Sin sorpresas. La Ejecutiva de Junts per Catalunya, reunida este lunes, ha aprobado, tal como estaba previsto el reglamento para el congreso nacional extraordinario del partido que se celebrará los días 25, 26 y 27 de octubre en Calella, en el Maresme. A diferencia del de 2021, en que el protagonismo estaba encima de la nueva dirección del partido, después de que Carles Puigdemont y Jordi Sánchez dejaran la presidencia y la secretaría general de Junts, este congreso, avanzado por ElNacional.cat, el de este año no será un congreso para "recomponer el partido", como sí que lo fue hace tres años cuando había dos sectores muy diferenciados que llegaron a un acuerdo, sino para "relanzar y recomponer el independentismo", en palabras del secretario general de la formación, Jordi Turull. Con todo, la gran duda es el papel que jugará a partir de ahora Carles Puigdemont, que no tiene ningún cargo orgánico dentro del partido, aunque son muchos los que quieren que vuelva a ocupar la presidencia. La otra incógnita es si Puigdemont estará presencialmente en este congreso.

"Voluntad de apertura"

Tal como ya se había publicado, queda aprobado que en el congreso de finales de octubre podrán participar tres delegados de cada partido en que ha hecho coalición con Junts per Catalunya en todo el ciclo electoral, hecho que enlaza con la "voluntad de apertura" de la formación. En este sentido, con voz y sin voto, también podrán participar independientes y no afiliados que tengan una relevancia "a nivel nacional, territorial o sectorial", también con la intención de "convertirse en el palo de pajar del independentismo". "El objetivo es definir una nueva estrategia a partir del nuevo contexto para un claro y potente relanzamiento del independentismo que lo vuelva a hacer mayoritario para poder culminar democráticamente lo que votamos y decidir el 1 de octubre de 2017", señalan el partido en un comunicado, aparte de "la construcción de una alternativa clara al nuevo gobierno de base tripartita a partir de la defensa de un país basado en aquellos principios, valores y actitudes que han hecho tan grande esta nación, con propuestas de actuación concretas y definiendo un modelo de país".

En los primeros días de Govern de Salvador Illa, Junts ya ha ejercido de oposición con la fiscalización del acuerdo entre socialistas y ERC que permitió la llegada del PSC en el Palau de la Generalitat y también con críticas a los nombramientos polémicos, como el de la pareja de Sílvia Paneque como jefe de gabinete de su conselleria, que ha terminado renunciando al puesto.