Nuevo día de calculadora en mano en el Congreso de los Diputados. Y giro de guion inesperado final y enésimo aviso de Junts a Pedro Sánchez. La cámara baja española debatía una proposición de ley promovida por el Sindicato de Inquilinos y el Sindicato de Inquilinos con el objetivo de regular los alquileres de temporada. La iniciativa tenía el aval de Sumar, ERC, Bildu, Podemos y el BNG y la incertidumbre era saber qué votarían Junts, el PNV, Coalición Canaria e, incluso, José Luis Ábalos. A primera hora, el secretario general de los juntaires, Jordi Turull, ha anunciado en una entrevista en el Cafè d’Idees que los de Míriam Nogueras se abstendrían. Esto dejaba la votación a merced de un solo voto, aunque Sumar daba por hecho desde hacía horas que saldría adelante. Finalmente, y pese a que desde las filas juntaires han reiterado en los pasillos del Congreso que este sentiría el sentido de su voto, a última hora lo han modificado para votar en contra: su negativa, sumada a las del PP, Vox y UPN ha impedido que prosperara la iniciativa. Y eso que incluso Pedro Sánchez, que los martes no suele asistir al pleno, se ha desplazado hasta la Carrera San Jerónimo para votar (de hecho, hasta ahora, el presidente español solo había votado en dos de los quince martes ordinarios de esta legislatura). Ni esto ha sido suficiente. Finalmente, 172 votos a favor y 178 en contra.

No hemos cambiado de opinión, la abstención del mediodía inhabilitaba la admisión a trámite y los cambios de otros partidos han cambiado el escenario”, ha escrito Jordi Turull en Twitter poco después de la votación. “Junts no será el partido que facilite una ley que invade competencias a Catalunya”, ha añadido. Fuentes de Junts explicaban en el patio del Congreso que la formación no podía facilitar la aprobación de una ley que “no da seguridad jurídica” y esgrimían que las intervenciones de los portavoces “han ido más allá de lo que constaba en el texto”. Los juntaires no han estado cómodos con lo que han oído en la tribuna y se han acabado decantando por oponerse. Sin embargo, se abren a negociar un texto sobre esta materia si vuelve a presentarse en el Congreso y emplazan Sumar a discutir su redactado.

Las reacciones a la decisión de Junts no se han hecho esperar. “Junts ha hecho de Junts, ha engañado diciendo que se abstendría y ha cambiado el voto porque le importan un rábano las condiciones reales de vida de la gente”, ha proclamado la diputada de ERC Pilar Vallugera tras el pleno. “Va siempre de lo mismo: de dinero y de quien manda, y es evidente quiénes son ellos”, ha concluido. Por su parte, el Sindicat de Llogateres, que había reclamado la complicidad de Junts para ganar la votación, ha sido muy duro con los de Míriam Nogueras: “Sois unos mentirosos y estáis condenando a los inquilinos a la miseria”. Y el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, ha lamentado en un tuit que Junts les ha llamado tres minutos antes de la votación para “anunciar que cambiaban el sentido de su voto, en contra de lo acordado”.

Junts denuncia que la reforma “seguirá agravando las rendijas de la ley de vivienda”

Desde Junts, Míriam Nogueras ha defendido esta mañana el posicionamiento de los juntaires (inicialmente eran argumentos para avalar la abstención, ahora reconvertidos en motivos para votar en contra). “Lejos de tapar las rendijas de la ley de vivienda, consideramos que las seguirá agravando”, ha afirmado en una atención a los periodistas sin preguntas. Junts denuncia que la ley de vivienda “no solucionaba el problema de fondo” y lamenta que la votación de hoy pretenda “tapar las rendijas que dejó una ley de vivienda que no ha funcionado e imponer un modelo que se está demostrando que no funciona”. Nogueras ha lamentado que cuando se pusieron en contacto con ellos sobre esta cuestión los ofrecieron un «Plato de lentejas, o lo tomas o lo dejas» y los sindicatos y el resto de partidos “no quisieron negociar ni cambiar ni una sola coma” y ha esgrimido que la propuesta “no tiene consenso, no soluciona el problema de fondo, no protege ni a los pequeños propietarios ni a la persona que alquila, no da seguridad jurídica, choca contra el reglamento europeo y sigue invadiendo las competencias de Catalunya”.

