El juicio contra las activistas acusadas de desórdenes por el corte en las vías de ferrocarriles en la estación de Sant Cugat del Vallès durante el 8-M de 2018 ha empezado este lunes. La protesta se enmarcaba en la vaga feminista que movilizó a decenas de miles de mujeres por todo el Estado. La Fiscalía pide una pena de tres años de prisión y más de 26.000 euros por daños y perjuicios a Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), que pocos meses después de personarse acabó retirándose de la causa.

Durante la primera sesión del juicio han declarado las encausadas, que solo han respondido a las preguntas de sus abogadas para explicar cómo vivieron aquella jornada de protestas. En declaraciones a los medios de comunicación, denuncian que su caso responde a una persecución "política" al movimiento feminista. A través de las redes sociales, el colectivo 8 Mil Motivos, que nace para defender y visibilizar este caso, ha sostenido: "A las feministas, la represión no nos para, ganaremos".

Una de las abogadas de la defensa, Laia Serra, ha apuntado que precedentes de condena por desórdenes públicos relacionados con el corte de vías de comunicación son por "sabotajes graves", los cuales ponen en peligro el servicio y los usuarios. Sin embargo, ha destacado que en este caso interviene el derecho a protesta. Durante el interrogatorio a las encausadas se ha intentado dejar patente que la acción estaba "informada" a las autoridades y que en todo momento hubo coordinación y buen entendimiento con el personal de la estación, los vigilantes de seguridad y los Mossos d'Esquadra. En el mismo interrogatorio se ha señalado que cortes de vías como el del 8-M de 2018 se han hecho muchos, tanto antes como después de aquellos hechos, por parte de diferentes colectivos y que en ningún otro caso ha habido consecuencias penales.

Apoyo a las puertas del juzgado

El colectivo 8 Mil Motivos se ha concentrado en las puertas del juzgado para mostrar apoyo a las encausadas. "Nos juzgan por feministas" ha afirmado la portavoz del colectivo, Maria Garcia. Garcia ha tildado el juicio contra las activistas de Sant Cugat de "juicio de la vergüenza" y reivindica la fuerza del movimiento feminista para marcar la agenda política y "hacer tambalearse y cuestionar las estructuras de poder". En las puertas de los Juzgados también se han concentrado familiares y amigos de las activistas. Sus padres han leído un comunicado donde lamentan que el sistema judicial acuse a quien lucha por sus ideales.