Junts per Catalunya ha cargado este martes contra el preacuerdo entre Esquerra Republicana y el PSC para investir a Salvador Illa. En un comunicado, los de Carles Puigdemont desmontan casi punto por punto el pacto entre socialistas y republicanos, pero alargan la mano a los de Marta Rovira para evitar una presidencia de Salvador Illa. "La decisión de hacer Salvador Illa president de la Generalitat no se podrá revertir atendida la aritmética parlamentaria", avisa Junts per Catalunya, quien ha advertido que los grupos parlamentarios surgidos de las elecciones del 12 de mayo no tendrán capacidad para hacer una moción de censura. De hecho, aseguran que "todo queda fiado a la voluntad de cumplimiento del PSC" y advierten que dispondrá de cuatro años para aplicar su agenda de "pasar página" y de "desnacionalización" de Catalunya.

Sin embargo, en el comunicado, Junts per Catalunya sigue alargando la mano a los republicanos para revertir este pacto e insisten en construir una "estrategia común" con el objetivo de aprovechar la aritmética parlamentaria en el Congreso de los Diputados, donde el PSOE depende del independentismo para sacar adelante la legislatura. Los de Puigdemont, dicen, apuestan por "rehacer confianzas" para defender los intereses de los catalanes "mucho mejor" de lo que puede asegurar un gobierno socialista a Barcelona, Catalunya y Madrid.

Recuerdan las negociaciones de investidura

En esta línea, los de Puigdemont recuerdan que los objetivos generales del preacuerdo (financiación y reconocimiento nacional) ya fueron fijados en la negociación para la investidura de Pedro Sánchez. "Su consecución dependía de la evolución de las negociaciones bilaterales", aseguran desde Junts, que critican que se pase de una negociación bilateral con el Estado aprovechando la fuerza del independentismo en Madrid a una negociación bilateral entre el Gobierno presidido por el PSOE y un Govern presidido por el PSC y apoyado por ERC.

En este contexto, Junts insiste en que el preacuerdo asume en la práctica el "marco político" del PSC, que, desde el inicio, ha asegurado que el procés de independencia es un conflicto entre catalanes y que hay que resolver a partir de una mesa catalana. "Denominada ahora Convención", subrayan. Además, Junts considera que el preacuerdo revierte las negociaciones que empezaron en el marco de las negociaciones de investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez. "Catalunya tiene derecho a la autodeterminación no como resultado de ningún consenso sino por su condición de nación, subrayan.

Salvador Illa, "el más favorable a la represión"

Al mismo tiempo, cargan contra Salvador Illa, a quien definen como "el más favorable a la represión al independentismo y el menos comprometido con la lengua catalana". "No ha expresado nunca nada de interés ni voluntad de influir dentro de su partido para acabar con el insostenible maltrato económico y nacional por parte del Estado", dice Junts per Catalunya, poniendo de énfasis en el comportamiento de Salvador Illa ante el déficit fiscal. Y es que consideran que, ante esta situación, el primer secretario del PSC siempre se ha alineado con el PSOE y "no ha denunciado nunca" el incumplimiento de inversiones.

Junts también dedica un apartado al desmontar el preacuerdo del cual los republicanos llaman "financiación singular". "No propone medidas inmediatas en los presupuestos generales del Estado para el 2025, que tengan efectos directos para Catalunya," afirman desde Junts, que denuncian que, en el preacuerdo, se auguran futuras reformas legislativas inciertas, sin consenso y sin asegurar el objetivo fundamental, que es que todo el dinero de la recaudación de los impuestos gestionados y administrados desde Catalunya "se quede en Catalunya". Asimismo, ponen el dedo en la llaga en el apartado que especifica que la Agencia Tributaria pueda recaudar y liquidar todos los impuestos, pero el Govern de Catalunya no tenga el poder sobre el dinero recaudado. "No es soberanía y no evita los incumplimientos del Estado en materia de inversiones y, si fuera el caso, en materia de ordinalidad," dicen. Por eso, piden que sea Catalunya quien fije la cuota del renombre "solidaridad".

En el ámbito de la lengua, Junts remarca que el problema no es la legislación, sino que es su "minorización". "Es la falta de con respecto a los derechos lingüísticos de los catalanohablantes por parte de los poderes públicos, especialmente allí donde gobierna al PSC y el PSOE", subrayan desde Junts, que insisten en el incumplimiento de la inmersión.

Con todo, los de Puigdemont avisan que "están preparados" para cualquier situación y que seguirán trabajando para que Catalunya "tenga una fuerza central independentista potente, mayoritaria, libre de servidumbres y completamente independiente de la dinámica de bloques ideológicos que interesa a la política española".