Laura Borràs, Anna Caula, Eva Granados, Ferran Pedret, Jaume Alonso-Cuevillas, Pau Juvillà y Rubén Wagensberg. Esta era la Mesa del Parlament que se constituía el 12 de marzo del año 2021, al inicio de la XIII Legislatura. Pero aquella imagen ya no tiene nada que ver con la que se verá mañana: en menos de un año el máximo órgano de decisión de la Cámara catalana habrá vivido hasta cuatro cambios, un hecho anormal comparado con anteriores legislaturas.
Mañana mismo arranca por la tarde el pleno ordinario del Parlament y el primer punto del orden del día es la elección del secretario tercero, un cambio que se anunció ya hace unas semanas cuando el entonces diputado de la CUP Pau Juvillà anunció que sufría cáncer y que se tendría que ausentar de sus responsabilidades en la Mesa. Fue entonces cuando la formación anticapitalista propuso como alternativa al diputado de la CUP Carles Riera. Poco después Juvillà fue inhabilitado definitivamente y ahora mañana al pleno le toca escoger, tal como establece el Reglamento, al nuevo secretario por medio de papeletas en que los diputados tienen que escribir un solo nombre y que tienen que depositar en una urna: el diputado que obtenga más votos será el elegido y todo indica que, si no hay ningún cambio de última hora, Riera accederá a esta posición con el apoyo de los partidos independentistas.
Este será pues el cuarto cambio de miembros de la Mesa del Parlament desde su constitución el 12 de marzo del año pasado. Estos cambios son inusuales en la dinámica habitual de la Cámara y es que en las últimas 6 legislaturas -sin contar la última-, había habido como máximo un cambio. La excepción fue la pasada legislatura, donde se produjeron cuatro cambios, pero cuatro cambios que se desarrollaron en casi tres años y no en 11 meses, como es el caso actual.
Polémicas, cambio de cargos, inhabilitaciones...
Los cambios producidos esta legislatura han sido por motivos diversos. El primero de todos fue Jaume Alonso-Cuevillas, que duró menos de un mes en la Mesa del Parlament como secretario segundo. ¿El motivo? Fue Junts quien lo forzó a abandonar su cargo después de unas polémicas declaraciones en una entrevista donde pidió que la Mesa no tramite propuestas de resolución sobre el Rey o sobre la autodeterminación, por no ser "una confrontación inteligente", y argumentó que la "inmolación" se tiene que hacer si tiene eficacia. A raíz del malestar en las filas del partido de Carles Puigdemont el mismo Cuevillas puso su cargo a disposición, que acabó asumiendo a la diputada Aurora Madaula.
El otro cambio fue dentro de ERC por una cuestión de movimientos de cargos. La diputada Anna Caula, que era la vicepresidenta primera, fue nombrada secretaria general del Deporte para el nuevo Govern, y es por este motivo que, sin ninguna polémica decidió dejar el cargo. En su lugar se sitúa, desde el 16 de junio, Alba Vergés, que devolvía entonces a la Mesa del Parlament, ya que anteriormente formó parte como secretaria cuarta durante los primeros meses de la anterior legislatura, hasta que fue nombrada consellera de Salud, un cargo que ejerció en llena pandemia.
La tercera sustitución llegó después de las vacaciones de verano entre las filas socialistas, también por un cambio de cargos. Entonces el Parlament escogió a la socialista Assumpta Escarp como vicepresidenta segunda en sustitución de Eva Granados. Este cambio llegó después de que Granados se marchara al Senado sustituyendo a Manel de la Vega, y dejó de ser así la cara visible del PSC en el Parlament para pasar a ser la imagen del PSOE en el Senado.
Pero si un cambio ha sido mediático ha sido el del diputado de la CUP Pau Juvillà. Cuando se presentó a las elecciones la CUP ya sabía que cernía sobre él una amenaza de sentencia que lo podía inhabilitar por no haber retirado unos lazos amarillos de su despacho de la Paeria de Lleida. Ponerlo en la Mesa fue una decisión para visibilizar las consecuencias de la represión del Estado. A mediados de diciembre el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya condenaba Juvillà por desobediencia a seis meses de inhabilitación y se abría un embate para preservar la soberanía del Parlament y su escaño, que acabó sin éxito a principios de febrero, después de que la Junta Electoral Central tirara millas y retirara su escaño, en un episodio que ha hecho tambalearse el independentismo por las diferentes formas de entender la estrategia contra la represión del Estado. A pesar de eso, fue antes de esta inhabilitación que la CUP anunció que quería sustituir a Pau Juvillà por Carles Riera por problemas de salud: Juvillà está luchando contra un cáncer y eso le impedía asistir en el día a día de la Cámara catalana.