“Los advertimos una vez y otra que no era una buena ley y no mejorarían las tremendas dificultades que tienen los jóvenes y las familias por acceder a una vivienda”, ha proclamado Marta Madrenas durante el pleno en el hemiciclo. La diputada juntaire ha lamentado la “frustración” de la ciudadanía con “propuestas populistas que acaban provocando que cada vez haya menos pisos de alquiler y sean más caros” y ha criticado que la iniciativa plantee políticas “reactivas y tan poco maduradas”.

ERC alertaba del “serio problema” que podrían haber supuesto las enmiendas

Desde ERC, asumiendo que la proposición de ley se admitiría a trámite, Pilar Vallugera ha recelado de que Junts y el PNV, como habían anunciado, permitieran que la votación recibiera luz verde. “Ustedes están en contra de eso, o me explican cuál es el motivo que les ha hecho cambiar toda su ideología o ha habido magia o tenemos un serio problema con las enmiendas que nos presentarán”, ha afirmado. La diputada de ERC confiaba que admitir la ley a trámite (cosa que al final ha naufragado) no sirviera de “valía de entrada a enmiendas que puedan votar Junts, el PP, Vox y el PNV”, que suman mayoría absoluta en el pleno de la cámara baja y en las comisiones. “Les guste o no las derechas son mayoría y me hace sufrir mucho como vaya el trámite de negociación”, ha añadido.

Equiparar los contratos temporales en los de la vivienda habitual y obligar al propietario a asumir los costes de pequeñas reparaciones

Durante el debate, Íñigo Errejón ha defendido la necesidad de la ley para combatir “el uso fraudulento del contrato de temporada” para “subir el precio del alquiler año a año o echar a los inquilinos” esquivando la Ley de Arrendamientos Urbanos y la regulación de los alquileres. “Vamos tarde porque a cada medida que hemos adoptado los propietarios han conseguido brechas y rendijas por las que colarse para no cumplir la ley”, ha reconocido el portavoz Sumar al Congreso. Por este motivo, y viendo que “el derecho a la vivienda a día de hoy no se está cumpliendo en España”, la iniciativa quiere introducir “cambios quirúrgicos” para hacer frente a una “emergencia social”. Sumar querría ir “más allá”, pero asume “la aritmética parlamentaria” y “el equilibrio de fuerzas”.

La proposición de ley introducía diferentes modificaciones en la Ley de Arrendamientos Urbanos. Una de las principales reformas consistía en equiparar los contratos temporales en los de la vivienda habitual con un objetivo: desincentivar el uso para evitar fraudes que permitan esquivar la ley de vivienda, subir los precios de manera continuada o facilitar la expulsión de los inquilinos. Otra de las novedades que aportaba era que los contratos temporales no podrían exceder los seis meses. “Siempre que su duración exceda de seis meses o se encadenen más de dos contratos consecutivos, se entenderá como un contrato de arrendamiento de vivienda habitual”, establecía el nuevo artículo 9 bis.

La nueva ley también quería incorporar un artículo que obligara al propietario a “conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad” y a asumir los costes de las “pequeñas reparaciones que exija el desgaste para el uso ordinario de la vivienda”. Además, la proposición de ley introducía, que, en los contratos temporales, el inquilino “podrá desistir del contrato de arrendamiento” cuando hubiera transcurrido al menos un mes desde su formalización y comunicándolo al propietario con diez días de antelación. Finalmente, el nuevo redactado apuesta porque en los arrendamientos temporales el valor de la fianza no podría exceder la mitad de una mensualidad.