Aseguran que no es un reproche, pero lo cierto es que la contundencia con que Junts per Catalunya se ha expresado este martes en relación a la posibilidad de que Esquerra Republicana invista a Pedro Sánchez todavía resuena en la sede de la calle Calàbria y en los despachos del Palau de la Generalitat. "No nos parece una muestra de lealtad ni hacia el Govern ni hacia el president", ha lamentado Laura Borràs. "Vemos que se han rebajado expectativas", ha insistido, acusando sus socios de haber "debilitado el independentismo" cuando "habría podido ser el momento de máxima fuerza en Madrid ante el Estado español".
Flanqueada por primeras espadas del partido, la líder de JxCat en el Congreso ha criticado que "un actor en solitario llegue a un acuerdo que implica al gobierno de la Generalitat" y se ha preguntado "qué habría pasado si hubiera sido al revés", es decir, si en vez de los republicanos hubieran sido ellos los que hubieran negociado en privado con los socialistas. Al mismo tiempo ha recordado a ERC que el documento que traza las líneas maestras del gobierno de coalición Sánchez-Iglesias habla "de una España fuerte y cohesionada" y que si los 13 diputados republicanos se abstienen estarán bendiciendo este postulado. Y ha añadido que los pactos a los que llegue la formación republicana "no comprometen al Govern".
La batería de agravios no se ha quedado ahí. Los de Torra y Puigdemont se quejan de que ERC les pida "una cita a ciegas", "una adhesión incondicional" al acuerdo que han alcanzado los de Junqueras con el PSOE. En este sentido, Borràs ha dejado claro que no confían "en promesas vacías y brindis al sol", que constatan que "España es irreformable" y que las conversaciones entre ERC y el PSOE suponen un "retorno al apoyaré" de Zapatero con el Estatut.
Sobre la posibilidad de que las discrepancias profundas en relación a las negociaciones con Madrid acaben rompiendo la alianza de Govern, Borràs ha expresado que "las consecuencias se tendrán que ver cuando veamos el alcance del acuerdo entre el PSOE y ERC". Según ha explicado, todo lo que saben es a través de la prensa. Para JxCat, el acuerdo de gobierno entre el PSOE y Podemos "devuelve las relaciones políticas entre Catalunya y España al marco previo al 2014". Para acabar dándole apoyo, ha afirmado Borràs, "no se necesitaba ni el 9-N, ni el 1-O, ni la DUI, ni el 21-D".
Con todo, preguntados sobre si descartan que Quim Torra participe de la futura mesa de negociación entre gobiernos que ha pactado ERC con el PSOE, no han querido adelantar escenarios. Borràs se ha limitado a decir que están pendientes de conocer los detalles del acuerdo.
Torra empieza la avalancha de reproches
La crudeza con la cual se ha expresado Junts per Catalunya en relación a la posibilidad de que ERC favorezca la investidura de Pedro Sánchez llega horas después de que el president de la Generalitat lanzara otro mensaje en forma de reproche a sus socios de gobierno aprovechando el tradicional discurso institucional de Fin de Año.
A pesar de no mencionar directamente las conversaciones entre republicanos y socialistas, sí que dejó claro que su "disposición al diálogo" como presidente "es absoluta". Y a partir de aquí van llegado las adversativas. "Sin un compromiso para dar la palabra a la ciudadanía sobre el futuro político de Catalunya, no hay diálogo honesto, sino tan sólo una voluntad de tapar agujeros con parches caducos", señaló.
Como ya ha hecho a lo largo del último mes en varias intervenciones en el Parlamento, el president subrayó con rojo que es imprescindible que cualquier "solución para Catalunya implique reconocer el derecho de autodeterminación y su ejercicio". Antes de acabar ha lanzado un mensaje velado a ERC: "no podemos volver a caer en la trampa de engañarnos a nosotros mismos". Y añadió que "este año que empieza tiene que ser el año de llamarnos la verdad". Torra concluyó con una invitación a "reanudar el rumbo y trazar un horizonte ilusionante para todo el mundo". Para hacerlo, afirmó, "no me cansaré de insistir en que hay que recuperar el sentido de la unidad que nos permitió hacer el referéndum del 1-O".