El presidente español, Pedro Sánchez, se encontró con el presidente Pere Aragonès delante del Círculo de Economía, justo el día siguiente que el CNI reconociera que había espiado al Aragonès y al presidente en el exilio, Carles Puigdemont. Aragonès recibió a Sánchez momentos antes en las puertas de la jornada con ademán serio y le advirtió que la situación es "muy grave". Sin embargo, la foto que ha corrido por las redes es la de Aragonès risueño al lado del presidente español, una instantánea que muchos han criticado porque aparenta una total normalidad entre las relaciones de los dos. De hecho, el periodista Antonio Baños ha ironizado sobre la imagen, asegurando que "mira y mira" pero no encuentra "ningún conflicto catalán". Este sarcasmo lo ha replicado el cantautor Lluís Llach, pero con un tono mucho más duro. Llach ha afirmado que la fotografía de la normalidad política entre el máximo representante español y catalán representa "un éxito del supremacismo español".
"La situación es muy grave. Hace falta un encuentro urgente", habría advertido al presidente catalán al español mientras esperaban en la puerta del hotel, donde se celebran las jornadas del Círculo de Economía, la llegada de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, a quién se entregó el premio de esta entidad a la construcción europea. Desde la Moncloa se asegura de que Sánchez aprovechó estos momentos para advertir Aragonès que "hay que resolver la situación", además de emplazar al presidente a "pensar en los catalanes". Los dos habrían acordado concertar un encuentro. A la intervención posterior ante el Círculo, Sánchez no hizo ninguna referencia al CatalanGate. Aragonès, acompañado de los ministros de Cultura, Miquel Iceta, e Infraestructuras, Raquel Sánchez, y el presidente del Círculo, Javier Faus, recibió Sánchez cuando bajó de su vehículo, con todos los focos pendientes del saludo que intercambiaban justo el día siguiente que la directora del CNI explicara a la comisión de secretos oficiales que habían espiado Aragonès con autorización judicial. El presidente, que expresó públicamente la irritación del ejecutivo y reclamó la asunción de responsabilidades por|para este caso, recibió al presidente español sin disimular la frialdad y con ademán serio. Después de este primer saludo, que duró unos breves instantes, Sánchez saludó al resto de las autoridades que lo esperaban, y se situó en su lugar al frente de la comitiva, justo al lado de Aragonès, con lo cual tuvieron oportunidad de intercambiar impresiones mientras esperaban la llegada de Von der Leyen. Todo, siempre ante los medios pendientes de las caras y la gesticulación. Fue poco más de dos minutos de conversación, siempre con ademán serio, y mientras el presidente del Círculo intentaba mantener la distancia casi imposible en la fila de autoridades.
A pesar de los esfuerzos del presidente Aragonès de mantener una apariencia fría ante cámaras. Por las redes sociales corrió como la pólvora una fotografía muy diferente de la del ademán serio que inmortalizaron las cámaras de los medios de comunicación. Aragonès y Sánchez sonriente mientras hablan con Von der Leyen. Una situación que ha molestado mucho a algunos sectores del independentismo. Y así lo han puesto de manifiesto vía Twitter.