Junts ha aceptado también la propuesta de la CUP, que esta mañana se ha ofrecido como mediadora en las conversaciones que mantienen con los republicanos para la investidura de Pere Aragonès. El diputado cupaire Carles Riera ha anunciado que había convocado a las 12 del mediodía una reunión en el Parlament para plantear una propuesta para superar el actual bloqueo.
El partido de Carles Puigdemont ha tardado más que los republicanos en dar respuesta porque, según han argumentado fuentes de la formación, necesitaban hablar antes con el secretario general, Jordi Sànchez, en manos del cual la ejecutiva dejó las negociaciones. Sànchez, encarcelado en el centro penitenciario de Lledoners, tiene la capacidad para comunicarse con el exterior muy limitada.
Intervención telemática
Finalmente, Junts ha comunicado que asistirá a la reunión de manera telemática dado que Sànchez "hace más de tres años que está encarcelado", mientras que del resto de negociadores, la diputada en el Congreso Míriam Nogueras está en Madrid, Elsa Artadi está confinada por contacto con un caso positivo de Covid y el diputado Josep Rius, "solidario con el resto de la delegación negociadora, también estará de forma telemática".
Mediación de la CUP
La CUP ha planteado su propuesta para mediar después de que ayer por la tarde los negociadores de ERC y Junts se reunieron de nuevo y constataron las diferencias que los separan. Era la primera reunión que celebraban después de que el sábado Esquerra anunció que daban por acabadas las conversaciones con Junts para intentar un gobierno de coalición y pidió a Sànchez que cumpliera su compromiso de cederles los votos para la investidura.
Junts insistió durante la reunión que su disposición es a pactar un gobierno de coalición y no a ceder los cuatro votos que necesitaría Aragonès para la investidura si no hay un acuerdo.
La reclamación de los republicanos para que Junts les ceda los votos para investir a Aragonès ha provocado malestar dentro del partido. Sànchez avanzó públicamente el sábado que no cederían gratis los cuatro votos que ERC necesita y, en un comunicado interno, aseguró a las bases que no aceptarán investir a un presidente de un gobierno que no es independentista.
Este nuevo escollo en las conversaciones se ha producido después de 85 días desde las elecciones del 14-F y dos semanas para la fecha límite para celebrar una investidura antes de que el Parlamento se disuelva.