno del Gobierno para emprender las acciones que considere necesarias para hacer cumplir el requerimiento, también dar órdenes a los Mossos d'Esquadra.
Desde Moncloa subrayaban este martes que la JEC es "la exclusivamente competente para dar los siguientes pasos, tanto si decidiera remitir los hechos a la Fiscalía como si ordenara al cuerpo de seguridad competente el cumplimiento de su instrucción de retirar los lazos". Eso sí, desde el Gobierno destacaban que "serían los Mossos d'Esquadra los encargados de esta función".
Mientras tanto, el presidente Quim Torra está a la espera de recibir el informe del Síndic de Greuges sobre esta cuestión. El acuerdo del Govern es que sea Rafael Ribó quien dicte la decisión final y que "guste más o menos" se acate, aunque las recomendaciones de este órgano no son vinculantes. Torra ha encargado personalmente el informe a Ribó, que se tendrá que pronunciar en las próximas horas.
De momento, sin embargo, sólo hay una certeza: a estas alturas el Govern de la Generalitat, con su presidente al frente, están desobedeciendo la orden de la Junta Electoral Central. El árbitro electoral pidió a la delegación de Gobierno que notificara si el ejecutivo catalán cumplía o no, un informe acompañado de fotografías que hizo llegar este martes por la tarde.
Hay un precedente similar, el de la alcaldesa de Berga Montse Venturós (CUP), que fue condenada a seis meses de inhabilitación por un delito de desobediencia. Se negó a descolgar la estelada del balcón del Ayuntamiento durante las eleccions catalanas y españolas de 2015.