Junts per Catalunya ha hecho público este miércoles su decálogo de demandas para negociar los presupuestos. Un documento que se articula alrededor de cinco grandes ejes prioritarios, y que llega en una semana que se dibuja como clave a la hora de abordar las cuentas. Mientras que los comuns se imponen como los socios prioritarios y ya han empezado a debatir propuestas concretas de energía, vivienda y movilidad después de haber compartido con el Govern su programa, el PSC ha conseguido desencallar este martes las negociaciones y se dispone a diseñar su plan de prioridades con el fin de facilitarlas pronto al ejecutivo.

En este sentido, los de Borràs y Turull se encuentran en un punto intermedio entre los lilas y los socialistas. Después de varios días de trabajo, y a pesar de no haber recibido toda la información que habían requerido, Junts ya ha podido poner el documento sobre la mesa durante la reunión que ha mantenido este mediodía, a partir de las 12.30 horas, con la delegación del Govern, en que esta vez ha participado la consellera de Economía, Natàlia Mas, después de los últimos encuentros con el equipo técnico del ejecutivo. Por parte de Junts, ha asistido Albert Batet, Mònica Sales y Joan Canadell. El partido confía recibir una respuesta del Govern en los próximos días.

Unas propuestas que se han hecho con rigor y habiendo analizado la situación económica y social del país, han informado fuentes de Junts, que las consideran "perfectamente asumibles" por Pere Aragonès. El partido irá a los próximos encuentros con una voluntad real de negociar y acordar las cuentas y, si bien defenderá sus demandas, ninguna de ellas será un requisito indispensable. "Para nosotros, todo es importante y esta es nuestra propuesta, pero no hablamos de líneas rojas", han asegurado. Tampoco ralentizarán expresamente las negociaciones ni harán "filibusterismo", después de que el Govern haya abierto la puerta a llegar a un principio de acuerdo muy pronto para aprobar el proyecto de presupuestos en el Consejo Ejecutivo del próximo martes. La prioridad es llegar a un buen pacto.

Cinco ejes claves: economía, derechos sociales, lengua, equilibrio territorial e independencia

El decálogo de Junts se articula alrededor de cinco ejes que el partido considera básicos con el fin de "resolver las dificultades y necesidades" de la ciudadanía, además de poner las bases para resolver los retos de futuro. Este puñado de líneas son el desarrollo económico; derechos y cohesión social para la equidad y la seguridad; el impulso del catalán; el equilibrio territorial; y el incremento de la soberanía nacional con la vista puesta en la independencia. El partido reclama "garantías y mecanismos" para asegurar la ejecución presupuestaria, y también han defendido que ninguna de las propuestas tienen un eje ideológico de carácter elitista, sino que pretenden dar respuesta a los problemas de toda la ciudadanía.

 

En materia de impuestos, Junts apuesta por una "fiscalidad justa" que reduzca la presión fiscal frente a la actual situación económica. Así, apuestan por bajar el tramo autonómico más bajo del IRPF del 10,5% actual al 10%, y hacer frente a la inflación con una deflactación del 3,5% de todos los tramos del IRPF para "ayudar a las familias" ante el incremento de precios. Una medida que pretende evitar una "imposición fiscal encubierta", según fuentes de Junts, y que ya están aplicando otras comunidades autónomas del Estado. "El espolio fiscal que vive Catalunya no se tiene que superar presionando a los catalanes con más impuestos", han advertido. Con respecto al impuesto de sucesiones, la intención es llegar "durante los próximos años", de forma progresiva, a una bonificación del 99% de las adquisiciones por causa de muerte en familiares de primer grado.

Las prioridades también se centran en la escuela concertada. Junts exige "revertir presupuestariamente el infrafinanciamiento" de este modelo escolar y consolidar en las nuevas cuentas "el gasto efectivamente ejecutado en los ejercicios anteriores", eso sí, sin perjudicar la escuela pública. En el mismo campo, también se apuesta por "incrementar los precios de los módulos" de la concertada con el fin de actualizarlos después de muchos años acumulados. Y en materia de ocupaciones delincuenciales, una cuestión que el partido ha situado últimamente en su ojo de mira, Junts quiere crear una unidad específica de los Mossos d'Esquadra que se encargue de "disuadir y paliar" este tipo de ocupaciones.

Con respecto a la lengua, los de Borràs y Turull proponen hacer frente al actual retroceso social del catalán con una batería de estrategias, como incrementar hasta 80 millones de euros los recursos destinados a fomentar la lengua, así como trabajar con el mundo empresarial para la flexibilidad horaria que permita la formación lingüística, e incrementar las partidas destinadas a la CCMA, el CAC y la ACN como medios audiovisuales en catalán. En el eje nacional, las diez demandas de Junts tan solo recuperan las propuestas aprobadas con ERC y la CUP durante el debate de política general para que el Govern "trabaje para la independencia" desde todas sus conselleries reduciendo la dependencia de las estructuras políticas y económicas del Estado e incrementando la soberanía de Catalunya con el objetivo final de ejercer el derecho a la autodeterminación.

El Hard Rock mantiene su protagonismo en el programa económico de Junts, con un reclamo para que el Govern se comprometa a "tramitar y avanzar, sin dilaciones innecesarias", con este proyecto y aprobar el Plan de Desarrollo Urbanístico antes de acabar el año. También en materia de inversiones, se apuesta para incrementar las partidas destinadas en investigación, universidades, dependencia, políticas sociales de vivienda, formación profesional y salud, especialmente de la atención primaria. Y con respecto al equilibrio territorial, la formación apuesta por la repoblación del mundo rural con la ayuda de incentivos fiscales, y medidas concretas como ampliar la gratuidad de la T-16 a toda Catalunya o extender la T-Jove hasta los 30 años.