Del "president, ante un problema de confianza, si no hay concreción, le pediremos que se someta a una cuestión de confianza" al "o rectificación, o elecciones". Del principio de la salida de Junts del Govern a la exigencia de un cambio de rumbo o elecciones anticipadas. Ha pasado un año de una premisa a la otra y, a lo largo de este tiempo, Junts —ahora partido de la oposición— ve a Catalunya "peor" que entonces. El presidente del grupo parlamentario de los juntaires, Albert Batet, ha verbalizado durante el debate de política general la imagen negativa que tienen de un ejecutivo "dormido, sin proyecto, sin fuerza, que no lidera, que está desaparecido y está desconectado de la realidad y de la sociedad". Es en este contexto que Batet ha afirmado que "Catalunya no merece esta agonía" y ha reclamado al president de la Generalitat, Pere Aragonès, "autocrítica" ante la "desorientación" y un golpe de timón que, en caso de no hacerse, debería llevar a elecciones: "Solo puede tener sentido agotar la legislatura si hay un cambio de rumbo; hágalo o solo le quedará la alternativa insoslayable de convocar comicios".

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Los juntaires han querido advertir a Aragonès que se trata del "último tren, la última oportunidad" de su Govern para enderezar una acción que ven "insolvente" porque "perdemos dinero en cada empresa ante el Gobierno". El rumbo, en opinión de Albert Batet, es "erróneo y deficiente" y en esta línea ha reclamado al president una "rectificación": "Usted es president gracias a los votos de la mayoría del 52% de voto independentista, deje de mirar solo los límites de su partido o los compromisos de su formación en Madrid y actúe con convicción y determinación". El diputado de Junts ha querido criticar que parece que Aragonès "haya cambiado el discurso en función de las circunstancias y aritmética de Madrid y no por el contexto de Catalunya", teniendo en cuenta que hace un año "Junts pedía unidad y la respuesta fue destituir al vicepresident, y este martes clamaba por esta unidad". Batet ha tendido la mano recordando que "el 52% existe desde 2021", pero ha insistido en que hay que pasar "de las palabras a los hechos". "No haga perder más tiempo al conjunto del país, con 33 diputados no se va a ninguna parte y hay que rectificar", ha espetado.

 

Una legislatura "en punto muerto" y la relación PSC-ERC

Desde la perspectiva de Junts per Catalunya, esto hace que la legislatura se haya situado "en punto muerto" desde su salida del Govern. "Es la consecuencia de la decisión que tomó forzando la salida de Junts del ejecutivo, prefirió la falsa comodidad de un Govern en solitario y prefirió la hegemonía del partido al país", ha reprochado Albert Batet al president de la Generalitat. Batet ha añadido que el Govern "no va a ninguna parte" de esta manera ni puede gobernar "así" porque "no transmite ambición nacional y tampoco ha reunido ni una sola vez al conjunto del independentismo desde que Aragonès gobierna". "Ni visión de futuro, ni gestión del presente; el Govern arrincona proyectos estratégicos y deja escapar oportunidades, no sabemos si por dejadez, incompetencia o voluntad propia", ha subrayado el presidente de Junts en el Parlament, en referencia a iniciativas como el Hard Rock, la Ryder Cup o los Juegos Olímpicos de invierno.

En paralelo, Albert Batet se ha querido referir a la gestión de la sequía, al "uso electoralista" del Govern prometiendo "residencias en función de los resultados electorales", al "fiasco" de las oposiciones o al debate sobre el uso de los móviles en las escuelas como ejemplos de un ejecutivo "apagado e insolvente". En este momento, el dirigente juntaire ha aprovechado para recordar que los presupuestos de 2023 se aprobaron con el apoyo del PSC y ha querido erigir a su formación en alternativa porque los socialistas son "cómplices" de este "desgobierno". Junts también ha reclamado la deflactación del IRPF, un "debate sereno" sobre el impuesto del patrimonio —teniendo en cuenta que en otras comunidades se está suprimiendo— o el traspaso de Rodalies. En este sentido, Batet ha anunciado que actuarán de "forma propositiva y con responsabilidad" en las propuestas de resolución e iniciativas del curso parlamentario actual.

