Por primera vez en la historia, Andalucía se ha despertado absolutamente azul. Y es que las elecciones de este domingo hicieron saltar la sorpresa en el sur de España: mayoría absoluta para el Partido Popular. No había pasado nunca. Las tierras andaluzas, hasta ahora un tradicional feudo del socialismo, han consolidado el cambio de color en todas las provincias, e incluso han hundido aún un poco más al PSOE. Ni siquiera los líderes más optimistas de los conservadores se esperaban obtener estos resultados. El mismo candidato popular y presidente de la Junta, Juanma Moreno, se atrevió a calificar así la victoria: "Hemos hecho historia en Andalucía".

No es una exageración. Delante de la sede del Partido Popular en Sevilla, la calle ya empezó a llenarse muy pronto, después de que las encuestas a pie de urna señalaran la tendencia y los resultados finales confirmaran el éxito del PP. Cerca de doscientas personas se acercaron para recibir al candidato victorioso, que se dejó ver pasadas las 23 horas. Entre gritos de 'presidente', Juanma Moreno fue acogido por unos votantes y simpatizantes absolutamente eufóricos y que a duras penas se aguantaban las lágrimas de la emoción. Unas caras de alegría y optimismo por la mayoría absoluta, pero también por la perspectiva de que esta derrota definitiva del socialismo en Andalucía puede ser el predecesor del final de Pedro Sánchez al frente del Gobierno.

Después de la resaca de la fiesta de anoche, la capital andaluza se ha despertado con una cierta normalidad. Entre las calles del centro de la ciudad, la mayoría de sevillanos paseaba y trabajaba como cualquier otro lunes, como si los resultados a los comicios autonómicos no significaran nada. Solo en algunas conversaciones contadas se ha podido oír alguna referencia a la jornada electoral. En un callejón, unas papeletas del PSOE derramadas por el sulo también recordaban el fracaso de los socialistas. Pero una vez preguntados por los resultados, los vecinos de Sevilla se han soltado.

Papeletas electorales del PSOE derramadas por el suelo en Sevilla / Foto: J.M.

Los votantes del PP ya se ven en La Moncloa

Sin ninguna sorpresa, los más eufóricos han sido los votantes del Partido Popular. Sus electores se han mostrado absolutamente satisfechos con la mayoría absoluta, la cual han admitido que no se esperaban. Fernando ha reconocido que hasta el final de la noche no se creía los resultados, pero también ha lanzado una advertencia. "No nos tenemos que confiar y tenemos que trabajar para hacerlo bien", si bien también señala que en los tres años y medio de gobierno de Moreno se han cumplido medidas "que eran imposibles de esperar". De la misma manera lo ve Jorge, quien cree que con el PP ya están cambiando cosas "después de 40 años de prisión del PSOE". Su principal objetivo para el nuevo ejecutivo: una política diferente de la de los socialistas "que no meta la mano donde no tiene que hacerlo", en referencia a los casos de corrupción del partido en tierras andaluzas.

Más allá de Andalucía, los electores de los conservadores no han podido evitar hacer una lectura más general de estos comicios. Y es que a nadie se le escapa que la victoria en Andalucía puede servir de revulsivo para desbancar a Pedro Sánchez y llevar a Alberto Núñez Feijóo a La Moncloa, con las elecciones generales de 2023 ya a la vista. En Sevilla también lo ven así. Fernando advierte que "ahora toca hacer caer al fantasma de Sánchez de allí arriba", y confía en que el presidente español sabrá admitir que lo ha hecho mal. "O se marcha él o lo haremos marcharse nosotros", avisa.

Jorge también lo ve así. "A mí me encantaría sacarnos de encima a Sánchez, porque su gestión ha sido nefasta", ha lanzado. "Ha hecho una cantidad inmensa de gamberradas". Entre las principales críticas de los partidarios del PP en Andalucía, irrita el vínculo del PSOE con Unidas Podemos y sus socios en el Congreso, ERC y EH Bildu. "Quieren destruir el país", critica. Lucía también señala que estos pactos no gustan en el sur de España, y confía en que Sánchez se marchará más pronto que tarde. Ella misma admite que en las últimas elecciones de 2018 votó por Ciudadanos y que no detestaba el presidente español, pero que el gobierno andaluz lo ha hecho optar por la derecha.

Vox, entre la felicidad y el pesimismo

Con respecto a los votantes de Vox, hay diversidad en las opiniones sobre qué lectura se tiene que hacer de estas elecciones. Tanto Ana María como Francisco celebran la victoria de Juanma Moreno porque, a pesar de ser del PP, se ven reflejados en sus políticas y significa poner un punto final definitivo a la hegemonía "horrorosa" del PSOE en Andalucía. Ambos se muestran críticos con la candidata de ultraderecha, Macarena Olona, que creen que hizo una mala campaña y no era la opción idónea, por lo que no impulsó Vox como se esperaba. Sin embargo, celebran también que la victoria de la derecha en Andalucía puede reverberar en todo el país y "sacar al psicópata" de Sánchez del poder. "Es el peor presidente que hemos tenido en toda la democracia", dicen. "Lo está haciendo muy mal".

Pero hay discrepancias en el espacio ultra. Manuel deja claro que su voto por Olona era exclusivamente para posicionarse claramente en contra de la vieja política, después de años optando por la abstención. "Yo quería votar contra los ladrones de siempre", explica. Es por eso que no cree que una mayoría absoluta de los conservadores pueda cambiar nada. "Esto no arreglará Andalucía. El PP no lo arreglará y el PSOE aún menos", alega. "Los políticos corruptos no se pueden sacar de la noche a la mañana". Como detalle, durante su conserva, se hace evidente que la campaña de los ultras lo ha afectado, ya que repite algunos de sus mantras propagandísticos, afirmando que el PSOE "no tiene nada de socialista ni de obrero", y criticando los casos de corrupción en qué se ha gastado dinero público en "putas y cocaína".

Los votantes del PSOE y la izquierda, entristecidos

Finalmente, con respecto al electorado que más perjudicado ha salido de los comicios, se hace evidente que no hay motivos para la celebración. Lurdes, que votó al PSOE, se muestra "decepcionada", pero no sorprendida, porque ya sabía que el candidato Juan Espadas, el escogido de Pedro Sánchez, no tenía opciones de ganar por no contar con mucho reconocimiento entre la ciudadanía andaluza. Sin embargo, se muestra optimista de cara al futuro: "Es posible que volvamos al poder, esperamos que sí". María, que votó la izquierda alternativa de Por Andalucía también ve posible que los socialistas recuperen la Junta porque aquí "todo es o PSOE o PP". En cambio, no tiene ninguna esperanza que los suyos puedan fortalecerse pronto. "Podemos está cayendo en todas partes", lamenta.