La ejecutiva de Junts se reunirá esta tarde para decidir el sentido del voto de sus diputados en la votación para la investidura del candidato de ERC, Pere Aragonès. La portavoz del grupo parlamentario, Gemma Geis, ya dejó claro en la reunión que mantuvo con la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y en la rueda de prensa posterior a que no hay un acuerdo que permita el voto a favor. Si no hay novedades de último momento, Junts tendrá que debatir esta tarde si opta por el no o la abstención.

Esta mañana no ha habido ninguna nueva reunión de los equipos negociadores y el último movimiento se registró ayer por la noche cuando ERC pasó a Junts una nueva propuesta de una hoja y medio para reformular el Consell per la República, el órgano que preside Carles Puigdemont y que se ha convertido en uno de los escollos para el acuerdo.

Fuentes de Junts aseguran que esta última propuesta no aporta ninguna novedad sobre lo que se había planteado en reuniones anteriores.

Incomodidad ante el exilio

De hecho, el mismo Puigdemont ha publicado esta mañana un hilo de tuits subrayando el papel del exilio y la voluntad de no rendirse. "Me doy cuenta de que eso ha hecho enrabiar al Estado y que al mismo tiempo ha incomodado algunos sectores del independentismo que cada vez lo disimulan menos", ha advertido.

Geis: "No más lecciones"

No ha sido el único. También la portavoz del grupo parlamentario, Gemma Geis, ha estallado en un tuit donde ha reclamando: "Miraremos adelante, por responsabilidad, por sentido de país, pero no más lecciones", ha reclamado.

Las reacciones en las redes han hecho evidente el malestar existente en Junts, que sigue rechazando dar el sí a la investidura sin un acuerdo global que garantice la estabilidad del Govern, como aseguró el martes el secretario general, Jordi Sànchez.

En esta situación la dirección tendrá que decidir si optar por el no o la abstención. Una abstención tampoco abriría la puerta a la investidura en segunda votación, a no ser que el PSC lo facilitara.

 

En la imagen, el secretari general de Junts, Jordi Sànchez, y el candidato de ERC, Pere Aragonès, el martes / Sergi Alcàzar