Junts per Catalunya cerrará el agosto más político de los últimos años con una reunión de la ejecutiva del partido en Altafulla, tal como ha confirmado ElNacional.cat. Esta servirá para dar inicio al nuevo curso político y a un septiembre marcado en el país por la Diada Nacional de Catalunya y el debate de política general en el Parlament, que coincidirá con la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso de los Diputados, que parece abocada al fracaso ante la imposibilidad del PP encontrar socios por sus pactos con Vox. Esta será la primera reunión de los dirigentes del partido desde la que se celebró horas antes de la constitución de las cortes españolas, en las que finalmente se optó por investir a Francina Armengol como presidenta del Congreso tras pactar comisiones de investigación sobre los atentados del 17 de agosto y las cloacas del Estado, poder hablar el catalán a la cámara baja y la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Ahora, esta nueva reunión tiene lugar en medio del silencio absoluto de Junts con respecto a las negociaciones con el PSOE por una posible investidura de Pedro Sánchez y también sobre el frente común con ERC a la hora de negociar juntos con los socialistas, que necesitan los 14 votos de los diputados socialistas. La ejecutiva tendrá lugar en Altafulla y mientras estén reunidos los dirigentes del partido no podrán llevar su teléfono móvil.
Si este año esta reunión tiene lugar en la Costa Daurada, hace un año los dirigentes de Junts se reunían en Pals, en la Costa Brava. Entonces, el partido tenía encima de la mesa la posibilidad de salir del Govern de Pere Aragonès ante su falta de avances en el eje nacional que habían pactado en el acuerdo de investidura. Esta salida se acabó confirmando después de una consulta a la militancia pocas semanas más tarde, al principio de octubre y después del debate de política general. Además, en aquel momento, tan solo hacía un mes que el Parlament había suspendido a Laura Borràs como presidenta de la cámara. Ahora, un año más tarde, la situación es radicalmente diferente y todos los ojos están puestos sobre el partido por su papel clave en una posible investidura de Pedro Sánchez, que necesita sus votos (y también de los de ERC y de los partidos nacionalistas vascos) para prosperar. De momento, sin embargo, la primera sesión de investidura es Alberto Núñez Feijóo, que también ha sido noticia para querer hablar con "todos los partidos menos EH Bildu", hecho que incluye también en Junts y Carles Puigdemont.
Silencio con respecto al ofrecimiento del PP y Feijóo
Desde de ERC ya han cerrado la puerta a este encuentro con el PP pero desde Junts, que se han recetado silencio, no han dado respuesta a una propuesta que ha provocado la indignación del líder del PP catalán. Mientras Feijóo ha asegurado en los últimos días que está dispuesto a "escuchar sus reivindicaciones y propuestas" dentro de los límites de la Constitución, reivindicado que él no es en absoluto un "rival político e ideológico" de los juntaires, Alejandro Fernández ha desautorizado al presidente de su partido, dejando claro que para él, Junts sí que es su rival. Con este alboroto de fondo, desde Junts no han valorado el ofrecimiento de Feijóo de reunirse para hablar, no para negociar, como tampoco han hecho ninguna declaración sobre el estado de las negociaciones con el PSOE. Esta es la tónica general desde el pasado 17 de agosto: la portavoz de ERC, Raquel Sans, ha asegurado que ya han mantenido contactos tanto con Junts como con los socialistas, pero sin revelar ningún detalle más y Salvador Illa se ha mostrado "moderadamente optimista" con respecto a las negociaciones, sin ir más allá.