El grupo parlamentario de Junts per Catalunya ha registrado este miércoles la solicitud de comparecencia del president de la Generalitat, Salvador Illa, en el Parlament de Catalunya para que informe sobre si actuará después de las novedades sobre las relaciones del imán de Ripoll, cerebro de los atentados de las Ramblas, y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En un comunicado, la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales, ha exigido que el Govern pida explicaciones al Estado español después de las novedades. Según Sales, hay que ir al fondo de la cuestión para saber si hubo negligencia policial o connivencia: "En los dos casos hay que depurar responsabilidades, porque por culpa del trabajo mal hecho hubo dieciséis muertos y numerosos heridos".
La portavoz juntaire ha lamentado que el Estado español, mientras se infiltraba en el movimiento independentista y lo espiaba para obtener cualquier información en su lucha contra Catalunya, no tomó ninguna de estas medidas contra el terrorismo islamista. Esta acción del grupo parlamentario se suma a la petición de comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha registrado Junts en el Congreso para que dé todas las explicaciones necesarias sobre los casos de policías infiltrados en el independentismo.
Las nuevas revelaciones del imán
Y es que la documentación que el Gobierno ha desclasificado a instancias de Junts ha confirmado que el CNI quiso captar Es Satty como confidente en tres reuniones, aunque finalmente lo descartó. Concretamente, los informes ponen de manifiesto que en el 2014 el CNI tuvo interés en captar como confidente Abdelbaki Es Satty, el eximán de Ripoll y que posteriormente sería el cerebro del 17-A. A pesar de eso, acabó cerrando la puerta porque, después de tres entrevistas, consideró que había que mantener una "gran cautela" con un individuo de quien no se tenía "ninguna fiabilidad y confianza". Después de que en abril del 2014 Es Satty saliera de la prisión (donde estaba recluido por una condena por narcotráfico), el CNI lo siguió durante siete meses, pero no apreció "ningún indicio" que "pudiera estar radicalizado o en proceso de radicalización".
Turull pide una comparecencia
Precisamente, el secretario general de Junts, Jordi Turull, cargaba este martes contra el president de la Generalitat por el "silencio" sobre las nuevas revelaciones del imán de Ripoll. "Habría esperado que hiciera una comparecencia pública para pedir que se vaya hasta las últimas consecuencias", denunció Turull. En cambio, ha lamentado que hubo "silencio para no molestar a Madrid".