El departament de Justícia, a través de la Direcció General de Memòria Democràtica, ha recuperado 22 cuerpos de soldados republicanos que estaban en una fosa del de Salomó (Tarragonès), que fueron asesinados en enero de 1939 cuando el ejército franquista ocupó la localidad. Los esqueletos, según han comprobado los arqueólogos, tienen restos de metralla y heridas de bala, así como botones e indumentaria del ejército republicano.
En el momento del crimen, los vecinos del pueblo recogieron los cadáveres que habían quedado extendidos en el suelo con un carro y los enterraron en una fosa cavada expresamente en el cementerio, según detalla un comunicado del departament de Justicia. "Lo hicieron deprisa y corriendo, por miedo a represalias. Los esqueletos, de hecho, han aparecido de forma totalmente desordenada", se indica.
���� #Justícia recupera a 22 individuos de la fosa|foso de Salomón (Tarragonès).
— Justicia (@justiciacat) December 1, 2020
���� Soldados republicanos muertos durante los ataques del ejército franquista, en enero de 1939.
➡️ Plano de fosas|fosos:
3️⃣3️⃣8️⃣ personas recuperadas
8️⃣ personas identificadas
���� https://t.co/U5vNUq3jgM pic.twitter.com/GM0pmjrAvB
La UAB analizará los restos
De momento, los expertos han dado la excavación por acabada, que se inició el 21 de octubre. Ahora bien, los trabajos todavía durarán unos días más porque los arqueólogos están retirando uno por uno los cuerpos de la fosa. Después, los restos se trasladarán al laboratorio de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) para efectuar el estudio antropológico y la extracción de ADN.
Además, dentro de la fosa se ha localizado una cruz con dos nombres inscritos a Josep Bellet y Ramon Carné, que eran dos jóvenes republicanos nacidos en Bell-lloc d'Urgell (Pla d'Urgell) que habrían muerto durante la ocupación. Los familiares, que son los que hicieron instalar la cruz, se enteraron de su muerte porque se lo explicaron unos testimonios de los hechos. Cada año, por Todos los Santos, viajaban en tren hasta Salomón y dejaban flores. Precisamente, las sobrinas de los soldados son las que solicitaron la apertura de la fosa a la Generalitat y dieron muestras de ADN. Ahora, los cruces genéticos determinarán si los dos hombres están entre los 22 cuerpos recuperados.
Por otra parte, a unos metros de la fosa, también hay una lápida con el nombre de Emilio Montemayor Ruben de Celis, un soldado republicano que pudo ser identificado durante la recogida de cadáveres con carro, gracias a la foto del carnet de identidad. La Direcció General de Memòria Democràtica consiguió contactar con una hija, que prefirió no desenterrar el cuerpo. Según el relato familiar, el hombre fue exhumado de la fosa y fue enterrado donde ahora está la lápida.
Sobre la apertura de esta fosa y la recuperación de los cuerpos, se ha referido la consellera de Justícia, Ester Capella, en su cuenta de Twitter. "Fueron víctimas de la ofensiva franquista de enero de 1939. Justícia trabaja para identificarlas, devolverlas a su familia y enterrarlas dignamente. Abrimos fosas para cerrar lutos", ha manifestado en el tuit.
Son los restos de 22 soldados republicanos, enterrados en una fosa|foso a Salomón (Tarragonès). Fueron víctimas de la ofensiva franquista de enero de 1939. @justiciacat trabaja para identificarlas, devolverlas a su familia y enterrarlas dignamente. Abrimos fosas|fosos para cerrar lutos. pic.twitter.com/NeVBpsM9pC
— Ester Capella Farré (@estercapella) December 1, 2020
Plan de fosas
Con la excavación de Salomó, ya son 34 las fosas que se han abierto gracias al Pla de fosses, el programa que desde 2017 planifica y prioriza su apertura y trabaja para identificar a las víctimas. En el marco de este plan, se han recuperado 338 personas. Se calcula que en Catalunya hay unas 20.000 personas enterradas en fosas de la Guerra Civil. La Direcció General de Memòria Democràtica tiene documentadas 527 fosas.
Asimismo, el Govern también tiene en marcha el Programa de identificación genética, que, actualmente, dispone de unas 2.500 muestras de ADN de donantes vivos y de unos 300 perfiles genéticos de restos de fosas. Además, también hay inscritas unos 6.000 casos en el censo de personas desaparecidas durante Guerra Civil y el régimen franquista a petición de los familiares.