Convergència i Unió (CIU) pisaba por primera vez en el año 2003 la oposición después de 23 años de gobiernos pujolistas. Entonces, Artur Mas era el líder y jefe de la oposición, con un equipo contrastado y que, el año 2011, acabaría recuperando el Govern de la Generalitat. Entre el equipo del president Mas durante los años de la llamada travesía por el desierto, estaban Felip Puig, Irene Rigau, Francesc Homs, Ramon Espadaler, Josep Rull, Oriol Pujol, Antoni Castellà, Meritxell Borràs, Joana Ortega, Lluís Maria Coromines, Santi Vila o los mismos Carles Puigdemont y Jordi Turull. Pero también había una gran hornada de alcaldes y cargos municipales, como el alcalde de Sant Cugat del Vallès, Lluís Recoder; el alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal; el de Reus, Carles Pellicer; el de Vilanova i la Geltrú, Esteve Orriols; o el de la Seu d'Urgell, Albert Batalla. Mas y su equipo harían una dura y contundente oposición a los dos tripartitos encabezados por los presidentes Maragall y Montilla, con la negociación del Estatut y la polémica y chocante relación con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Veintiún años después de las elecciones en las cuales CIU pisó la oposición por primera vez, Junts per Catalunya busca exactamente lo mismo: recuperar la Generalitat más temprano que tarde y hacer una dura y contundente oposición a un Govern encabezado por Salvador Illa. Sin embargo, las coordenadas no son las mismas. Ahora, el PSC gobierna en solitario, el nacionalismo ha perdido la mayoría absoluta por primera vez desde 1980 y Junts, que tiene 11 diputados menos que aquella CIU, tiene a su líder, Carles Puigdemont, en el exilio.
A la espera de su congreso a finales de octubre, Junts busca repetir la fórmula. Con una dura y contundente oposición al Govern de Salvador Illa y denunciando las contradicciones que puede comportar gobernar. Un ejemplo es cómo, unas horas después del nombramiento de los consellers, la portavoz del grupo parlamentario de Junts, Mònica Sales, ya pidió la comparecencia del nuevo president de la Generalitat para que diese explicaciones sobre la composición del nuevo Consejo Ejecutivo. Sales denunciaba que se trataba de un gobierno "supuestamente de izquierdas", pero que había salido uno "de derechas y españolista".
Señalan a Duch i Niubó por "españolistas"
De hecho, los primeros consellers a los cuales señalaba Junts per Catalunya son la de Educació, Esther Niubó, y el de Unió Europea i Acció Exterior, Jaume Duch. Los juntaires denunciaban que Niubó es partidaria de aplicar el 25% de castellano en la escuela, mientras que Duch es un "claro perfil españolista". Con todo, Sales también remarcaba la cantidad de conselleries que había, asegurando que sería un ejecutivo con "más conselleries que ambición política".
Los nombramientos polémicos de consellers
La oposición de Junts estas últimas semanas no se queda solo aquí, sino que también han pedido explicaciones a Salvador Illa y a los consellers por los nombramientos de familiares. El grupo parlamentario presidido por Albert Batet ponía de ejemplo el nombramiento de Alfons Jiménez, pareja de la consellera de Territori, Transició Ecològica i Habitatge y portavoz, Sílvia Paneque, como su jefe de gabinete. De hecho, el grupo parlamentario presidido por Albert Batet se podría atribuir una victoria en este sentido, y es que Jiménez decidió renunciar al cargo, a pesar de que su nombramiento ya aparecía en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC). En una carta enviada al president Illa y a la consellera Paneque, Jiménez reivindicaba su trayectoria profesional y enviaba una acusación directa a Junts pr Catalunya, sin mencionarlo: "Tienen únicamente la voluntad de hacer daño al Govern". A pesar de todo, Junts también había pedido la comparecencia urgente en la cámara catalana de Paneque para dar cuenta de las "razones de esta decisión" y piden que el president Illa desautorice este nombramiento.
