Segundo escrito de la defensa de la diputada Eulàlia Reguant en su causa contra Vox, después de que el Tribunal Supremo haya vuelto a abrir juicio oral a la cupaire por haberse negado a responder las preguntas de Vox durante el juicio a los líderes del procés. Su defensa reclama una sentencia absolutoria al darse "una vulneración flagrante a la libertad ideológica y de conciencia". El escrito se basa en tres ideas, como en la anterior defensa. La primera, el argumento de que no puede sancionar dos veces por la misma conducta, ya que la Sala Segunda del Tribunal Supremo ya interpuso una corrección disciplinaria en forma de multa a Antonio Baños y en Reguant el año 2019.
Asimismo, sostienen que la acusación vulnera la libertad ideológica y de conciencia de la acusada, así como su derecho a la libertad de expresión, ya que defienden que Reguant actuó amparada por el artículo 418 de la Ley de enjuiciamiento criminal, que establece que ningún testigo "podrá ser obligado a declarar sobre una pregunta de la cual su respuesta pueda perjudicar material o moralmente, de forma directa e importante, a la persona." También argumentan que se vulnera su derecho a representación política, en tanto que la petición de inhabilitación está interesada, ya que los hechos ocurridos fueron previos a que la acusada fuera diputada electa del Parlament: "Es una flagrante vulneración del principio de proporcionalidad".
No es la primera vez que se le abre juicio oral por esta causa. De hecho, a finales de enero el Supremo anunció que juzgaría a la diputada el 1 y 2 de marzo. Entonces, la fiscalía le había pedido seis meses de prisión e inhabilitación por un delito de desobediencia grave; ahora, la petición es de cuatro meses de prisión e inhabilitación especial por el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena. Ahora bien, el alto tribunal anuló la primera vista convocada contra Reguant por un error en la tramitación de la causa: como obtuvo el acta de diputada en marzo del 2021, la finalización de su procedimiento tendría que haberse hecho al alto tribunal y no en un juzgado de Madrid. Ahora, el Supremo ha designado a una nueva instructora, la jueza Carmen Lamela, que ha acordado volver a abrir juicio oral.
El día que tenía que celebrarse la primera jornada de su juicio, el independentismo se reunió en Madrid para dar apoyo a la cupaire. En declaraciones a los periodistas antes de entrar en el Tribunal Supremo, donde estaba citada sobre las diez y media, Eulàlia Reguant defendió que volvería a hacer "exactamente lo mismo" que hizo hace dos años, porque "señalar el fascismo en el juicio del 1-O es un deber que tenemos". También denunció la "connivencia histórica" entre la justicia española y lo extrema derecha, hecho que no le hace tener ninguna confianza en una sentencia justa. A pesar de todo, dijo estar "tranquila y convencida".