Junts vuelve a la carga con los presupuestos. El partido de Borràs y Turull ya presentó una enmienda a la totalidad contra el acuerdo de las cuentas del Govern, el PSC y los comuns. Para argumentarlo, advirtió que no eran "unos buenos presupuestos", pero también para señalar "la deriva de la acción política" del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Una enmienda a la totalidad que sirvió de muy poco, porque quedó fácilmente rechazada la semana pasada por una mayoría en el Parlament que Junts ha tachado de "tripartito", en referencia a la experiencia pasada de la Generalitat entre 2004 y 2010.
Pero ahora el partido intenta una nueva estrategia que consiste en presentar un total de 840 enmiendas de diferentes ámbitos para intentar dejar la marca de Junts en los presupuestos, sea como sea. "Con nuestras enmiendas se evidencia que queremos corregir los presupuestos del tripartito autonómico", ha explicado el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet. "Son unos presupuestos para hacer más autonomismo, y nosotros queremos unos presupuestos para hacer país", ha defendido, reivindicando a Junts como la alternativa al actual Govern. Así, ha explicado que su grupo ha hecho un trabajo "minucioso y detallado" para corregir las carencias de las cuentas pensando siempre en la gente y en el país.
Los centenares de puntos respiran del decálogo que ya presentó Junts al inicio de la negociación de los presupuestos, el 30 de noviembre del año pasado, y que tenía 5 grandes ejes. Muchas de las ideas se mantienen. Por ejemplo, sigue poniéndose el foco sobre los impuestos, con la demanda de una rebaja fiscal para "ajustar la inflación" que sufren las rentas más bajas del IRPF. También se pide bonificar el impuesto de sucesiones siempre que sea una muerte familiar de primer nivel de proximidad o cuando la herencia sea una empresa familiar. En el ámbito energético, y ante el alto coste que sufre el sector actualmente, Junts quiere "ayudar a empresarios, autónomos y todo aquel tejido que levanta la persiana" con 74 millones en ayudas directas. Y se apuesta para aumentar hasta un 25% el presupuesto de salud destinado a la atención primaria, así como universalizar la gratuidad del Y-2.
Para el catalán, Junts aboga para dirigir "más dinero" hacia la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. "Necesitan más recursos, hace falta un proceso de transformación para convertirla en una estructura de país", ha explicado Batet. Y precisamente para preparar el próximo embate con el Estado para la independencia, Junts vuelve a recuperar las resoluciones aprobadas durante el debate de política general del Parlament con los votos de ERC y la CUP. En esta línea, el partido confía reforzar el despliegue y la apertura de delegaciones exteriores, fachada la amenaza de que supone el acuerdo Govern-PSC.
Hard Rock, aeropuerto y B-40
De todos modos, las enmiendas de Junts también van más allá y ponen el foco sobre uno de los puntos clave del entendimiento entre Pere Aragonès y Salvador Illa: los tres macroproyectos que consiguieron a los socialistas en un documento extrapresupuestario. Junts ha posicionado como firme defender del Hard Rock, la ampliación del aeropuerto y la B-40 desde el primer momento, y ahora quiere decir la suya para que Catalunya "no pierda comba". Como las tres infraestructuras no aparecen concretadas al acuerdo, Junts presenta tres enmiendas para blindarlos. "Hacen falta garantías y compromisos en firme, y no ambigüedades", explica Batet. Viendo el posicionamiento del PSC, confían reunir también su voto en estos tres puntos, aunque eso sería peligroso porque no sería bien recibido por parte de Aragonès. A pesar de saber el riesgo, Junts alarga la mano a los socialistas. "Sintiendo lo que han dicho responsables de otras formaciones, no tendría que haber ningún problema para garantizar la viabilidad de estos proyectos".