O el acuerdo con Junts o nada. Pasan las horas y parece difícil que el PSOE pueda encontrar la solución para salvar el paquete fiscal acordado con Junts per Catalunya. Es un escenario que también vierte a la desaparición del impuesto a las energéticas, condenado a expirar a causa de la negativa de Junts, y que pone en riesgo la permanencia del impuesto en la banca, avalado por Junts e introducido a través de una enmienda que necesita que reciba luz verde para que entre en vigor. No está siendo fácil. El lunes, ante la firme negativa de ERC y Bildu a apoyar los cambios promovidos por el PSOE y Junts, se desconvocó la Comisión de Hacienda para que todos los actores pudieran ganar tiempo para seguir negociando. Pero parece complicado que las conversaciones lleguen a buen puerto. Desde Junts, tienen claro que su acuerdo es el que está registrado y aseguran que no se moverán de aquí: “El acuerdo es el que es. Si cerramos un acuerdo, cumplimos. Si hay cosas que no se nos dijo que estarían, entonces el acuerdo no se está cumpliendo”, señalan fuentes de la formación, convencidas que ellos, a diferencia de otros aliados parlamentarios del PSOE, han “hecho los deberes”. En los despachos de Junts en el Congreso subrayan que el impuesto a las energéticas “nunca estuvo” encima de la mesa y que su desaparición está “cerrada”. La próxima fecha en el calendario es el próximo jueves, 14 de noviembre, cuando se volverá a reunir la Comisión de Hacienda para debatir y votar todas las enmiendas.

A partir de aquí, Junts dirige toda la responsabilidad al PSOE. “Es su iniciativa, no la nuestra, no lo llevábamos al programa electoral, no tenemos ninguna necesidad que haya acuerdo”, esgrimen desde las filas juntaires en Madrid. “El no acuerdo no nos preocupa en absoluto”, añade otra voz. Fuentes juntaires denuncian el “numerito”, el “teatro” y la “gesticulación” de los socios del PSOE y reprueban que los socialistas no sean “capaces” de “convencer a sus socios” de los acuerdos a los que llegan con ellos. Además, relatan que hay actores (como clubs deportivos, la Unió de Federacions Esportives de Catalunya, mutuas, centros de trabajo especial o patronales de pequeñas y medianas empresas) que se han puesto en contacto con ellos preocupándose por el “riesgo” de que algunas de las medidas acordadas con los socialistas no prosperen. Ahora bien, los juntaires reiteran que ellos han cumplido su parte. Asimismo, quitan hierro al hecho de que las enmiendas no fructifiquen por la falta de apoyos: “Si no está en esta, será en otra. Antes no lo teníamos. ¿Qué perdemos? Tiempo”. Y muestran tranquilidad aduciendo que el hecho de no haya acuerdo y que las enmiendas caigan implica que no habrá afectaciones a las mutuas y a las energéticas, dos extremos que ellos defienden. La falta de consenso, pues, juega a favor suyo.

Y es que aparte del impuesto a las energéticas, la otra línea roja para Junts eran las mutuas. Ayer Sumar y el PSOE anunciaron un acuerdo para eliminar la exención a las primas de seguros privados sanitarios esgrimiendo que tienen uno “claro sesgo regresivo” porque “beneficia fundamentalmente a las personas y familias de renta alta”. Ahora bien, Junts (igual que el PNV) se opone: “Por lo que queda fuera de nuestro acuerdo, a nosotros que no nos miren”, subrayan fuentes juntaires, que reiteran que el PSOE puede pactar “lo que quiera” con otros partidos siempre que “no afecte” al pacto con Junts.

¿De dónde sale todo eso? El PSOE necesitaba el apoyo de Junts para validar un impuesto mínimo global a las multinacionales: no era el paquete fiscal de los juntaires, pero si los socialistas querían hablar, ellos pondrían su parte de la negociación sobre la mesa. Y así es como llegó el acuerdo entre el PSOE y Junts que incluía, entre otras medidas, beneficios fiscales a las pymes y microempresas, una rebaja del impuesto de sociedades en función de determinados supuestos, bonificaciones para la reinversión empresarial, el mantenimiento de prestaciones por incapacidad permanente y una bonificación del 100% de las cotizaciones para los clubs deportivos sin ánimo de lucro. Todo esto, a merced de que ERC, Bildu y Podemos den luz verde.

Sin avances en la negociación para los futuros presupuestos españoles

Por otra parte, fuentes de Junts apuntan que no hay novedades en relación con la senda de déficit, el primer paso para que el Gobierno pueda elaborar y negociar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Por parte suya, está “parado”. Eso sí, insisten que no se trata de un “dominó” que vehicule las diferentes negociaciones, sino que ellos van “pieza a pieza”. Son “carpetas independientes” y cada una “se abre y se cierra” y no hay “contagio de una negociación a otra”.

