Unas 2.000 personas se manifestaron este jueves en Manresa para denunciar la dejadez, la inseguridad y la delincuencia que vive la ciudad en los últimos tiempos, y pedir una actuación por parte del gobierno y de todos los partidos políticos. Respondiendo a esta demanda ciudadana, el portavoz de Junts en el Ayuntamiento de Manresa, Ramon Bacardit, se ha reunido este viernes con el secretario general de la formación, Jordi Turull, para analizar la situación, y en una rueda de prensa posterior ha cargado contra el gobierno local, liderato por Marc Aloy (ERC), por su inacción ante lo que ha definido una "crisis de civismo". Bacardit ha tildado de "incapaz" el Ayuntamiento y ha lamentado que "el gobierno está más preocupado en criticar a los concejales de la oposición que al escuchar los problemas que tiene la ciudad".
El juntaire ha felicitado a los organizadores de la manifestación de este jueves por la "valentía" y el "compromiso" con la ciudad. El portavoz de Junts ha valorado que los impulsores de la protesta "han perseverado y han sabido dar una respuesta cívica y democrática a desazones profundas de la ciudadanía" a pesar de haber recibido "todo tipo de ataques y difamaciones", en referencia a las acusaciones de racismo recibidas. En este sentido, ha criticado que "el alcalde y su gobierno no hayan aprovechado la manifestación de ayer para hacer frente a la situación y poner las bases para una unión en el civismo en vez de poner el foco en la desunión".
Junts por Manresa propone al gobierno local buscar una solución conjunta a la inseguridad
Bacardit ha señalado que Manresa vive una situación "de alta complejidad social, cultural y económica" causada por "el empobrecimiento económico, social y cultural", y por eso ha propuesto al gobierno municipal buscar una solución conjunta. Junts per Manresa ha alargado la mano al gobierno de ERC para encontrar un "punto de confluencia" en relación con el civismo, que consideran una "cuestión muy básica que abraza arcos ideológicos muy amplios". Así, Bacardit ha reclamado la necesidad de "hablar de orden público" y dar una "nueva orientación" a las políticas en este ámbito, con propuestas como el "patrullaje de proximidad, proactividad y anticipación a los hechos". También ha planteado "revisar y actualizar las ordenanzas de civismo y trabajar la acción comunitaria como herramienta exclusiva".
Así, por una parte, Bacardit ha pedido abordar el problema "con un debate político abierto a la ciudadanía" con el objetivo de aprobar un "contrato cívico ciudadano", y también un "plan de choque para impulsar la economía". Por todo ello, ha reclamado celebrar un pleno extraordinario.