La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años y medio de prisión el exconseller de Interior Miquel Buch por un delito de malversación por nombrar como asesor un mosso de escuadra que hacía de escolta del Carles Puigdemont cuando se marchó de Catalunya el 2017. Las muestras de apoyo e indignación por parte de Junts per Catalunya hacia Buch han sido inmediatas. A través de las redes sociales, Junts ha mostrado "su enérgico rechazo a la sentencia emitida hoy por el TSJC contra el conseller Miquel Buch y el servidor público Lluís Escolà". Desde la formación denuncian que se trata de una sentencia "injusta, completamente desmesurada y que denota un claro ánimo de venganza".
El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha considerado la sentencia como "una auténtica animalada", y ha denunciado que "es venganza, no es justicia". Turull ha mostrado su apoyo a Buch y Lluís Escolà.
En la misma línea se ha manifestado la presidenta de Junts, Laura Borràs, que ha considerado "una barbaridad" las penas de prisión e inhabilitación. Sin embargo, ha advertido que "la lucha del Estado continúa. La nuestra, también".
El presidente del grupo parlamentario de Junts en el Parlament, Albert Batet, ha enviado todo su apoyo a los dos condenados y ha lamentado que "la infamia de la justicia española contra el independentismo no tiene límites".
El vicepresidente de Junts, Josep Rius, ha tildado la sentencia de "salvajada" y ha asegurado que la decisión se trata "de un nuevo episodio del "a por ellos" contra Catalunya y los independentistas".
El exconseller Josep Rull ha asegurado que la condena de Miquel Buch y Lluís Escolà es por "haber protegido al presidente Puigdemont. Es exactamente eso". Además, ha afirmado que se trata de una venganza, "sin matices".
Por su parte, el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha aseverado "¡qué barbaridad"!, y considera que es "una condena que señala la anomalía". Para Antich la única solución es la amnistía.