Las elecciones municipales se convierten a menudo en un terreno sembrado de minas para los partidos. Las dinámicas locales pueden convertir la confección de las listas electorales en un ejercicio de funambulismo. Si, además, se añade por en medio una ruptura traumática dentro de un espacio político, como la que vivieron Junts per Catalunya y el PDeCAT, el cóctel se puede transformar en un sudoku nivel experto. El partido de Carles Puigdemont ha descartado la posibilidad de llegar a un pacto electoral para que las dos formaciones concurran juntas a los comicios, lo cual quiere decir que los candidatos provenientes del PDeCAT que se incorpore a las listas municipales de Junts lo tendrá que hacer a título individual.
Todo ello lo han tenido presente los responsables de redactar el reglamento de primarias a que se tendrán que someter los candidatos que pretendan concurrir bajo las siglas de Junts a las elecciones de mayo del 2023. La voluntad de la secretaria de organización de Junts, que encabeza David Saldoni, al preparar el reglamento ha sido evitar poner ningún tipo de obstáculos en la entrada de candidatos de otras formaciones, y en particular de alcaldes, que se quieran incorporar a sus listas, ya sean miembros del PDeCAT, del Moviment d'Esquerres (MES), de agrupaciones de independientes, de ERC, del PSC...
Sin primarias para los alcaldes
Para facilitar esta incorporación, la propuesta que se prepara para someter a la consideración de los afiliados fija que los alcaldes que ya gobiernan en su municipio y quieran encabezar una candidatura de Junts no tendrán que pasar por primarias. Sean del partido que sea.
Eso quiere decir que si, por ejemplo, el alcalde de Igualada, Marc Castells, o el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, ambos destacados dirigentes del PDeCAT, quisieran concurrir a los comicios bajo las siglas del partido de Puigdemont no estaría obligados a someterse a una votación de los afiliados. En cambio, según este planteamiento, sí se tendrá que someter a la votación de primarias Elsa Artadi, responsable del grupo municipal de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, si quiere encabezar la candidatura en la capital catalana.
Propuesta de la ejecutiva
En caso de que hubiera algún otro candidato que quisiera aspirar a encabezar la lista para la cual ya se ha presentado un alcalde, será la ejecutiva nacional de Junts quien decidirá si se convocan o no primarias. Esta mecánica tendría que evitar que las diferencias entre los militantes de los partidos pudieran cerrar el paso a la entrada de un candidato que ya ha demostrado en las urnas su capacidad para recoger el consenso de los votantes. Es decir, que el apoyo que ya ha recibido en las urnas un alcalde se puede convertir en un aval suficiente que no le obligue a someterse al voto de la militancia.
Los estatutos de Junts establecen que las candidaturas electorales se designarán por el método de primarias, pero el reglamento por el cual se rige esta votación lo tiene que aprobar el consell nacional de la formación. Este partido, que se creó como tal en julio del año pasado, ya tuvo que redactar un reglamento de primarias para las elecciones al Parlament del 14 de febrero.
Aquel reglamento fijó el sistema de doble votación para escoger, en una primera urna, a la candidata a la presidencia de la Generalitat, y en una segunda, al resto de miembros de las candidaturas a las cuatro circunscripciones catalanas. Además, se redactó de manera que se dejó la puerta abierta a que Carles Puigdemont, sin someterse a ninguna de las dos votaciones nominales, ocupara el número 1 de la lista, como así acabó siendo. Finalmente, los militantes tuvieron que validar las cuatro listas.
El reglamento establecía que el censo electoral del partido está formado por todos los afiliados de pleno derecho, al corriente de las cuotas.