En el primer día de vuelta en el trabajo del Parlament, Junts registra una petición en la mesa del Parlament para que se reconsidere la suspensión de Laura Borràs como presidenta de la institución, tal como se aprobó a finales de julio. Después de dos semanas de vacaciones, este 16 de agosto vuelve a empezar el periodo hábil, con la gran incógnita de quien sustituirá a la presidenta de Junts al frente de la institución, ya que ella ha ido insistiendo en que no dimitirá y su partido ha avisado a ERC, que ahora asume las funciones de la presidencia, de que no la sustituirán.

La presidenta de la cámara fue suspendida en aplicación del artículo 25.4 del reglamento, despurés de que se le abriera un juicio oral per un presunto fraccionamiento de contratos cuando presidia la Institució de les Lletres Catalanes. En este sentido, desde Junts remarcan que la suspensión de Borràs vulnera derechos fundamentales como la presunción de inocencia, el derecho a la participación política y el principio de seguridad jurídica. Con esta petición, empieza el camino por agotar todos los recorridos administrativos antes de que Junts abra la vía judicial a Europa ante la situación de Borràs.

Situación complicada a la presidencia del Parlament

Durante estos días de vacaciones, la gran incógnita ha sido quien presidirá el Parlament a partir de ahora y en qué lugar quedará Borràs. Alba Vergés, que hasta la suspensión era vicepresidenta de la Cámara, ha asumido la presidencia en funciones y ha pedido a Junts que escojan otro nombre. Desde el partido de Laura Borràs, sin embargo, descartan de lleno esta opción. Jaume Alonso Cuevillas decía al principio de agosto que sustituir Borràs sería "dar cobertura y blanquear una situación absolutamente excepcional. Esquerra ha decidido suspender a la presidenta porque ha querido, era el partido que tenía la llave en la votación y el actual socio de Junts". Los reproches han sido constantes durante estas últimas semanas, pero, de momento, no ha tenido ninguna repercusión encima del Govern, a parte de las críticas de los consellers de Junts por la situación de su presidenta.

Mientras tanto, en este contexto, el PSC también ha querido meter mano en la polémica y lo ha hecho a través de su portavoz, Alicia Romero. En su caso, ha tildado de "miserable" la actitud de Borràs: "Si quiere tanto la institución, el primero que tendría que hacer es preservarla y no atacarla utilizando estas palabras tan grandes contra compañeros suyos", ha dicho Romero en los últimos días después de que Borràs señalase alos miembros de la Mesa que votaron a favor de su suspensión. Señalar directamente en los miembros del PSC, ERC y la CUP en la Mesa del Parlament, como hizo Borràs, denota según Romero una "actitud mezquina".