Cuando se trata de alcanzar la mayoría necesaria para una investidura, hay sumas que a veces restan. Esquerra Republicana tiene la difícil misión de conseguir arrastrar a los 32 diputados de Junts per Catalunya sin perder los 9 que de momento tiene atados de la CUP. Los anticapitalistas fueron los primeros en cerrar un pacto que garantizaba el voto favorable de sus escaños a cambio de un documento de 16 páginas con compromisos concretos por parte de los republicanos entre los cuales, la internalización de servicios como el transporte sanitario o el 061, la suspensión de proyectos de energía renovables de alto impacto territorial o la moratoria del uso de balas de foam por parte de Mossos. Varios dirigentes de Junts han puesto pegas a algunos de estos puntos. Por si acaso, la CUP advierte a ERC de que su documento es intocable.
Cualquier pacto entre ERC y Junts que implique revisar a la baja lo que acordaron republicanos y anticapitalistas en marzo dejará el apoyo de los cupaires al aire. Si se toca el documento, la militancia de la CUP se tendrá que volver a pronunciar en asamblea sobre el voto a la investidura de Pere Aragonès. "Partimos de la premisa que el acuerdo entre ERC y la CUP es asumible por Junts y se respetará", ha insistido este martes desde el atril del Parlamento la diputada Laia Estrada.
Por la mañana, los equipos negociadores de ERC y el de la CUP se han reunido en los despachos de los republicanos para pasar revista del estado de las conversaciones e ir "mejorando" y ampliando el documento "de mínimos" suscrito en marzo.
Escollos con Junts
Según ha explicado Estrado en rueda de prensa, los cupaires identifican algunos "escollos" para hacer casar sus planteamientos con los de Junts, especialmente en materia de Salud. Por eso reivindica que sus demandas "son cuestiones muy elementales", como la estabilización y la mejora de las condiciones laborales de la plantilla de profesionales sanitarios o la recuperación de algunos servicios externalizados. "Queremos pensar que es superable", ha concluido. Asimismo ha recordado que "ERC se comprometió a defender" el acuerdo pactado con la CUP en las negociaciones con Junts.
El papel de Puigdemont y el exilio
Al margen del programa de gobierno, los anticapitalistas consideran necesaria la convocatoria de una cumbre entre los partidos independentistas y la ANC y Òmnium para dar forma a la nueva dirección colegiada que, según prevé el acuerdo con ERC, tendrá que pilotar los próximos pasos hacia la independencia.
Desde el punto de vista de la CUP, "el Consell per la República puede ser un actor más", pero no quien controle el rumbo del procés. En cualquier caso, reconocen que "el exilio y Puigdemont tienen que tener un papel". Lamentan, eso sí, que el ente con sede en Waterloo todavía no haya expuesto ninguna propuesta concreta para reformularse y hacerse más plural.
En la imagen principal, la diputada Laia Estrada. / ACN