Tras doce horas de asamblea en Sabadell, la CUP no se ha aclarado sobre si investir a Artur Mas o no investirlo. En una jornada larga y accidentada en la cocapital vallesana, un empate matemático a 1.515 votos (con dos recuentos) entre favorables a investir y no investir en la tercera ronda de votaciones ha pasado la pelota, y muy caliente, a un consejo político extraordinario ampliado con el Grup d'Acció Parlamentària que se celebraría el próximo sábado 2 de enero.

Así después de un partido embarullado, la investidura del candidato de JxSí a la presidencia de la Generalitat pasa a ser una larga tanda de penaltis: primero, las asambleas territoriales y locales se tienen que encontrar esta semana para "reflexionar y debatir" y encomendar a sus representantes en el consejo político –el máximo órgano de decisión entre asambleas– una posible salida a la situación.

Límite del 10 de enero

Al consejo político se sumará el Grup d'Acció Parlamentària (conocido con las siglas GAP) que configuran las 11 organizaciones integradas en la Crida Constituent y tres municipalistas. Finalmente, el día dos de enero, la dirección política de la CUP formada por una setentena de personas que suman el consejo político y el GAP decidirá con qué solución sale del callejón sin salida. Después de dos votaciones fallidas en el Parlament, el límite para investir nuevo presidente de la Generalitat es el 10 de enero.

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"¡Es la CUP, somos así!"

"Junts pel Sí tiene ahora en sus manos moverse o no, o presentar a otro candidato que genere consenso", ha apuntado la diputada y miembro de Endavant-OSAN Anna Gabriel, en una comparecencia posterior a la presentación de los resultados. "Nos hemos fortalecido", apuntaba otro miembro del secretariado de la CUP a El Nacional a las puertas de la pista cubierta de atletismo de la ciudad vallesana. "Es increíble, estamos divididos pero no rotos", ha añadido otro miembro del secretariado. "¡Es la CUP, somos así!", se vanagloriaba un militante con muchos trienios.

Tres votaciones 

La asamblea nacional extraordinaria debatía cuatro escenarios: el primero, aceptar el pacto ofrecido por JxSí e investir a Mas; el segundo, rechazar a Mas y seguir negociando con un nuevo candidato de JxSí; el tercero, investir a Mas pero rechazar el pacto y el cuarto, proponer a JxSí que busque a otros socios para la investidura.

En las dos votaciones que han precedido a la definitiva se ha impuesto por la mínima la opción de rechazar la investidura de Mas. En la segunda, ninguna de las dos opciones ha llegado al 50%. El escenario segundo, que implicaba no aceptar a Mas y esperar a que JxSí proponga otro candidato, ha obtenido 1.512 votos, un 49,7%. En segundo término ha quedado la opción primera, que defiende el acuerdo e investir a Mas, con un total de 1.482 votos, un 48,7%.

La opción tercera, que preveía investir a Mas pero no aprobar la propuesta de JxSí, ha obtenido, 28 votos, un 10,92%. Seis votos nulos y 14 en blanco han cerrado esta segunda votación, en la que han participado 3.042 votantes de un censo de 3.111 personas.

El "no" se ha impuesto también por la mínima en la primera de las votaciones, como ha venido informando minuto a minuto El Nacional. 1.418 votos (47,14%) ha obtenido la segunda opción; 1.359 (45,17%), la primera; 109 (3,62%), la tercera y 103 (3,42%), la cuarta, que ha quedado eliminada de cara a la segunda votación.

Un debate intenso

La jornada ha empezado con la presentación de la propuesta de acuerdo y la tarea hecha por el equipo negociador. Después han tomado la palabra representantes de las 10 organizaciones encuadradas en la CUP y 40 asamblearios que se han escogido por un sorteo equilibrado por género y territorio. Esta ha sido la parte en la que más se ha visto la división interna con embates argumentales contundentes a favor y en contra del acuerdo.

División en las intervenciones

Ha habido ponentes que han defendido a capa y espada el acuerdo con todo tipo de argumentos. “Mao Tse Tung se alió con sus adversarios para ganar la guerra contra Japón”, ha recordado un asambleario que, incluso, ha defendido entrar en el Govern en caso de acuerdo. “En los Onze de Setembre, no todos éramos de la CUP”, ha avisado otra para exigir el acuerdo con Junts pel Sí. “¡Estamos ante una ventana de oportunidad histórica!”, ha clamado otra participante para defender la investidura, para remachar que “sin independencia no hay revolución social”. “Las contradicciones no nos tienen que dar miedo”, ha recomendado un asistente mientras otro pedía “asumir la capacidad de ser decisivos”. Desde el País Valencià, un asambleario ha exigido el acuerdo “¡para hacer la independencia, para que os marchéis ya!”.

"¿No os gusta el rock and roll?"

Desde Lleida, otro participante alertaba de que unas elecciones anticipadas eran un “escenario regresivo” y que hacía falta el pacto para construir un “nuevo orden favorable a las clases populares”. Desde Girona se ha defendido el acuerdo porque los que “tienen contradicciones son los de JxSí y ahora ya la oportunidad de abrir un proceso constituyente”. “No investir a Mas sería traicionar la historia y volver al autonomismo e ir contra la independencia”. “Tenemos que aprender a diferenciar la táctica de la estrategia”, ha avisado una mujer. Y uno de los últimos intervinientes ha utilizado a Xavier García Albiol y su amenaza de aplicar el 155 de la Constitución si hay acuerdo: “¿Que no os gusta el rock and roll?" “¿Que no queréis caña?". "¡Sí al acuerdo!”, ha exclamado.

Propuesta-chantaje

Por el lado del “no” a la investidura tampoco se han quedado cortos. Uno de los participantes ha tildado la propuesta de acuerdo ofrecida por JxSí como un “chantaje”. Una madre autónoma ha cargado contra el plan de choque por “ridículo”. “Quiero la independencia pero no a cualquier precio. ¡Volvemos a la calle, hundamos al capitalismo!”, ha sentenciado la misma asamblearia. En la misma línea se ha expresado un inscrito que aseguraba que “hacer el acuerdo suponía dar la espalda a Jorge –imputado y acusado por la Generalitat por disturbios en una huelga– y no darla a Mas”.

Élites catalanas

“No podemos investir a Mas, tenemos que enterrar a las élites catalanas y que no vuelvan a nacer, no podemos hacer presidente al líder de un partido burgués”, ha insistido otra asamblearia. “El plan de choque no va en ningún sitio, no a Mas y sí a la independencia para cambiarlo todo, que es nuestro proyecto político, ¡volvemos a la calle!”, ha añadido otra. “Mas es un obstáculo para ampliar la base social del proceso", defendían otros. “No podemos otorgar la hegemonía del proceso a un partido que representa la corrupción, los recortes y las privatizaciones”, ha concluido otra asamblearia. “¡No a Mas, claro y contundente, queremos unos Països Catalans libres, socialistas y feministas!”, ha cerrado otra su discurso.

(FOTOS: Anna Gabriel y David Fernàndez y asistentes en la asamblea nacional extraordinaria celebrada por la CUP en Sabadell / EFE)