Que un debate que se ha obviado demasiado tiempo, tome relevancia. Este es el objetivo que se fija la CUP sobre el trabajo que se hará en la Comisión de estudio sobre el modelo policial del Parlament y que los anticapitalistas han anunciado que presidirá su presidenta en la Cámara, Dolors Sabater. La previsión es que se constituya a finales de esta misma semana o comienzos de la siguiente, y que empiece a reunirse para trabajar a partir del mes de noviembre.
En una rueda de prensa desde el Parlament, Sabater ha dicho que esperan que se convierta un "mecanismo independiente para fiscalizar las malas praxis de los cuerpos policiales", en el que ha asegurado que vendrá a ser la verdadera auditoría que según su opinión la Conselleria de Interior nunca llegó a hacer. Sabater se refiere al que el entonces conseller Miquel Buch nombró como "la auditoría mayor de la historia" y que se materializó en 34 investigaciones con 50 agentes implicados, una investigación que se activó después de que se detectaran algunas conductas de posible mala praxis entre los agentes antidisturbios en las manifestaciones post-sentencia.
Sabater ha dicho que esta comisión de estudio responde a una "demanda mayoritaria" de la sociedad y ha recordado que su organización la puso como condición en el pacto de investidura de Pere Aragonès, y ha afirmado que es un tema que no está exento de populismos y polémicas, por lo que "hace falta valentía política".
"Hay una necesidad imperiosa de poner herramientas de control sobre el trabajo de los servicios públicos de seguridad, especialmente cuando trabajan en el control del orden público", ha defendido Sabater, que ha asegurado que las prácticas necesitan una revisión profunda para así avanzar hacia un modelo "verdaderamente democrático" donde los cuerpos policiales pongan en el centro de su actividad la defensa de los derechos fundamentales de la población. En este sentido ha puesto por ejemplo los desahucios, donde según la CUP la policía tendría que defender a las personas que son desahuciadas y no a los intereses privados.
Sabater ha adelantado que se fijan cuatro bloques de trabajo en esta comisión "contra la impunidad y a favor de la seguridad más humana y comunitaria". El primero, detener el "seguimiento de los activistas políticos" porque según los cupaires se está criminalizando el derecho a la protesta. En segundo lugar, hacer una revisión del modelo de orden público en su conjunto. También, poner "luz y taquígrafo" sobre el Departamento de Interior aumentando su transparencia, y por último crear un mecanismo de control de las actuaciones policiales y de orden público, que sea externo e independiente y con capacidad de fiscalización y sanción ante las malas praxis". En definitiva, un mecanismo externo no sujeto a las dinámicas de la Conselleria.
No cierran puertas a la aprobación de los presupuestos
Con respecto a la posición de los cupaires sobre la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, Sabater ha dicho lo que ya se sabía: que todavía no han podido ver la totalidad del proyecto y que por lo tanto, no pueden valorarlo: "No hay novedades, estamos en lo mismo".
Y ha reiterado como ya han dicho públicamente en otras ocasiones que las cuentas tendrían que recoger lo que se pactó en el pacto de investidura: que trabajen para superar el autonomismo y cambios en el modelo económico, en las políticas de vivienda y climáticas: "En el momento actual no vemos que se esté avanzando hacia donde nosotros estamos condicionando", y ha reiterado que están descontentos con aspectos como los Juegos Olimpicos de Invierno, la ampliación del aeropuerto o el modelo turístico: "No estamos cerrando las puertas pero tenemos que volver a la casilla de salida que es la de la investidura".