Junts per Catalunya reparte culpas al Tribunal Supremo y a la Moncloa por la no aplicación de la ley de amnistía. Eduard Pujol ha salido hoy a la carga contra Pablo Llarena por no haber amnistiado a Carles Puigdemont y ha disparado contra la “cobardía” del Gobierno frente al caso omiso del magistrado a la norma del olvido penal. Esta mañana, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, estaba citado en el Senado para exponer la posición de la Moncloa en relación con Venezuela, y el nuevo portavoz de Junts en la cámara alta ha aprovechado la comparecencia para reprochar al Poder Judicial que “se burle impunemente” de la ley de amnistía y “se mofe” del Congreso con un “golpe de Estado judicial”. Uno de los principales artífices es Pablo Llarena, a quien ha tildado de “Tejero sin bigote”, en referencia a Antonio Tejero, el teniente coronel de la Guardia Civil que protagonizó el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

🔎 Puigdemont inflige a Llarena una derrota en ‘casa’ en medio del camino hacia la plena amnistía

 

 

Eduard Pujol ha lamentado que, frente a la “prevaricación judicial del Supremo, saltándose, no obedeciendo y no respetando lo que se aprueba en el Congreso”, la Moncloa “permita que no se aplique una ley legal, vigente y que hoy duerme en el sueño de los justos porque el Gobierno es cobarde y el estado, tramposo”. El senador juntaire ha censurado que lo “realmente impactante” es la “gravedad” del “alzamiento de las togas frente a la voluntad popular expresada con las leyes aprobadas” y ha reclamado, en reiteradas ocasiones, que, frente a un estado que “quiere silenciar a un presidente de Catalunya en el exilio”, el Gobierno “tiene que decir basta”.

El discurso de Eduard Pujol ha estado repleto de referencias a la ley de amnistía, al 1 de octubre y a Carles Puigdemont. El senador ha denunciado la “enorme anormalidad democrática” que supone “constatar que un diputado electo no puede ejercer sus derechos políticos” y ha esgrimido que “si hay un juez prevaricando, se tiene que denunciar hasta la extenuación”. Pujol ha acusado a la Moncloa de “ponerse de parte del que no cumple la ley” y ha señalado directamente al ministro Félix Bolaños, que el viernes sostuvo que el regreso de Puigdemont “no aportó nada a la sociedad catalana” y afirmó que España es un Estado de derecho donde “se cumple la ley” y “se tienen que cumplir los mandatos judiciales”. “Los temblores de piernas y los equilibrios del ministro de justicia son de vergüenza ajena”, ha criticado Pujol, que ha añadido que la democracia “no es un juego de equidistancias y de quedar bien”. Además, ha reprobado que “el problema es la Operación jaula que España puso en marcha con Mariano Rajoy, que Sánchez no quiso ni supo parar y que hoy continua incontrolada”.

Turull avisa que “no basta con criticar” y pide “actuar” frente a un presunto delito de prevaricación

Justo esta mañana, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha reprochado a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado que no estén actuando frente a la no aplicación de la amnistía. “No basta con criticar, si alguien sabe que se comete un delito, y esto presuntamente es un delito de prevaricación, debe actuar”, ha esgrimido en una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio. Y ayer, en una rueda de prensa, el mismo Turull consideró que el Gobierno “podría hacer bastante más” para la aplicación efectiva y total de la amnistía: “Cuando tú sabes que un juez no aplica una ley, que es muy clara, es un juez que no está cumpliendo la ley. Y se tendría que actuar jurídicament contra los jueces que han decidido no aplicar la ley contra determinadas personas”, sostuvo.

“Quieren limpiar la casa de los otros, cuando la suya es una porquera”

La intervención de Eduard Pujol también ha contenido constantes paralelismos entre la situación en Venezuela, que era el objeto de la comparecencia de José Manuel Albares, y en Catalunya. El portavoz de Junts en el Senado ha criticado la “doble moral” y el “cinismo político” del PSOE y ha cuestionado que la España que “maltrata una democracia enferma y débil” quiera “dar lecciones” sobre la democracia de Venezuela: “El problema es que una parte del estado hace lo que le da la gana, que es exactamente lo mismo que algunos de ustedes hoy vienen a denunciar, pero del régimen de Maduro en Venezuela”.

Hoy ustedes quieren limpiar la casa de los otros, cuando la suya es una porquera”, ha afirmado, y ha sostenido que, hablando de “limpieza” y de “ejemplaridad democrática”, el Estado español “padece el síndrome de Diógenes” porque es un “espacio donde, de forma enfermiza, se acumula toda la porquería posible”. Frente a esto, “solo quieren hablar de Venezuela” en vez de “hablar de lo que tienen delante de sus propias narices”. “La España política y el Gobierno de Sánchez defienden el decoro democrático cuando nos hablan de países situados a catorce horas de avión, pero no son lo bastante fuertes para decir basta a la suciedad estructural que inunda el Estado español”, ha concluido.