Pero es que los nombramientos polémicos del sottogoverno del ejecutivo de Illa denunciados per Junts no solo se quedan aquí. Los de Puigdemont también se llevaban las manos a la cabeza por el nombramiento de la hermana de Jaume Collboni, Yolanda Collboni, como asesora en proyectos transversales del Departament de la Presidència. "Consideramos que son dos casos evidentes de nepotismo y lamentamos esta práctica nada ejemplar", aseguraban en un comunicado.
La no presencia de Illa en los actos del 17-A
Junts ha empezado fuerte haciendo oposición. Y es que los de Puigdemont también denunciaban la no presencia del president Illa en los actos de homenaje a las víctimas de los atentados del 17-A. Denunciaban el hecho de que Illa se hubiera ido de vacaciones a Lanzarote con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una finca propiedad del Estado para "recibir instrucciones de la Moncloa sobre su presidencia". Además, recordaban que era la primera vez que un president de la Generalitat no asistía a este acto.
Las palabras de Montero y la fiscalización del acuerdo entre el PSC y ERC
Junts per Catalunya también ha podido mojar pan de las palabras de la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, en las cuales negaba que el acuerdo de investidura de Salvador Illa entre el PSC y Esquerra Republicana incluyera un concierto económico. "No es ni un concierto económico ni una reforma al uso del sistema de financiación", aseguraba Montero, que provocó que ERC amenazara al Gobierno con tumbar los presupuestos estatales, aunque en el redactado entre ERC y el PSC no aparezca el concepto de concierto económico. Eso provocó la rápida reacción de Junts per Catalunya. A través de su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, los juntaires reclamaron explicaciones a Esquerra Republicana y al PSOE, a quien acusaban de mentir a la ciudadanía. "¿Cuál habría sido el resultado de la consulta a la militancia si la vicepresidenta española hubiera reconocido lo que acaba de reconocer al día siguiente que los líderes de ERC ocuparan los titulares y las tertulias con el concepto 'concierto económico'?", se preguntaba Nogueras.
Por eso, Junts ha pedido la comparecencia de Montero y Bolaños en el Congreso de los Diputados para que expliquen el acuerdo de financiación con Esquerra Republicana. Además, el exconseller y actual diputado en el Parlament, Jaume Giró, daba la razón a Montero en el hecho de que el contenido del pacto entre socialistas y republicanos no es un concierto.
El congreso nacional de Junts, el papel de Puigdemont y el jefe de la oposición
Los de Carles Puigdemont también buscan hacer oposición en el Parlament a través de su congreso nacional, que será a finales de octubre y que tiene el objetivo de rearmarse. Allí, los congresistas tendrán que escoger el tipo de oposición, las políticas a sacar adelante, el programa y cómo relanzar el independentismo. De hecho, su secretario general, Jordi Turull, aseguraba que el congreso buscaba ampliar las sensibilidades de dentro del partido y que sea un proceso "de apertura para construir una alternativa muy transversal desde el independentismo". De hecho, erigiéndose en el principal partido de la oposición, el secretario general de Junts reivindicaba que se tenía que definir una nueva hoja de ruta hacia la independencia y crear una alternativa al tripartito" y, a través de una mirada propositiva de la política, afirmaba que su partido "o se podía lamentar o podía convertir el problema en una oportunidad".
Aquí también se tendrá que definir el papel del president Puigdemont y si, finalmente, acepta la petición de volver a ser el presidente del partido, tal como reclamaba el exalcalde de Barcelona, a Xavier Trias. Entonces, el partido también tendrá que decidir quién tiene que ser el jefe de la oposición, y es que es potestad del president del Parlament, Josep Rull, definir a quién será el jefe de la oposición, que habitualmente es el presidente del grupo parlamentario con más escaños. Puigdemont, en campaña, aseguró que por su parte "no tiene sentido venir para hacer de jefe de la oposición", mientras que actualmente Albert Batet es el presidente del grupo parlamentario de Junts, aunque, cuando el partido lo anunció a través de un comunicado, remarcó que era provisional. Así pues, la designación del jefe de la oposición, una figura indispensable para ejercer oposición, será una de las tareas pendientes del partido de Puigdemont.