Una posible inhabilitación del president, Quim Torra, obligaría a traspasar las funciones del president que se mantengan vigentes en manos del vicepresident, Pere Aragonès, y podría situar de nuevo todos los focos sobre el presidente del Parlament, Roger Torrent, dado que todo apunta que en manos de la Mesa del Parlamento puede quedar la decisión de activar o no el reloj para la convocatoria electoral.
En este contexto, JxCat asegura que ha abierto negociaciones con las fuerzas independentistas para encontrar una respuesta unitaria ante una inhabilitación, pero advierte que este acuerdo "lo incluiría todo". Entre las cuestiones a pactar figuraría el calendario electoral, que Junts se ha mostrado dispuesta a pactar, pero también el funcionamiento del Govern y cómo se ejercen las funciones del president que se mantienen activas en un gobierno en funciones. "Somos un gobierno de coalición, con un pacto de legislatura. Esto se ha de acordar", advierte una fuente de JxCat.
"Aragonès no es president"
En este punto, la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, se ha encargado de recordar que Aragonès en ningún caso "es president" en este gobierno y por lo tanto, ante una inhabilitación, hay que ver "qué se puede hacer y qué no se puede hacer" con las atribuciones del president, entre las cuales está la coordinación del ejecutivo.
Tanto JxCat como ERC están pendientes de los informes de la asesoría jurídica para ver los escenarios que se pueden plantear sobre el reparto de las funciones del president.
Los dos grupos estudian aspectos concretos de representación de la presidencia, como quién debe asumir las sesiones de control al president que cada quince días se celebran en el Parlament, pero también cuestiones de funcionamiento del Govern, como la posibilidad de continuar aprobando decretos ley a pesar de que la inhabilitación del president dejaría a todos los consellers cesados y en funciones.
Otra cuestión es el Parlament. En este caso, JxCat advierte que la Cámara que preside Roger Torrent se convertirá en "pieza clave" por donde pasa "el seguimiento de los acontecimientos". La tensió de las relaciones entre JxCat i Torrent son de sobras conocidas. Junts aprovecha todas las ocasiones al alcance para reprochar en Torrent el hecho que suspendiera en el último momento el pleno de investidura de Carles Puigdemont del 30 de enero del 2018 o que la Mesa retirara a Torra el acta de diputado cuando fue condenado por el TSJC por desobediencia. De ahí, la razón del toque de atención.
"Lo cierto es que hay vacío, que el reglamento del Parlament no preveía una interferencia de la justicia de esta manera", ha admitido Artadi, que ha advertido que no tendría sentido tomar una decisión sobre la coordinación al Govern y que el Parlamento respondiera de manera diferente.
De hecho, según JxCat, el acuerdo entre las fuerzas independentistas ante una posible inhabilitación, tendría que incluir también la estrategia política en Madrid, cómo se afronta la mesa de diálogo, como concurrir a las elecciones, con qué puntos en común...
Lo que sí ha asegurado Artadi es que el president no convocará elecciones antes de conocer la respuesta del Supremo, tal como ha reclamando ERC esta misma mañana, porque considera que sería "irresponsable" ir a elecciones en estos momentos, en plena pandemia. Además, ha asegurado que "el president no se inhabilitará porque no es bueno ni para el movimiento independentista, ni para la denuncia que fe de la vulneración de derechos".
Reformar el delito de sedición: humo
Respecto a la propuesta del Govern de reformar el Código Penal en relación al delito de sedición, ha asegurado que se trata de "humo" y una "zanahoria" para que el independentismo vote los presupuestos del Estado.
Artadi ha advertido que la solución global al conflicto con Catalunya pasar una amnistía y que el delito de sedición se tiene que suprimir porque "ninguna democracia pone como delito la discrepancia política" y, por lo tanto, el único camino es su derogación.
Tensión con el PDeCAT
La portavoz de JxCat ha provocado durante la rueda de prensa el enfado del PDeCAT, con quien este viernes se tendrán que ver las caras ante un tribunal por el litigio abierto sobre la propiedad de la marca Junts. Inicialmente, las siglas JxCat fueron registradas por el partido demócrata, pero la nueva formación de Puigdemont acabó consiguiendo hacerse con la propiedad y así lo hizo constar en el registro del Ministerio de Interior.
Artadi ha negado que hubiera ningún compromiso sobre el uso de las siglas en campaña electoral, como asegura el PDeCAT y como afirmó el expresident Artur Mas el jueves pasado.
"Sobre el uso del partido político JxCat no hay ningún acuerdo y no hay ningún papel firmado", ha asegurado, lo cual ha irritado profundamente a la cúpula del partido de David Bonvehí, que asegura que este documento existe y que lo firmaron Carles Puigdemont y Jordi Sànchez, además del mismo Bonvehí.