La sentencia de la Audiencia de Barcelona de este jueves con la cual condenan al exconseller Miquel Buch a cuatro años y medio de prisión ha indignado al independentismo. Además, esta resolución judicial llega en unas semanas clave para la negociación de una eventual investidura de Pedro Sánchez, que previamente tiene que pasar por la aprobación de una ley de amnistía. Pocos minutos después de hacerse pública la decisión de la Audiencia de condenar a Buch y al sargento Lluís Escolà (cuatro años de prisión), Junts per Catalunya ha hecho un comunicado rechazando enérgicamente la sentencia y valorándola de "injusta, completamente desmedida y con un claro ánimo de venganza". Durante el mediodía, el portavoz del partido, Josep Rius, ha atendido a los medios de comunicación para plantear que justamente los hechos de este jueves certifican la importancia de "cobrar por avanzado" y que la formación se afianza y cierra filas con esta vía para la amnistía.

"La posición de Junts per Catalunya ha sido desde siempre firme, clara y diáfana: amnistía y autodeterminación. ¿Alguien duda cuando desde Junts pedimos cobrar por adelantado por la ley de amnistía?", ha planteado el también vicepresidente del partido. Preguntado por si la sentencia a Miquel Buch y Lluís Escolà aleja la posibilidad de que las negociaciones con el PSOE fructifiquen, Rius ha evitado responder: "Solo comentaremos la resolución que ha habido". Rius ha añadido que la sentencia es una "barbaridad, una salvajada" que demuestra que "el a por ellos' decretado en octubre de 2017 todavía está vigente".

El independentismo se solidariza con Buch y denuncia la "barbaridad" de la sentencia

Desde Junts per Catalunya, también han reaccionado a través de X (anteriormente, Twitter) el secretario general del partido, Jordi Turull, o la presidenta Laura Borràs. Para Turull, la sentencia es "una auténtica animalada" que cataloga de "venganza" y no justicia: "Hay una cúpula judicial y un Estado totalmente desbocados contra el independentismo, y ya basta". Borràs ha señalado que la "lawfare condena cuando señala y después la maquinaria completa el trabajo". El president en el exilio, Carles Puigdemont, también ha mostrado su indignación con la resolución judicial, ya que sostiene que Buch y Escolà "no están condenados por un delito que no han cometido", sino por el hecho de que han sido "leales y comprometidos política y personalmente" con él: "Los condenan como un acto de venganza y represalia". Por todo ello, Puigdemont ve a España "podrida en sus cimientos" e "intactas" las órdenes del rey "de ir a por todo" el independentismo: "Si no han entendido por qué razón no renunciaremos nunca a la unilateralidad y a la independencia, y por qué desconfiamos del Estado español, aquí tienen una de las muchas que tenemos acumuladas".

Con respecto a Esquerra Republicana, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha tildado de "auténtica aberración" la sentencia y ha subrayado que "ahora y siempre, la amnistía y la autodeterminación son el camino". También se ha manifestado el líder del partido, Oriol Junqueras, que lo ve como un "nuevo ejemplo de la voracidad represiva de la justicia española contra el ejercicio democrático de las instituciones catalanas". "Una barbaridad de condena", ha añadido el republicano. En relación con las entidades, el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, también ha apuntalado a la amnistía después de que "el Estado tiene cargos electos en el exilio sin garantías democráticas y encarcela a los servidores que apoyan los derechos fundamentales".