La presidenta y el secretario general de Junts, Laura Borràs y Jordi Turull, en el debate de política general en el Parlament de Catalunya / Foto: Carlos Baglietto.

Las negociaciones por la investidura elevan la tensión entre Pere Aragonès y Albert Batet

Durante su intervención, Albert Batet ha vaticinado que el debate de política general de este año es el que "despierta menos interés de los últimos años" y el "menos trascendente" en mucho tiempo. "No es por Madrid, porque de hecho el independentismo acapara todas las miradas y estamos en el centro del tablero político, pero hay una ficha que no juega la partida como le toca y que está en fuera de juego permanente: el Govern", ha indicado Batet como causa de esta "falta de interés". Es así como ha salido a debate las negociaciones con el Estado que pueden desembocar en una eventual investidura de Pedro Sánchez y donde Junts ha querido sacar pecho de las tres "premisas" que se convierten en "alternativa" al modo de negociar de Esquerra Republicana: "Hay que mantener la posición para resolver el conflicto político, no se trata de salvar investiduras ni la gobernabilidad del Estado; no se puede confiar en los partidos españoles y hacen falta garantías; y es necesaria la prudencia, la humildad, la discreción, no hablar en nombres de terceros y no negociar a través de los medios de comunicación". "Esta línea permite entender que la Moncloa solicitara la oficialidad del catalán en la Unión Europea", ha presumido Albert Batet.

 

En contraposición, el juntaire ha sostenido que el Govern ha optado por "un perfil bajo, por hacer perder el tiempo y por descartar la confrontación, renunciando a la unidad y la unilateralidad." "Han dimitido de ser la fuerza tractora del país y tenemos el deber de no ser cómplices del desánimo", ha destacado Batet. En opinión de Junts, el punto de partida de la negociación con el Estado es "erróneo" cuando "se confunde diálogo con negociación" porque el diálogo es la "fase previa de la negociación". "Cuando se sigue dando apoyo a un Gobierno que incumple, se pierde credibilidad y acaba en acuerdos cerrados en falso y en falso diálogo", ha reprochado el parlamentario a Pere Aragonès.

En su turno de réplica, el president Aragonès ha instado a los juntaires a "poner el país por delante" y aprovechar una "oportunidad histórica" porque Catalunya "ha sufrido muchas derrotas y tiene que tener victorias en clave de resolución del conflicto". El republicano ha señalado que están de acuerdo en el qué (amnistía y autodeterminación) y en el cómo (utilizar la fuerza de los 14 diputados en Madrid para avanzar): "El quién no puede ser un problema, no soy yo ni cualquier otra persona, el quién es Catalunya". Aragonès ha puesto de relieve la importancia de la negociación, afirmaciones que han derivado en los principales reproches entre unos y otros. "Bienvenidos a la negociación, porque durante cuatro años han estado dialogando", les ha espetado Albert Batet, añadiendo que "se ha hecho más en cuatro semanas que en cuatro años".

Más adelante, Pere Aragonès se ha revuelto contra el apunte de Junts de que Catalunya está peor que hace un año: "Ha pronunciado un discurso derrotista, no está tan mal; el paro ha bajado, tenemos más afiliados, tenemos más Mossos, más maestros o más personal sanitario". Sobre la falta de proyección de futuro, el jefe del ejecutivo ha destacado que la frase "la mejor política industrial es la que no se hace" no es de su Govern y ha reprochado: "Nissan se cerró cuando ustedes presidían la Generalitat y tenían las competencias de Empresa i Treball, y se ha reindustrializado con ERC en el Govern y con las competencias de este Departament". Albert Batet había criticado, también, al ejecutivo por el trato con los medios de comunicación, unas afirmaciones que han molestado al president: "Nuestro modelo de trato a los medios es el de respetar a todos los periodistas, también a los productores de programas de la televisión pública por parte de todos los diputados [en referencia al episodio de Francesc de Dalmases en el programa 'Preguntes Freqüents'], hemos vivido episodios en este Parlament que nos han producido una sensación que no querríamos repetir". Por último, Batet ha lamentado el tono del president utilizado con Junts: "El jefe de la oposición es Salvador Illa, no ha utilizado el mismo tono". "Está más débil que hace un año, el rey va desnudo y aquí no pasa nada. Reflexione", ha sentenciado el juntaire.