Un juzgado de Figueres ha absuelto a la alcaldesa de Roses, Montserrat Mindan, de JxCat, del delito de desobediencia al Tribunal Constitucional de que la acusaba la Fiscalía, en el primer caso que llegó a juicio por el apoyo municipal al referéndum del 1-O.

Mindan, que afrontaba una pena de inhabilitación, fue la primera edil catalana que se sentó en el banquillo a raíz de la instrucción que, en vísperas del 1-O, dictó el entonces fiscal general del Estado José Manuel Maza para investigar a cerca de 700 alcaldes que apoyaban el referéndum.

En la sentencia, que no es firme, el juzgado de lo penal número 1 de Figueres concluye que no está probado que la alcaldesa diera "órdenes expresas ni tácitas" para contravenir la resolución del Constitucional que le ordenaba impedir el referéndum, ni facilitó las llaves o los espacios para llevar a cabo la votación.

 

 

 

La jueza considera que los hechos probados "no son constitutivos de infracción criminal, por lo que la conducta de la acusada no debe ser objeto de reproche penal, no resultando acreditada" su participación al no hallar pruebas suficientes.

"No puede concluirse que la conducta de la acusada vulnere lo dispuesto en la resolución del Tribunal Constitucional" que suspendía la votación del 1 de octubre de 2017 y pedía impedir o paralizar cualquier acción en contra de esta suspensión.

Señala que el TC, "después de un apercibimiento genérico de impedir o paralizar iniciativas, establece un mandato más particular y concreto, y es la abstención de una serie de acciones, abstención que se ha probado debidamente que la acusada realizó".

La magistrada constata que "no consta en la causa ninguna otra prueba que de carácter periférico corroborara los hechos objeto de acusación", y toma en consideración a los testigos que declararon que Mindan no dio órdenes de contravenir la resolución del TC ni estaba en el centro de votación a las 7 horas del 1-O para garantizar la apertura de puertas a las 8 horas.