ERC y Bildu hacen un llamamiento a mantener el impuesto a las energéticas

Mientras, ERC y Bildu batallan para intentar que se mantenga el impuesto a las energéticas. El lunes, los republicanos comunicaron al PSOE que votarían en contra del dictamen de la ley, cosa que obligó a los socialistas a desconvocar a la Comisión de Hacienda. La diputada Pilar Vallugera avisó de que no avalarían la ley si existe el “riesgo” de que se incorporen enmiendas que “favorecen a la banca y las energéticas”. Por su parte, los aberzales reclaman “reiniciar” la negociación para conseguir un “acuerdo amplio, equilibrado y global viable” que permita superar el “bloqueo” para mantener el impuesto a las energéticas y incluir también las “propuestas planteadas por otros grupos en términos de transición ecológica o medidas para las microempresas”. En un comunicado, Bildu expresó su “sorpresa” por el “cruce de acuerdos” que “no cuentan con suficientes apoyos para poder ser aprobados” y argumentó que “ni el PNV ni Junts tienen los apoyos necesarios para poner fin al impuesto a las energéticas”. “No hay ningún motivo para retirar los impuestos a las energéticas y a la banca y que estas grandes empresas dejen de aportar a las arcas públicas”, remachaba.

Podemos avisa al PSOE: “Los votos de las izquierdas valen lo mismo que los de Junts y el PNV”

Podemos también sigue subiendo la voz. La formación morada advirtió al PSOE hace un par de semanas que sus cuatro diputados no apoyarían la proposición de ley si se elimina la tasa a las energéticas. “Se tiene que convertir en permanente y su retirada supondría una reforma fiscal encubierta y regresiva”, esgrimían. Y este martes mantienen su posición. Los morados se han reunido con los socialistas y han reiterado su “total desacuerdo” con la eliminación del impuesto a las grandes energéticas. La propuesta de Podemos es prorrogar durante seis meses el actual gravamen extraordinario con el objetivo de que haya “más tiempo para negociar un acuerdo definitivo” que “satisfaga también a los grupos de izquierdas, cuyos votos valen lo mismo que los de PNV y Junts”. La apuesta de los morados es incluir la prórroga en cualquiera de los reales decretos ley de ayuda a las personas afectadas por la DANA.

El PNV expresa la “sorpresa” porque el PSOE haya llegado a acuerdos que “no llevarán a ningún sitio”

Otro actor relevante en toda esta negociación es el PNV. La formación jeltzale reprueba el “espectáculo” que se ha visto los últimos días y reitera que el impuesto a las energéticas no decaerá por su negativa, ya que ellos abogaban por hacerlo permanente y que se concertara a las haciendas vascas. En una breve rueda de prensa en el Congreso, el líder del PNV en Madrid, Aitor Esteban, ha lamentado que esté viendo acuerdos que “no llevarán a ningún sitio” y ha criticado los “galimatías” entre las fuerzas de izquierdas y el Gobierno que genera una “sensación de inseguridad jurídica absoluta”. El PNV no ve el impuesto a las energéticas como algo “muy acertado”, pero admite que, “dentro de un acuerdo global”, todo el mundo “tiene que ceder”. “Ha habido otro grupo político [Junts] que dice que por aquí no pasa con sus razones y, por lo tanto, eso es una vía que tiene un límite” y “no tiene sentido reabrir algo que no llegará a ningún sitio”.

Todo eso desde el convencimiento de que el “mínimo común denominador” es el que la Moncloa había llegado a negociar. “Una vez más, hace falta el acuerdo de todo el mundo. Si ahora cada una de las partes quiere abrir el acuerdo, es una vía muerta”, ha alertado. Asimismo, ha advertido que las enmiendas que registraron ERC y Bildu hacen que sea “inviable alcanzar un acuerdo en los términos que han planteado” y ha reprobado el “espectáculo” de cara a “la opinión pública y los agentes económicos” con el nuevo pacto entre el PSOE y Sumar anunciado ayer. Finalmente, ha recordado que España puede ser sancionada si no se aprueba el impuesto mínimo global a las multinacionales, que es la génesis de la ley que se está discutiendo y ha tirado un dardo en Bildu y ERC: “Cada uno sabrá lo que hace, pero [en caso de tumbar la ley] estarían liberando el impuesto a todas las que dicen que quieren grabar y a todas las grandes empresas, incluidas las energéticas, que tienen filiales en otros sitios”.