Junts per Catalunya celebrará su congreso nacional la primera quincena de junio en la Catalunya Nord. La fecha ha quedado fijada en el consell nacional del partido que se ha celebrado esta mañana en Alcarràs (Segrià) donde el secretario general, Jordi Sánchez, ha pedido "generosidad" para que haya una única candidatura para la nueva dirección. Sànchez ha anunciado que, con el fin de facilitar esta suma, no optará a la renovación al cargo de secretario general. "Porque los tiempos hoy requieren una manera diferente de trabajar, requieren la unidad de una lista única, y no tengo pretensión de pedir una lista única y después decir venid todos detrás mío", ha asegurado.

Ante el consell, Sànchez ha emplazado al partido a buscar el acuerdo y sumar lo que cada uno pueda aportar, admitiendo el abanico de las singularidades que representa Junts. El secretario general ha explicado que no podía concretar todavía la fecha del congreso, más allá de decir que será la primera quincena de junio, pero sí ha anunciado que, después de hablar con el president en el exilio, Carles Puigdemont, se ha decidido que el congreso se celebrará en la Catalunya Nord.

 

Secretaría general

El tercer anuncio que ha querido avanzar a los consellers ha sido el de su renuncia a optar a encabezar de nuevo la ejecutiva, por lo cual ha comunicado que este sería su "último consell nacional como secretario general". "Tengo la decisión absolutamente tomada para precisamente actuar en coherencia con aquello que os he pedido, con esta generosidad, voluntad de sumar y que todos aportemos lo mejor de nosotros, que lo importante no es qué posición se ocupa sino que realmente se sea", ha remachado.

Detrás del anuncio de Sànchez aparecen las tensiones internas que se han hecho evidentes las últimas semanas, entre los partidarios del actual secretario general y aquellos que apuestan por una ejecutiva encabezada por Jordi Turull. En este relevo, aparece también la figura de Carles Puigdemont, que ha dejado claro su voluntad de priorizar el Consell per la República, lo cual ha dado alas al nombre de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, como posible sustituta.

Agendas personales

En respuesta a estas tensiones, Sànchez ha interpelado directamente a los dirigentes del partido para emplazarlos a actuar con "generosidad". De hecho ha enviado un mesaje directo, que algunos han interpretado que iba dirigido a Borràs: "Eso no va de agendas personales, de opciones personalistas que nos permitan tener supuestamente minutos de gloria. Eso va de hacer un proyecto colectivo, fuerte, de hacer un equipo dirigente que dé respuesta a la responsabilidad que hoy el partido tiene".

En este contexto, ha alertado que el congreso, a las puertas de las elecciones municipales, serán trascendental, para conseguir un "partido fuerte, arreglado, que todavía está lejos de la mayoría de edad, pero tiene que dar los pasos suficientes para consolidarse". Ha advertido que los rivales querrían un congreso ruidoso y embrutecido y que, a las puertas de las municipales, Junts corre los riesgo de centrarse en el partido y olvidar las elecciones, ante las cuales ha asegurado que aspiran a ser el partido ganador. 

La fecha del congreso ha sido objeto de debate en el partido las últimas semanas, ante la propuesta de aplazarlo hasta después de las elecciones municipales y evitar así un duelo por el liderazgo en plena campaña electoral. La propuesta no gustó a un sector de la dirección y tampoco a parte de las bases que pidieron que se respeten los plazos que marca el reglamento, lo cual obliga a convocarlo cada dos años, és a dir, el proper mes de juny.

Reforma de la ley del catalán

Sànchez se ha referido a la polémica por la reforma de la ley de política lingüística ante el malestar que provocó la incoporación a la misma del grupo parlamentario. Ha asegurado que la propuesta para reformar la ley se ha hecho con voluntad de garantizar el consenso políticos y social por parte de las cuatro fuerzas políticas que lo avalan, pero ha admitido que "no se ha hecho todo bien", por lo cual Junts ha hecho autocrítica.

Sànchez, que ha reclamado sacar la política de las escuelas, ha asegurado que la apuesta de Junts es garantizar la inmersión de manera que la responsabilidad no pivote sobre los equipos directivos de las escuelas y ampliar el consenso político y social, por lo cual ha agradecido que el resto de fuerzas hayan aceptado aplazar la aprobación de la reforma hasta después de Semana Santa. "Nuestra responsabilidad tendrá que ser salir de este lodazal al cual nos han llevado unos cuantos tarambanas y los propios magistrados", ha advertido.

Foto principal: Jordi Sànchez y Jordi Turull se abrazan en el Consejo Nacional del partido