Portazo. Junts per Catalunya buscará una alternativa a los socialistas en la Diputació de Barcelona. La ejecutiva nacional de Junts ha acordado este martes por la mañana explorar un acuerdo con otras fuerzas políticas del ente supramunicipal —principalmente, Esquerra Republicana y Tot per Terrassa— y construir un gobierno sin los socialistas. A lo largo de los últimos días, el debate interno sobre qué hacer en la Diputació se ha intensificado y han ido ganando terreno las voces contrarias a repetir un pacto con los socialistas en un contexto marcado por la maniobra de Jaume Collboni con los comunes y el PP para llegar a la alcaldía de Barcelona —y que tuvo como consecuencia que Xavier Trias no la tuviera— y ante la amenaza de una abstención sustancial del independentismo el 23 de julio. El portavoz de Junts, Josep Rius, ha defendido en rueda de prensa que el partido quiere "gobernar la Diputació de Barcelona, pero con mayorías alternativas".
Rius ha expuesto que la dirección del partido "ha constatado que hay varias mayorías posibles" y ha alertado, en referencia al PSC, que la "Diputació no es de nadie". "Junts apuesta para vertebrar con otras fuerzas políticas una alternativa a los socialistas para gobernar la Diputació y abriremos conversaciones con los grupos políticos para hacerlo posible", ha indicado. Sobre la decisión adoptada en la ejecutiva, el portavoz ha afirmado que la basan en la "coherencia": "Siempre que es posible, priorizamos los pactos con los independentistas". Preguntado por el hecho de que ahora no sea posible pactar con el PSC en la Diputació, Josep Rius ha argumentado que "nos hemos pasado cuatro años escuchando la operación 'Reencuentro' y que se había acabado el conflicto cuando lo que pasó en Barcelona el 17 de junio ha demostrado todo lo contrario, que se tomó una decisión que iba en la línea contraria de todo el discurso que se había pronunciado hasta ahora". "Creemos que marca un antes y un después", ha añadido. Por otra parte, ha destacado como elemento diferencial que hace cuatro años, cuando se decidió hacer el acuerdo con los socialistas, no había "ni ejecutiva, ni Consell Nacional, ni Congreso".
Las mayorías que se pueden formar
Con respecto a los grupos con quien abrirán conversaciones, Rius no ha especificado a quién incluyen, pero principalmente interpelan a Esquerra Republicana (11) y Tot por Terrassa (1). También forman parte del pleno del ente supramunicipal los comunes (5), el Partido Popular (4) y Vox (1). Por su parte, el PSC es quien tiene más diputados (17) y Junts per Catalunya es segunda fuerza con 12. Para llegar a la mayoría absoluta, hacen falta 26 diputados. En Junts, hay varios dirigentes que ven factible alcanzar la presidencia de la Diputació de Barcelona si fructifica la mayoría alternativa. Si se consiguiera la suma con ERC y Tot por Terrassa, llegarían a 24 diputados, a dos de la mayoría absoluta. Por lo tanto, podría prosperar en una segunda votación, donde hacen falta más votos favorables que en contra. Dentro de la formación juntaire, hay dirigentes locales que ven con temor la posibilidad de quedarse, también, sin la Diputació de Barcelona, ya que supondría no formar parte del gobierno de ninguno de los entes de las cuatro demarcaciones. Por este motivo, apostaban por la reedición de un acuerdo con el PSC.
En esta línea, aritméticamente también se podría repetir un escenario como el del ayuntamiento de Barcelona: la suma del PSC, los comunes y el PP llega a los 26 escaños. Con todo, los comunes defienden que eso no se volverá a producir. Las negociaciones a lo largo de los próximos días serán muy intensas porque el pleno de constitución se tiene que celebrar la semana antes de las elecciones generales. En este contexto, también puede jugar un papel providencial Tot per Terrassa. Aunque la formación local gobierna en la ciudad del Vallès Occidental con ERC y Junts, no han cerrado la puerta a negociar con los socialistas en la Diputació. En el contexto de ruptura con Junts, los socialistas hace días que exploran fórmulas de gobierno alternativas para mantener la presidencia de un órgano con un presupuesto superior a los 1.000 millones de euros.