Paula Garcia, que estuvo 10 días en prisión preventiva al ser detenida el 18 de octubre de 2019 por las protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes independentistas, tiene que ser juzgada por la magistrada del juzgado de lo Penal 8 de Barcelona, este miércoles. Su abogada, Norma Pedemonte, de Alerta Solidaria, no ha solicitado que se le aplique la ley de amnistía porque sostiene que es inocente y quiere denunciar la vulneración de derechos que le causó la policía española en su detención. La Fiscalía de Barcelona, que le pide 2 años de prisión por un delito de desórdenes públicos, tampoco ha pedido que se le aplique la norma del olvido penal porque no se le ha preguntado nada desde el juzgado, según aclaran fuentes del ministerio público a ElNacional.cat.

Es probable que la magistrada en inicio del juicio, en el turno de cuestiones previas, plantee si se tiene que aplicar la amnistía a Garcia. De acusación solo está la Fiscalía y puede pedir que se la aplique la amnistía o retirar su acusación, hecho que podria provocar que el juicio se suspenda, y  la jueza decrete el archivo de la causa. Así pasó recientemente, en la sección 8.ª de la Audiencia de Barcelona, que no quiso aplicar la amnistía, pedida por la Fiscalía y la defensa a un joven, que se enfrentaba a 8 años de prisión por desórdenes relacionados con el 1-O. Ante este bloqueo del tribunal, la Fiscalía y la Generalitat optaron para retirar sus acusaciones, y el tribunal decretó la extinción de su causa en la misma vista.

Tres detenidas en la prisión de Wad-Ras

Las protestas contra la sentencia del procés fueron multitudinarias y con disturbios que se concentraron a la plaza Urquinaona y dirigidas contra la Jefatura Superior de la policía española en Via Laietana.  Hubo numerosos detenidos en las dos semanas que duraron las protestas, desde la  difusión de la desproporcionada sentencia del procés, el 14 de octubre de 2019. En el caso de Paula Garcia, la fiscal le acusa de "tirar piedras, botellas y otros objetos contundentes" contra el edificio policial, "sin que ningún agente resultara herido", ni se cuantifican daños materiales.

El caso de Paula tuvo difusiòn porque junto con Dren (también conocida por Andrea) y Xènia Garcia fueron encerradas en la prisión de Wad-Ras. Dren, también defendido por Norma Pedemonte, fue absuelto por la Audiencia de Barcelona al no demostrarse las acusaciones, mientras que Xènia Garcia, a quien pedían 2 años de prisión, fue amnistiada, el julio pasado. Paula tenía 23 años cuando fue enviada a la prisión, de forma preventiva, y todavía tiene secuelas de esta negativa experiencia.

Un vídeo desacredita al policía acusador

El testigo clave contra Garcia es un agente de la policía española, ahora jubilado, con el número profesional 91.464. En el juzgado de instrucción 30 de Barcelona aseguró que Paula tiró objetos e incluso que lideraba un grupo por el simple hecho de que miraba el móvil. En su interrogatorio, el policía manifestó que no había sido herido por Paula, ya que sufrió unos daños después de su detención. Unos meses después, sin embargo, el policía pidió a la magistrada del procedimiento contra Paula que lo admitiera como acusación por haber sufrido dañosFinalmente, la instructora le denegó esta acción. Y es que hay una prueba clave que lo contradice: La declaración del agente ante la magistrada, donde niega claramente que la chica le provocara lesiones, está grabada en un vídeo, como se hace en todas las declaraciones de causas penales. 

Policías denunciados

Paralelamente, Paula Garcia presentó una denuncia por maltratos contra 13 agentes de la policía española que participaron en su detención, incluido el policía que la acusa. Su abogada presentó la denuncia contra los policías por los delitos contra la integridad moral, amenazas y delito cometido por funcionario público porque estuvo más de 12 horas incomunicada y desde la comisaría ni llamaron al Colegio de Abogados de Barcelona, hasta pasado este tiempo, para que se le diera asistencia letrada.

Los agentes de la policía presentaron un recurso contra la prórroga de la investigación en la Audiencia de Barcelona, y solicitando la aplicación de la amnistía en el juzgado; los dos están pendientes de resolución. Lo mismo pasa en el caso de la denuncia de Guillem, el joven de la sudadera naranja, a quien se le tiraron encima un montón de agentes en la Via Laietana para detenerlo. El chico, que era menor de edad, fue absuelto de la acusación policial.