"Ha habido que sacar el Sant Cristo Gros (El cristo del Gran Poder)". Con esta glosa, Adam Majó, el histórico militante de la CUP y MDT, enlazaba en su cuenta de Twitter el artículo de David Fernàndez que apostaba por investir a Artur Mas. El posicionamiento de Fernàndez, también inducido por un conflicto interno de la CUP generado por cómo se están llevando las negociaciones y quién gestiona la información, ha descarnado el debate que viven los
cuperos en esta negociación.
Las reacciones de un lado y otro no se hicieron esperar. Entre los pragmáticos y dogmáticos de la CUP, es decir, los favorables a la alianza estratégica con JxSí y los que se niegan en redondo a investir a Artur Mas como presidente por identificarlo con los recortes y la corrupción. Una dicotomía como la que expresaron 48 hombres y 31 mujeres el domingo a Manresa pero expresada en abierto.
Discrepancia
En el minuto cero, la diputada independiente Gabriela Serra ya emitió un aviso a navegantes a fin de que no saltara la euforia en el bando de los pactistas. "Aquí no se mueve nadie. Ninguna individualidad por encima de la colectividad. El 27D, decidiremos",
tuiteó Serra.
En el mismo sentido, se expresó uno de los analistas más escuchados en la
biosfera cupaire, el activista Pau Llonch. "Ahora, entereza. Desde la tristeza más honda de un amigo y camarada de una vida (casi) entera y la más radical discrepancia, un beso", tuiteaba ayer por la noche.
"Es una opinión más, significativa, porque es exdiputado, pero es una opinión más", apuntaba esta mañana la exdiputada Isabel Vallet, que recordaba que la CUP tiene órganos propios de decisión.
Empatía
La idea de Fernàndez también ha espoleado sectores de la militancia que rehuían el cuerpo en cuerpo con el sector más dogmático.
Camisas viejas de la formación, ahora integradas en Poble Lliure, o bien militantes con unos cuantos trienios aseguraban a
El Nacional que la propuesta de Fernàndez era "sensata".
"No podemos dar un cheque en blanco a Mas y tenemos que marcar de cerca a los convergentes a fin de que no se dejen llevar por el autonomismo, pero ahora que les tenemos cogidos no podemos perder la oportunidad", explica un veterano militante a este diario.
El artículo de Fernàndez también fue difundido a través de la cuenta de Twitter de Antonio Baños y de otro de los tótems referentes de los
cuperos, el músico Francesc Ribera
Titot.
También han mostrado cierta empatía, el exdiputado Quim Arrufat que ha recordado que "no es la postura oficial de la CUP, pero sí la de una voz autorizada" o la de un diputado que con cierta ironía valoraba el artículo con un "está muy bien maquetado".
El alcalde de Argentona, Eudald Calvo, otro de los afines al acuerdo, también
insistía en mostrar su simpatía por la propuesta: "Muy de acuerdo con DF. Si realmente hay alguna solución del enredo es un plan de choque fuerte contra la pobreza y seguir con el
procés".
Incluso, una de las voces externas con mayor ascendiente en la lucha de la izquierda anticapitalista e independentista catalana, como la de Pernando Barrena, se ha mostrado
contento por la propuesta.
Reinicio de conversaciones
El efecto inmediato, quizás casualidad o no, de la propuesta de Fernàndez es que este jueves se han reiniciado las conversaciones con JxSí en un clima de "cordialidad" después de la ruptura de los últimos días provocada por el resultado de la jornada de debate del domingo en Manresa.
El resultado es el choque entre pragmáticos y dogmáticos. Y quizás el resultado, es lo que apunta el hábil politólogo Carles A. Foguet que insinúa el cisma que se puede abrir dentro de la CUP, se llegue a un acuerdo o no en la asamblea del 27 de diciembre.