La empresa de Zaragoza que fabrica los lanzagranadas que España envió a Ucrania ha recibido una carta explosiva similar a la que ha estallado este miércoles en la embajada del país del Este en Madrid. Se trata de la empresa Instalaza. Según ha informado la policía de Zaragoza, la carta no ha llegado a explotar, y ahora se está analizando el modus operandi de las personas que han enviado la misiva.
La policía española ha activado el protocolo ante las amenazas de bomba, y finalmente los Tedax han hecho estallar la carta, sin que se produjeran daños personales.
La carta explosiva que este miércoles ha causado heridas de carácter leve en una mano a un trabajador de la embajada de Ucrania en Madrid tenía en el interior elementos de pirotecnia, según han informado a Europa Press fuentes policiales, después del análisis preliminar de la sustancia detonante. El embajador, Sergei Pohoreltsev, ha precisado a un medio ucraniano que era un paquete grande, con una caja en su interior, que despertó sospechas a su secretaria al ver que no tenía remitente, por lo que se ocupó de ello el jefe de seguridad. Este empleado optó por salir al patio con la caja antes de abrirla, para evitar que "hubiera alguien cerca". Al abrirla, este trabajador, a quien el embajador identifica como comandante, oyó un clic, y lanzó inmediatamente la caja, que explotó. Aunque ya no la tenía en las manos, ha precisado, le provocó algunas lesiones.
La carta estaba dirigida al embajador, y la Audiencia Nacional ha decidido investigarlo como terrorismo. Pohoreltsev ha alabado la actuación del personal de la embajada y ha subrayado que aunque el explosivo no era potente, el resultado podría haber sido diferente si no hubieran actuado con prevención. "Las consecuencias habrían sido mucho más graves", ha explicado.
La misiva llegó por correo ordinario del cartero habitual y no pasó el escáner antes de que lo abriera el operario encargado de seguridad, según ha informado la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González. Los hechos han sucedido a las 13.17 horas. La deflagración del material explosivo ha provocado pequeñas heridas en el dedo anular de la mano derecha del trabajador, que se ha desplazado al hospital Nuestra Señora de América de Madrid a pie, donde le han atendido de las lesiones.