Los intentos del PSC, Vox, Cs y el PP para impedir que la propuesta de resolución de la CUP para la celebración de un referéndum esta legislatura llegara hasta el pleno del Parlamento no han sido las que han tumbado la propuesta. Ha sido la división del independentismo -que comparte objetivos pero no métodos- lo que ha impedido que hoy en el Parlament se haya aprobado la fecha para la celebración de un nuevo referéndum, justo en la víspera del cuarto aniversario del 1 de octubre.

La diputada cupaire Dolors Sabater ha defendido, en el tercer día del debate de política general, que fijar un plazo para un nuevo referéndum "dibuja un horizonte que quiere hacer "palanca para reactivar el independentismo", y ha apuntado que es una propuesta para "generar tensión", ya que ve imposible poder ejercer la autodeterminación pactando con el Estado. .

En contra de la propuesta han votado Junts, PSC, Vox, Cs, el PP y En Comú Podem. De hecho, Vox y Cs incluso han anunciado que llevarán al Tribunal Constitucional que la Mesa del Parlamento haya admitido a trámite la propuesta.

Los socios de gobierno han votado cada uno por su parte. La CUP ha votado a favor, ERC se ha abstenido y Junts en contra. La reunión que ha forzado esta mañana la formación anticapitalista para intentar llegar a un acuerdo para hacer prosperar la iniciativa no ha servido de nada, ya que no lo han podido desencallar. Los cupaires proponían incluir a la propuesta de resolución conjunta de ERC y Junts sobre la amnistía y la autodeterminación la propuesta de celebrar un referéndum antes de que acabe la legislatura.

Fuentes de la negociación han explicado que la CUP y ERC han llegado a posiciones muy próximas durante la reunión, pero el principal desacuerdo entre ambas formaciones era en el plazo para celebrar la votación: ERC aceptaba prepararlo esta legislatura pero no llevarlo a cabo. El partido de Carles Puigdemont, en cambio, no tenía intención de negociar con los anticapitalistas esta cuestión y es que, según ha apuntado el diputado de Junts Francesc de Dalmases, la propuesta del referéndum es un "gesto estúpido e inútil".

Un referéndum acordado y sin fecha para sustituir el 1-O

A pesar de la división en la decisión de si hacer o no un referéndum, la CUP no ha querido contribuir a dar una imagen que el independentismo está debilitado, por este motivo ha facilitado la aprobación de las propuestas presentadas por ERC y Junts sobre la amnistía y la autodeterminación y la del 52%.

De hecho, la del 52%, que es iniciativa de Junts, afianza que sólo un referéndum acordado con el Estado puede sustituir el mandato del 1-O y se reclama impulsar "una comisión al Parlamento con el objetivo de hacer seguimiento, restitución de cuentas y comparecencias de expertos sobre el procés negociador". Esta resolución insta al Gobierno a "seguir trabajando con fortaleza para poder plantear un nuevo embate democrático que permita alcanzar la República Catalana".

 

Pero ni esta propuesta acordada ha evitado desacuerdos. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, durante su intervención se ha dirigido a Junts para preguntarles cómo quieren conseguir un referéndum pactado "sin negociar" en una mesa de diálogo. La portavoz de Junts, Mònica Sales, ha sido muy crítica con el Estado y con la mesa, y ha asegurado que la agenda del reencuentro presentada por el ejecutivo de Pedro Sánchez en la mesa es "unionismo mágico". En contra del referéndum que propone a la CUP, Sales ha dicho que sólo tiene sentido borrar la legitimidad del 1 de octubre si es con un referéndum acordado.

En la imagen destacada, miembros de ERC y Junts durante la votación en el hemiciclo / Joan Mateu Parra (Europa Press)