Puntual como nunca, el presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos, ha dado inicio al juicio al diputado del Parlamento de Catalunya y miembro de la mesa de la CUP, Pau Juvillà a las 10 h en punto y después de que en las puertas del Palacio de Justicia se haya defendido la inocencia y la libertad de expresión.

El caso estalló durante la campaña electoral del 2019 y dos años después llega al TSJC. El máximo tribunal catalán juzgará Juvillà, ahora aforado, porque es diputado en el Parlamento de Catalunya. Ciutadans lo denunció durante la campaña electoral y la Fiscalía le pide 8 meses de inhabilitación y 4 meses de multa. Juvillà intentó la nulidad del caso, pero el TSJC declaró que era competente para juzgarlo. El juzgado de instrucción número 3 de Lleida le remitió la causa al convertirse en aforado. El TSJC cogió el caso solo unos días después de que archivara el caso de otra diputada de la CUP, Laia Estrada.

 

Durante su declaración, Pau Juvillà ha explicado los hechos. Un relato sencillo que no tiene más complejidad que el hecho de no retirar unos lazos amarillos de un equipamiento público en un periodo electoral. Pero Juvillà ha acuñado su relato diciendo que "era imposible retirar toda la simbología" y ha explicado que incluso el logotipo de la CUP lleva la estelada. El diputado lo ha situado todo en el relato de los derechos civiles: "No podíamos obedecer el requerimiento porque atentaba contra los derechos fundamentales".

Pau Juvillà entrante en el Palacio de Justicia - Sergi Alcàzar

El grupo municipal de la CUP en la Paería de Lleida recibió hasta 3 requerimientos. Alguno de ellos, a nombre de Francesc Gabarrell que actuaba de portavoz de la formación. Pero Juvillà ha dejado claro que todo lo que se recibía se consideraba del grupo municipal y que así se trataba tanto en el grupo como en las asambleas. Y en este sentido, la CUP decidió no retirar los lazos amarillos que había ordenado sacar la Junta Electoral porque "nos despredía y lesionaba nuestra ideología". "No podiamos ni queríamos que nos lesionaran nuestras líneas ideológicas", ha dicho Paz Juvillà a preguntas de la Fiscalía. "Decidimos colectivamente en asamblea no sacar los lazos amarillos. Lesionaba de manera directa nuestra libertad ideológica. Son símbolos que nos definen como organización política. No podíamos autocensurarnos y limitar nuestra libertad ideológica", ha concretado.

La CUP recibió hasta tres requerimientos y los recurrió. En el plazo de resolución del tercer recurso, sin embargo, se retiraron todos los lazos: "Un día que nosotros no estábamos se retiraron los lazos amarillos". A preguntas de su abogado, Pau Juvillà ha aclarado que los hechos pasaron durante la campaña electoral del 2019 para el Congreso de los Diputados, el 10N, donde la CUP no concurría y donde tuvieron "cero participación".

Juvillà ha declarado rápido y concreto. Su declaración ha dado paso a los testigos. La Fiscalía le pide 8 meses de inhabilitación y 4 meses de multa.