Larga reunión, cinco horas y media, del poderoso consejo político y del Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP que esta mañana se ha reunido en Cal Sitges d'Artés, en el Bages. La cuestión caliente del cónclave era aprobar provisionalmente el reglamento de la asamblea, que deberá ratificarlo el mismo 27D. El documento definitivo, superadas las enmiendas, ha quedado prácticamente igual.
En resumidas cuentas, la CUP planteará a los 1.900 inscritos cuatro opciones: aceptar la presidencia de Artur Mas según un acuerdo marco que incluye el plan de choque; en segundo término, no investir a Mas, pero seguir negociando; en tercer lugar, investir a Mas sin ningún acuerdo marco detrás; y, en último término, ir a nuevas elecciones.
Dejando a un lado la literatura, la CUP preguntará si investir a Mas o no investirlo a través de unas votaciones eliminatorias. Serán sucesivas por eliminación; la que menos apoyo reciba quedará fuera, o bien ganará la primera que alcance el 50% de los votos. Unas votaciones que hoy por hoy tienen un pronóstico imprevisible.