La pasada legislatura, el Parlament de Catalunya contó con dos comisiones que investigaban por un lado el escándalo del CatalanGate, uno de los casos de espionaje con Pegasus más graves del mundo y que afectaba el independentismo, y por el otro las infiltraciones policiales dentro del movimiento por todos los Països Catalanes. Con la convocatoria de elecciones estas comisiones y sus trabajos decayeron, pero este jueves, Junts, ERC, los comunes y la CUP han presentado una propuesta de resolución para crear una conjunta y que pueda reanudar el trabajo donde se quedó antes de que se acabara la legislatura. Estos cuatro partidos no tienen mayoría en el Parlament y el PSC no se ha mostrado nunca partidario de estas comisiones, defendiendo el trabajo hecho por el Gobierno tanto en el caso del CatalanGate como en las infiltraciones policiales. Por eso, han decidido optar por la vía del reglamento que permite impulsar una comisión de investigación con una tercera parte de los diputados o tres grupos parlamentarios.

Volver a pedir la comparecencia de Marlaska

El diputado de Junts, Josep Rius, ha asegurado que existen muchas similitudes entre el espionaje con Pegasus además de una sesentena de independentistas y las infiltraciones policiales dentro del movimiento, como ahora la "vulneración de múltiples derechos universales" y una "persecución política clara por parte del Estado que es ilegal y que son hechos que no tienen cobertura", señalando directamente el Gobierno por sus responsabilidades, a quién ha pedido explicaciones.

De hecho, tal como ha explicado Pilar Castillejo, diputada de la CUP, uno de los objetivos es volver a pedir la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, para que explique a la cámara catalana las infiltraciones policiales en el movimiento independentista. "Esperamos que dé la cara", ha manifestado la cupaire, recordando que en la pasada legislatura se negó. De hecho, todos los miembros socialistas del Gobierno que fueron citados a declarar por el CatalanGate, entre los cuales Pedro Sánchez, no comparecieron y el Parlamento lo denunció delante de la Fiscalía.

Por parte de Esquerra Republicana, Laia Cañigueral, ha asegurado que la voluntad es acabar el trabajo que se empezó a hacer en la anterior legislatura, defendiendo que el Parlament tiene que ser "el baluarte en la defensa de los derechos" y que hay que ir hasta el final porque son actuaciones hechas por cuestiones ideológicas, para ser independentistas y de izquierdas". Andrés García Berrio, diputado de los comunes, ha descrito las infiltraciones y el espionaje como unas de las "vulneraciones más graves en nuestro país", y se ha manifestado en la misma línea que sus compañeros. Los cuatro han pedido al PSC que no se ponga de perfil en esta ocasión, cómo ya ha pasado anteriores veces y, en palabras de Cañigueral, parte de su trabajo es hacer que los socialistas catalanes "reaccionen y defiendan los derechos".